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Lluvias torrenciales y un embalse que no pudo abrir las compuertas: 40 años de la letal rotura de la presa de Tous

Estado en el que quedó el pantano de Tous en 1982.

Toni Cuquerella

19 de octubre de 2022 22:42 h

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La lluvia comenzó débil en las comarcas valencianas la tarde del 19 de octubre de 1982, pero en la madrugada del día 20 pasó a ser torrencial de forma generalizada. En la zona que rodea al río Júcar se superaban los 100 litros por metro cuadrado, y se pudieron rebasar los 1.000 litros río arriba, en la Muela de Cortes. Fue lo que actualmente se conoce como una DANA explosiva. El caudal del Júcar llegó a registrar una crecida punta de 16.000 metros cúbicos por segundo, y la presa de Tous estaba diseñada para un máximo de 7.000 metros cúbicos. A las 19:15 horas la avenida sobrepasó la coronación de la presa a 142 metros de altura, con ello se produjo la erosión y destrucción de la zona central de la estructura formada por materiales sueltos. El agua partió el muro y se abalanzó sobre las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baixa causando ocho muertos.

Se cumplen 40 años de la que es conocida como la pantanada de Tous, la que junto con la riada del Turia de 1957 justo 25 años antes, ha marcado la memoria de la lluvia, no solo en los habitantes de la Ribera, sino en el conjunto de los valencianos.

La pantanada inundó de forma casi inmediata las localidades más cercanas al embalse, Sumacàrcer, Gavarda y Beneixida, llegando a marcar un nivel de ocho metros, atacó no solo a la vida de las personas, sino también gravemente a las casas de las poblaciones. El horror y el miedo a que se repitiera una escena de este calibre provocó que los núcleos urbanos de Gavarda y Beneixida años más tarde se reubicaran en otros lugares sin riesgo de inundación. Otras grandes localidades de la comarca de La Ribera también vieron cómo el río ocupaba sus calles. Así, en Carcaixent y Alzira el agua superó los cuatro metros, y llegaron a ser miles los damnificados por los daños materiales causados.

El resquebrajamiento del embalse de Tous llevó a buscar responsables y la Justicia tardó 15 años en darlos. En 1997 el Tribunal Supremo sentenció como culpable a un ingeniero como responsable porque no se pudieron abrir las compuertas del aliviadero del muro de contención del pantano, lo que provocó que al final el agua rebasara la presa y la partiera. La condena fue de 25 millones de pesetas para cada una de las familias de los ocho fallecidos, un total de 1,2 millones de euros actuales que tuvo que asumir el Estado por la insolvencia del condenado.

Jornadas conmemorativas

Ante el aniversario de la pantanada de Tous la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Universitat de València han organizado unas jornadas divulgativas sobre las circunstancias de aquella catástrofe que se desarrollan los días 19, 20 y 21 de octubre.

El presidente de la CHJ, Miguel Polo, afirma que estas jornadas van más allá del simple recuerdo de lo que ocurrió en Tous hace 40 años. “Creemos que es una gran oportunidad para explicar y detallar qué hicimos después, qué hemos hecho desde entonces y qué vamos a hacer para disminuir el riesgo de inundaciones en toda la Ribera del Júcar”. Para ello, técnicos de la confederación participan en ponencias y charlas técnicas, y exponen trabajos de gestión de inundaciones en la zona.

La Facultat de Geografia i Història de la UV albergará este diversas ponencias, un pase de documentales y una exposición fotográfica con el fin de “ofrecer la visión de lo que ocurrió desde diferentes vertientes como son la académica, la patrimonial o la más social, que contará con la voz de aquellos que vivieron la pantanada desde dentro”, según ha señalado Emilio Iranzo, vicedecano del centro.

El profesor del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas, Antoni Furió, será el encargado de poner en situación a los presentes y explicar los diferentes factores que acabaron traduciéndose en la ‘pantanada’ de Tous, entre ellos, una situación atmosférica excepcional.

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos también será un punto de divulgación sobre esta tragedia. “Es, quizás, una jornada más técnica que las anteriores, pero creo que es muy importante que los ingenieros sepamos a lo que nos estamos arriesgando cuando realizamos nuestro trabajo. Estamos acostumbrados a buscar soluciones y a gestionar infraestructuras como grandes presas, pero en ocasiones se nos escapan las responsabilidades que tenemos a nuestras espaldas”, afirma el Decano del Colegio, Javier Machi.

La sesión partirá del proceso judicial del caso de la presa de Tous, y se analizarán las responsabilidades de los ingenieros en el desarrollo de proyectos de obra pública.

Vieja y nueva presa de Tous

El embalse de Tous que cedió ante el diluvio fue un proyecto iniciado en 1958, pero por varios problemas tras los estudios técnicos la obra fue paralizada en 1964. Tuvo que pasar una década para que se reemprendiera la construcción en 1974, y el pantano estuvo en pleno funcionamiento en 1979. Su capacidad de funcionalidad era de 80 hectómetros cúbicos, pero llegó a los 120 hectómetros minutos antes de que se desbordara y se reventara.

Pero el trabajo que debía cumplir, el de laminar las avenidas de agua del río Júcar para evitar inundaciones, todavía se requería, y por ello se estudió un nuevo pantano de Tous en la misma ubicación, el actual, que se comenzó a inicios de los años 90 y se inauguró en 1996.

La actual infraestructura tiene una capacidad de 378 hectómetros cúbicos a máximo embalse normal y 792 hectómetros a máximo nivel extraordinario. Según explica la CHJ, se deja con un volumen de agua situado en valores mínimos, del orden de un 20% del máximo nivel normal (es decir, 72 hectómetros), y unos 300 en disposición de empezar a laminar las avenidas. El aliviadero, por su parte, está diseñado sin compuertas y es capaz de evacuar la máxima avenida probable, cifrada en 20.000 metros cúbicos por segundo, un 25% más que el pico registrado el 20 de octubre de 1982.

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