Los nuevos tiempos o cómo gobernar 'en pareja'
Las elecciones autonómicas del pasado 24 de mayo supusieron el fin de muchas cosas, entre ellas, de las mayorías absolutas en la Comunitat Valenciana. Los tiempos en los que el Partido Popular copaba las adminstraciones y campaba a sus anchas en regímenes presidenciales en los que el líder (presidente o alcalde de turno) lo decidía prácticamente todo, se llamara Francisco Camps, Alfonso Rus o Rita Barberá, han acabado.
Los resultados de los pasados comicios obligaron a los partidos que ahora ocupan las instituciones a dialogar y negociar para llegar a acuerdos sustentados en equilibrios de fuerzas. Ejemplos de gobiernos en coalición tenemos varios. Sin ir más lejos en las tres principales instituciones valencianas -la Generalitat, la Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de la capital- comparten gobierno diferentes fuerzas (PSPV y Compromís principalmente).
Sin embargo, los casos más curiosos se producen en la Diputación valenciana y en el Consell, donde vemos gobiernos 'en pareja', con un presidente socialista y una vicepresidenta de Compromís que tiene mucho más protagonismo que sus predecesores en el cargo.
En la institución provincial, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, -como él mismo reconoce, acostumbrado al diálogo y a la colaboración con otras fuerzas, “algo que debería ser normal”- ocupa la presidencia en un gobierno multicolor, con responsabilidades para representantes de distintas fuerzas pero con un especial protagonismo de la coalición valencianista. La correlación de fuerzas es 9 diputados socialistas por 6 de compromís (el PP tiene 12, Ciudadanos 2, València en Comú 1 y Esquerra Unida 1).
La exalcaldesa de Bonrepós i Mirambell Maria Josep Amigó es la vicepresidenta de la institución y tiene un peso específico, como se ha podido comprobar a la hora de hacer balance de los primeros 100 días de legislatura. Ambos han comparecido de forma conjunta para explicar las acciones desarrolladas en este tiempo y casi se podría decir que hasta han medido sus intervenciones para que uno no tuviera mucho más protagonismo que la otra.
Una situación similar nos encontramos en la Generalitat, donde PSPV y Compromís, gracias al apoyo externo de Podemos, comparten Consell (se repartieron las consellerias a partes iguales) y el equilibrio de fuerzas también es notable. Con 23 escaños de los socialistas por 19 de Compromís -el PP tiene 31 por 13 de Ciudadanos y Podemos-, los socialistas asumieron, no sin dificultades en la negociación, la presidencia para Ximo Puig.
Sin embargo, la figura de la vicepresidenta -también portavoz del ejecutivo autonómico-, que ocupa la líder de Compromís Mónica Oltra, ha cobrado esta legislatura una especial relevancia y peso político. Lo que comenzó siendo una dura batalla para formar gobierno ha derivado en otra 'pareja' que ha logrado consolidarse manteniendo cada uno su propio protagonismo dentro del gobierno autonómico. De momento, la fórmula funciona y hay quien incluso asegura que existe 'química' entre ambos.