El Partido Popular lanza su campaña sobre símbolos valencianos cuando aún no ha castigado los fascistas
La celebración del 9 d'Octubre está siendo aprovechada por el PP para enfatizar su discurso político basado en identificarse como el único garante de los símbolos valencianos recogidos en el Estatut d’Autonomia. Pero mientras los populares persiguen capitalizar esta iconografía, otra simbología les ha perseguido a ellos también recientemente: la fascista.
Y dentro del terreno de toda esta simbología, NNGG se erige como uno de los actores principales. Enarbolaron la senyera como reacción a la Via Catalana el 11 de septiembre en una ruta que realizaron de punta a punta de la Comunitat Valenciana, pero también ha sido la cantera de donde se han sacado las fotografías de sus dirigentes junto a banderas franquistas y nazis o realizando saludos fascistas.
La polémica de las fotos fue uno de los principales escándalos durante el verano con repercusión a nivel estatal, lo que acabó derivando en la apertura de expedientes a los dirigentes afectados (la mayoría de ellos, valencianos). Salvo en el caso de Óscar Rodríguez –expulsado, pero por estar afiliado a diferentes partidos políticos–, el resto de expedientes todavía están pendientes de que la formación juvenil resuelva su posible expulsión.
Cabe recordar que el rechazo del PP a estas manifestaciones fascistas no fue inmediato, y NNGG abrió los expedientes casi tres semanas después de conocerse el primer caso de un joven dirigente de Xàtiva que posó con una bandera española con simbología nazi. La cascada de nuevos casos y la presión social obligaron a empezar el proceso sancionador.
Esta falta de reacción además se acompañó desde el PPCV con una cierta comprensión y defensa, cuando el propio Secretario General, Serafín Castellano, puso al mismo nivel la simbología nazi y fascista con la que no se ajusta a la Constitución Española y al Estatut d’Autonomia, en clara referencia al término ‘País Valencià’, la bandera republicana española o la ‘estelada’ indepedentista catalana.
Doble vara de medir
El PP ha basado su campaña de símbolos en el criterio ‘legalista’ de que son los recogidos en el Estatut d’Autonomia. De este modo los ha usado como arma arrojadiza frente al posible ‘tripartito’, el eventual pacto de gobierno entre PSPV, Compromís y Esquerra Unida para sustituir al PP en las autonómicas de 2015. Esta estrategia también se desarrolla a través de las redes sociales.
Aprovechando la polémica del proceso soberanista catalán esta estrategia se ha concretado en el hashtag ‘#somvalencians’ presentado para este 9 d’Octubre, así como en el de ‘#lasCosasPorSuNombre’, promocionado contra el uso del término ‘País Valencià’, que el PP ha rechazado institucionalmente a través de su mayoría en las Corts.
Pero este criterio tiene una doble vara de medir que el PP, a través de la Generalitat, esquiva cuando le conviene. El último caso destacado es la concesión de la Alta Distinción de la Generalitat a la asociación cultural Lo Rat Penat, entidad defensora del secesionismo lingüístico y, por tanto, contraria a los criterios de la Acadèmia Valenciana