València acoge el 43º congreso de UGT, que consolidará a Pepe Álvarez como líder de un sindicato que roza de nuevo el millón de afiliados
Apenas un mes después de que UGT-PV celebrara la cita en la que fue reelegido Ismael Sáez como secretario general de la federación valenciana del sindicato, su matriz, UGT, celebra esta semana -entre el martes y el jueves- en València su 43º Congreso Confederal, tras cinco años en los que se ha alejado de los escándalos del pasado, en un contexto político inestable con tres elecciones generales y una pandemia que dejó en el aire las principales reivindicaciones del sindicato.
UGT llega al congreso con la intención de continuar la lucha por los derechos de los trabajadores, después del paréntesis de un año que ha obligado a centrarse en lo más urgente y culmina la renovación iniciada en la cita congresual de 2016. El mandato era para cuatro años, pero ha durado cinco porque el coronavirus obligó a desplazar la fecha inicialmente prevista para noviembre de 2020.
“Quién nos iba a decir hace cinco años que íbamos a tener tres gobiernos diferentes, tres elecciones generales y cuando ya parecía que podíamos entrar en un proceso de negociación de las cuestiones fundamentales y reivindicaciones de los trabajadores, llega la pandemia”, recordaba recientemente el secretario general, Pepe Álvarez.
El congreso
Al 43 Congreso Confederal, que tendrá lugar en el Palacio de Congresos y Exposiciones de València, asistirán 800 delegados, divididos en 25 delegaciones, de los que el 60% participarán en representación de las distintas federaciones sectoriales de UGT y el 40%, de las uniones de comunidad autónoma.
A la jornada de inauguración de mañana asistirán el alcalde de València, Joan Ribó; el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; el secretario general de CCOO, Unai Sordo; el presidente de la CES, Laurent Berger; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, entre otros.
El miércoles está prevista la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras que en el acto de clausura, que se celebrará el jueves, intervendrán, entre otros, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona; el secretario general del Partido Comunista; Enrique Santiago; el director General de la OIT, Guy Ryder, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.
El programa de acción de UGT para el 43 Congreso se articula en torno a seis ejes: crear empleo y recuperar derechos; avanzar hacia una economía sostenible; garantizar el Estado del Bienestar; combatir las desigualdades de género; políticas migratorias y políticas en el área internacional. La implantación de la semana laboral de 32 horas, que el sindicato cree que podría financiarse con una parte de los fondos europeos de reconstrucción, una de las cuestiones a debate.
En paralelo a las actividades del Congreso Confederal, este lunes ha arrancado lo que UGT ha denominado 'Congreso Social', con distintos actos y actividades culturales, entre ellas una exposición de carteles históricos de salud laboral, un ciclo sobre cine obrero, una obra de teatro y una exposición de Gallego & Rey sobre la trayectoria de UGT.
Recuperar la imagen del sindicato
En estos cinco años el sindicato ha afianzado una estructura más ligera con solo tres federaciones y ha consolidado el liderazgo de Álvarez, que previsiblemente saldrá reelegido sin que otro candidato le dispute el puesto y con la posibilidad de optar a un tercer y último mandato en 2025.
Este periodo ha permitido recuperar la imagen del sindicato, centrado ahora en reivindicar la calidad en el empleo y el medio ambiente bajo el lema “REDvolución 6.0”, en un momento de progresiva recuperación en el que los fondos europeos tendrán un papel determinante para impulsar la actividad y el empleo.
Ha contribuido a ello una estrategia de comunicación más activa, con una destacada presencia de Álvarez en los medios de comunicación tratando de fijar agenda en cuestiones laborales.
En el congreso se presentará además un nuevo logo (el cuarto desde la constitución del sindicato en 1888) con los mismos elementos del anterior, pero modernizado y con las siglas de la organización en primer plano.
Para la historia de UGT quedan los escándalos en los que se vio involucrada, como los ERE en Andalucía, los fondos de formación o las tarjetas “black” de Caja Madrid, una etapa ligada al liderazgo de Cándido Méndez a quien por aquellos años se le afeaba continuamente en algunos medios su supuesta afición al lujo, que incluía relojes Rolex y comidas en el Villamagna.
En esta situación se llegó al congreso de 2016, con una pérdida de 223.605 afiliados desde 2008 hasta 2015, año en el que la fuga de inscritos tocó fondo.
De momento ha recuperado 49.776 afiliados, de acuerdo con los últimos datos de cierre de 2020, que muestran una progresiva subida desde 2016 hasta un total de 978.622.
Unidad frente a división
Atrás queda también el enfrentamiento cainita del anterior congreso en el que tanto Álvarez como Miguel Ángel Cilleros libraron una dura batalla, primero por los avales para presentarse y luego por los votos, que finalmente se decantaron ligeramente (51,1 %) por el actual secretario general.
Por el camino se quedó un tercer aspirante, Gustavo Santana, el responsable del sindicato en Canarias, que ni siquiera pudo formalizar su candidatura.
El derrotado Cilleros, el candidato oficialista respaldado por Méndez, se puso a disposición del nuevo líder y durante cinco años ha sido secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) hasta su reciente retirada, si bien en este tiempo han tenido algunas discrepancias.
De aquel congreso se recuerda también la despedida de un Méndez en horas bajas, que tras 22 años al frente del sindicato se despidió sin apenas autocrítica, aunque con el reconocimiento de que se habían cometido errores y no se podía volver a fallar cuando se gestiona dinero del contribuyente y del afiliado.
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