Valencia y Aragón, unidos por el Corredor Cantábrico-Mediterráneo
El 22 de junio de 2004 la entonces ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, anunció el Corredor Cantábrico-Mediterráneo. Catorce años después, en 2018, la infraestructura ferroviaria que debe unir los puertos de Valencia y Bilbao vertebrando hasta cinco comunidades autónomas (Comunitat Valenciana, Aragón, Castilla y León, País Vasco y Navarra) ofrece una conexión decimonónica, con tramos en los que los trenes no pueden superar los 30 kilómetros por hora o en los que, incluso, no se puede circular en horario nocturno. Y eso pese a que el tráfico potencial de esta conexión es de más de un centenar de convoyes a la semana, cifra que actualmente parece una utopía por las condiciones de la línea.
Para reivindicar más inversiones en el tramo ferroviario entre Sagunto y Zaragoza, entidades vecinales valencianas y aragonesas han convocado una manifestación en Valencia para este domingo 7 de octubre, un llamamiento al que se han sumado un centenar de entidades, entre ellas las plataformas Pel Finançament Just o Teruel Existe (un tren lleno y una veintena de autobuses se desplazarán a Valencia desde Aragón) y diferentes instituciones y ayuntamientos. Bajo el lema 'Por la cohesión social. Corredor cantábrico-mediterráneo ¡ya!', la marcha partirá a las 11 horas de la Estación del Norte y finalizará en la plaza de la Virgen. Desde la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunitat Valenciana (Cavecova) sostienen que en esta infraestructura “va nuestro futuro”.
La Unión Europea decidió el pasado verano excluir el tramo ferroviario entre Zaragoza y Sagunto del Reglamento CEF (Mecanismo Conectar Europa), que regula las ayudas comunitarias para las redes transeuropeas durante el próximo periodo 2021-2027. Los Gobiernos autonómicos valenciano y aragonés, que presiden los socialistas Ximo Puig y Javier Lambán, han defendido reiteradamente la necesidad de poner fin a la precariedad de esta infraestructura con una apuesta decidida por el corredor dotándolo de un eje ferroviario con doble vía electrificada para viajeros y mercancías en ancho internacional. Para ello es imprescindible su inclusión en los planes de inversión de la UE.
Ésta no es la primera movilización convocada para exigir inversiones en esta conexión. El pasado mes de abril, miles de personas se manifestaron en Teruel para reivindicar un tren digno e inversiones en el corredor Cantábrico-Mediterráneo. Aquella protesta llegó incluso a Valencia, donde un centenar de personas ataviadas con trajes típicos de inicios del siglo XX se desplazaron hasta la capital valencianas coincidiendo con la manifestación celebrada en Teruel.
La reivindicación llegó al Congreso el pasado mes de mayo, cuando la comisión de Fomento instó al Gobierno a activar la construcción del corredor ferroviario a raíz de de una proposición presentada por el PSOE. El pasado mes de julio, las Corts Valencianes aprobaron una declaración institucional en favor de la inclusión de esta infraestructura en las redes europeas de transporte.
