La Capitanía Marítima abre expediente por contaminación a un buque atracado en el Puerto de València que se expone a una multa de hasta 180.000 euros
La Associació de Veïns i Veïnes de Natzaret remitió una queja el pasado 4 de febrero por la mañana a Capitanía Marítima denunciando la columna de humo que despedía un barco portacontenedores atracado en el Puerto de València, que se divisaba desde la esquina de la calle de El Sec con la de Castell de Pop junto a Benimar.
Según han informado a elDiario.es fuentes de la Capitanía Marítima, esa misma mañana realizaron una inspección del buque portacontenedores 'Zim Tarragona' de bandera de Israel.
“La inspección”, señala el organismo, “puso de relieve dos deficiencias con relación al mantenimiento del buque y su equipo, y pese a que las muestras tomadas del combustible una vez analizadas demuestran que su contenido de azufre se encuentra por debajo de los límites del 0,10 admitidos, esta Capitanía Marítima ha considerado procedente la apertura del correspondiente expediente sancionador”. De prosperar el expediente, la cuantía de la sanción podría llegar hasta los 180.000 euros.
La asociación vecinal del barrio ya denunció la intensa humareda que generó el pasado mes de septiembre un buque portacontenedores de la compañía MSC que, a través de su fiflial TIL, está a la espera de que se le adjudique la concesión de la construcción y gestión de la una nueva macroterminal de contenedores en los futuros muelles de la polémica ampliación norte del puerto. Una adjudicación que está paralizada por las dudas que despierta en el Gobierno la validez de la Declaración de Impacto de Ambiental del año 2007, basada en un proyecto diferente.
La denuncia formal que presentó la entidad ante la Autoridad Portuaria de València (APV) derivó en una inspección de Capitanía Marítima de València en el carguero, aunque se libró de una posible sanción al poseer un motor diésel anterior al año 2000, lo que hace que la normativa ambiental por la que se rige sea más laxa.
La contaminación, tanto de estos grandes buques como de los cruceros, es una de las principales preocupaciones de los vecinos del distrito Marítimo y uno de los motivos por los que se oponen a la ampliación norte del Puerto, por el incremento de los tráficos marítimos y terrestres que implicará y, por tanto, de la contaminación ambiental.
Además, como informó este diario, la asociación de vecinos La Dehesa Saler alertó el pasado 20 de marzo de la aparición de vertidos de fuel en la playa de la Garrofera, según aseguraron, procedentes de alguno de los grandes buques fondeados frente al Puerto de València mientras esperan para poder acceder a cargar y descargar sus contenedores, unos vertidos que son ilegales en mar abierto.
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