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La televisión de À Punt cumple un año: más plural que la extinta Canal 9 y con medio centenar de nuevos programas

La líder del PP, Isabel Bonig, en el programa Assumptes Interns.

Sergi Pitarch

Valencia —

La televisión de À Punt, el buque insignia de la nueva Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, ha cumplido este lunes su primer año de vida. El nuevo canal con nuevo nombre y casi cinco años fuera de la parrilla registró el pasado mes de mayo una audiencia media del 2,2 %, lejos aún de otras autonómicas, pero con un crecimiento sostenido. Décima a décima en una coyuntura en la que la televisión tradicional no hace más que perder espectadores y con picos del 13 % con el programa especial sobre la celebración de la victoria del València CF en la final de la Copa del Rey.

Durante la programación especial además también se han producido especiales en clave humorística protagonizados por los mismos profesionales de la televisión.

La legítimas críticas a la gestión de miembros del Consejo Rector o de la oposición, también desde Presidencia de la Generalitat, han apuntado al share y a la contratación de programas como principal debilidad de la nueva televisión, sobre todo tras el anuncio de cambio de toda la programación en la próxima temporada de verano. Un debate que la actual dirección deberá defender ante los administradores del ente y en las Corts Valencianes como ya ha hecho en varias ocasiones.

Tras un año de emisiones, À Punt ha demostrado que es más plural que la extinta Canal 9. Por sus platós han pasado representantes de todos los partidos políticos y, incluso, se han podido ver críticas furibundas a la propia televisión, como los ataques del líder de Ciudadanos Toni Cantó a la cadena, a la que califica como “Telecompromís”. Tanto Cantó como Isabel Bonig han sido entrevistados en más de tres ocasiones en los servicios informativos o programas de entretenimiento fuera de campaña electoral, donde la ley obliga a que aparezcan todas las sensibilidades políticas. También el presidente de la Generalitat, Ximo Puig o la vicepresidenta Mònica Oltra han aparecido en las pantallas de la televisión.

Esta pluralidad informativa fuera de campaña electoral contrasta con el veto que sufrieron líderes políticos de la izquierda como el exsecregtario general del PSPV-PSOE Jorge Alarte -quien impulsó la denuncia por el caso Gürtel- o Mónica Oltra cuando la televisión estuvo gestionada por el PP.

Por su parte, en esta nueva televisión autonómica han tenido voz, como es normal en una democracia, colectivos críticos con la actual mayoría parlamentaria como Hazte Oir, la patronal de centros concertados o Jusapol. Las víctimas del accidente del metro estuvieron silenciadas durante años y Salvem el Cabanyal fueron vilipendiados en favor de otros colectivos partidarios del proyecto de Rita Barberá de prolongar la Avenidad Blasco Ibáñez hasta el mar con directores nombrados por las mayorías parlamentarias del PP. Ahora, la dirección general se gana por concurso.

La extinta Canal 9 utilizaba el término castellano “cohecho” para no hablar de “suborn”, que es realmente la palabra que tipificaba el delito por el que se juzgó al expresidente Francisco Camps y del que salió absuelto. Con este tipo de tretas la extinta televisión autonómica ocultó durante años los más sonados escándalos de corrupción, mientras en la actualidad operaciones policiales que han afectado a PSPV y Compromís como el caso Alquería han tenido una cobertura más que extensa.

El veto a medios de comunicación y periodistas también ha acabado en la nueva À Punt. Así, prácticamente todos los medios de comunicación de ámbito autonómico tienen algún representante participando en las tertulias informativas y de los magazines. De todas las líneas editoriales y con retribuciones más ajustadas al mercado, 75 euros brutos por programa. Lejos han quedado aquellos pagos de 600 y 800 euros a periodistas de medios de comunicación de Madrid -también algunos elegidos valencianos- por tertulia política a horas intempestivas. Y todos de una línea editorial parecida.

En estos primeros 365 días de emisiones de À Punt, la cadena valenciana ha estrenado más de medio centenar de nuevos programas de ficción, no ficción, concursos o informativos, según las cifras facilitadas por la cadena. Se ha implicado a más de un centenar de productoras externas, sumando los programas de la radio, y la plantilla de personal con retribución de la entidad pública supera los 470 empleados, vía bolsa de trabajo u otro tipo de contrataciones.

Programas como Plaer de ma Vida, Una Habitació Pròpia, Valentes, Cuiners i Cuineres, À Punt Directe, El Matí À Punt o Bambant per Casa han dado voz a centenares de personajes relevantes y anónimos de la Comunitat Valenciana. Se han emitido también programas documentales històricos Sant Vicent Ferrer, Amado Granell o Josep Renau o sobre corrupción como el dedicado Rafael Blasco en estos primeros 365 días de emisión y ha habido programas especiales de elecciones, deportivos y sobre temporales de lluvias. Todos han conseguido picos de audiencia.

Además durante la programación especial se han producido colaboraciones especiales y actuaciones de carácter humorístico de los propios profesionales de À Punt.

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