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El dolor de las familias de los presos en las 'listas de la muerte' que está difundiendo el Gobierno sirio

Retratos de familiares en una foto de Familias por la Libertad, una organización formada por familiares de detenidos en cárceles sirias que exigen su libertad.

Fabiola Barranco

“No hay nada que me impida ser humano y actuar con humanidad hasta el final”. Este era uno de los mensajes que Niraz Saied, el fotógrafo sirio palestino de Yarmouk, compartía en 2015 en una entrevista con eldiario.es. Lanzaba estas palabras en un momento en el que narraba la lucha por la supervivencia del campamento palestino en Siria, asediado por el Gobierno de Al Asad desde 2012 y ocupado por el autodenominado Estado Islámico tres años después. 

Su respuesta se antoja premonitoria. Meses después de aquella conversación, en octubre de 2015, fue arrestado en un puesto de control en las inmediaciones de Damasco. Después de tres años sin conocer su paradero, pero manteniendo la esperanza de encontrarlo con vida, las dudas se despejaron con este mensaje que su esposa, Lamis Alkhateeb, refugiada en Alemania, publicaba en Facebook el pasado julio: “Han matado a mi amor, a mi marido, a Niraz, a mi compañero del alma”. Acababan de confirmar su muerte tras recibir una comunicación del registro oficial, a los que acuden los familiares para tener noticias de sus seres queridos.

La conmoción se hizo notar rápidamente en las redes sociales. Activistas de derechos humanos, fotoperiodistas, amigos y familiares rindieron homenaje al joven fotógrafo, autor de imágenes que dieron la vuelta al mundo, como los retratos al músico Aheman Ahmad mientras tocaba el piano para sus vecinos en las calles sembradas de cascotes de edificios derruidos. Porque Niraz era conocido por su empeño en resaltar y reivindicar, a través de la fotografía, el esfuerzo de los habitantes de Yarmouk en “crear vida de la muerte”. Su trabajo fue reconocido en varias ocasiones y en 2014 le hizo ganar el premio de fotografía de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Ante la muerte del joven fotoperiodista, el director general de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Audrey Azoulay, pidió a las autoridades sirias que llevaran a cabo “una investigación transparente sobre las circunstancias que rodearon el arresto de Niraz, su larga detención y la muerte bajo custodia del Gobierno”.

Así son las 'listas de la muerte'

Desde 2011, activistas y ciudadanos sirios han sido víctimas de desapariciones forzosas por parte de las fuerzas gubernamentales, según han denunciado organizaciones como Amnistía Internacional. En los últimos meses, las autoridades sirias han comenzado a admitir la muerte de presos bajo su custodia, algo que han denunciado en las últimas semanas organizaciones civiles como Familias por la Libertad. “El Gobierno hace tres meses comenzó a mandar listas actualizadas de detenidos fallecidos a los registros de seguridad”, explica a eldiario.es la abogada siria Noura Ghazi.

Estos documentos, que se conocen como “listas de la muerte”, desvelan los nombres y fechas de defunciones bajo custodia en cárceles oficiales, como las de Palmira, Adra o Saydnaya. Esta última fue calificada por AI como “matadero humano”, en el que se estima que hasta 13.000 personas han sido ejecutadas en secreto

La defensora de derechos humanos matiza que los nombres que se están conociendo “corresponden en su mayoría a detenidos en 2011 o 2012, el comienzo de la revolución”. Además, critica que los motivos esgrimidos por los funcionarios de los registros, a los que acuden los familiares para tener noticias, corresponden a “ataques al corazón o por enfermedad, en los casos de muerte bajo tortura o maltrato; pero si la persona fue ejecutada no entregan ningún documento”.

Aunque a través de estas listas, partidas de defunción y confirmaciones verbales de funcionarios las familias afectadas pueden conocer si sus allegados están vivos o muertos, no pueden darles sepultura ya que, ni reciben sus cuerpos, ni conocen la localización de la muerte. Dos pasos que, para Ghazi, son “necesarios para que pueda hacerse justicia”.

En esta línea, Amnistía Internacional, en palabras de su investigadora Diana Semaan, reclama a las autoridades sirias que “pongan fin a la angustia y la tortura psicológica de las familias desesperadas por conocer la verdad sobre la suerte de sus seres queridos” en un país donde al menos 82.000 personas han sido sometidas a desaparición forzada desde el comienzo del conflicto, según apunta.

Para muchos allegados ha sido difícil recibir la confirmación de sus peores temores. “Muchas familias están en shock, después de años de espera, no pueden creer que sus seres queridos están muertos, necesitan aferrarse a la esperanza de volver a verlos con vida”, lamenta Ghazi, conocedora en primera persona de este dolor. Hace solo un año supo que se convirtió en la viuda del también activista sirio-palestino, Bassel Khartabil, activista y promotor de 'Internet libre' en el país árabe. Fue encarcelado durante cinco años bajo custodia del Gobierno hasta su muerte.

“No tengo el valor de comprobar si los nombres de mi hijo y de mi marido están en ninguna de esas listas. Vivo con la esperanza de que sigan vivos, y un día serán liberados”, reconocía Fadwa Mahmoud, cofundadora del movimiento Familias por la Libertad, en un artículo reciente en Al Jazeera. “Este es un momento muy doloroso para nosotros y para las familias de los detenidos, que se han enterado de la muerte de sus seres queridos de una manera tan cruel y despiadada”, escribe la activista, refugiada en Alemania.

El pasado 23 de julio, los familiares de los hermanos Yahia y Ma'an Shurbaji, recibieron la confirmación de su muerte en enero y diciembre de 2013, respectivamente. Ambos, naturales de la localidad de Daraya, participaron en las manifestaciones populares de 2011, el mismo año en el que fueron detenidos por los servicios de inteligencia sirios, junto a su amigo, y también activista, Ghiath Matar.

“Como ciudadanos debemos respetar la ley, y si la ley es incorrecta, debe haber caminos legales para cambiarla. Y una forma de hacerlo es a través de las manifestaciones pacíficas, porque queremos que la ley se aplique a todos, sin excepción”, decía Yahia en uno de sus discursos sobre el cambio social y político en Siria, al que aspiraba tras 40 años de Gobierno de la familia Asad.

De su ahínco por mantener el espíritu pacífico de las marchas recibió el apodo de “el hombre de las rosas”, por ser él quien ideó la célebre acción no violenta que consistía en ofrecer rosas y agua a las fuerzas de seguridad, afanados en acallar las protestas. Una represión que continuó con el asedio y los bombardeos aéreos.

En Daraya, cerca de Damasco, sus vecinos fueron informados de la muerte de cerca de 1.000 de sus residentes en cárceles gubernamentales, según aseguran desde el consejo local de la oposición. Además de Ghiath Matar, Yahia y Ma'an Shurbaj, en estas 'listas de la muerte', constan los nombres de los hermanos Abdelsatlar y Majd Khoulani, o la joven estudiante universitaria Lama Albasha; todos ellos conocidos por su activismo pacífico.

Noura Ghazi expone que, después de años de búsqueda de información y obtener silencio por respuesta, muchos sirios se muestran “desconcertados” ante estas noticias. Analistas y observadores, incluida la letrada, creen que se debe a una “estrategia” del Gobierno “en un momento en el que se siente ganador” y, dice, “recibe mucha presión por parte de Rusia” para acabar con el conflicto desde una vía diplomática. Este lunes, el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan se han reunido para hablar del destino de Idlib, el último bastión insurgente en Siria y refugio de 2,5 millones de personas. La ONU ha advertido de que una ofensiva a gran escala podría causar una catástrofe humanitaria.

Pero los pasos hacia el final del conflicto se toparán también en su camino con las demandas de los familiares de los desaparecidos, que exigen conocer las causas de las muertes, recuperar sus cuerpos e información de los detenidos que aún se encuentran con vida.

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