Ada Colau pide a Pedro Sánchez que libere al barco de rescate Open Arms para “ser coherente” con lo que dice en su libro
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha exigido a Pedro Sánchez que “sea coherente” y acabe con el bloqueo del barco de rescate Open Arms en el puerto de Barcelona tras conocer las palabras dedicadas a la acogida del buque Aquarius en su nuevo libro, Manual de resistencia. En sus primeras páginas, el presidente del Gobierno comenta la que considera que fue la primera decisión del Ejecutivo: “A mí, personalmente, el haber salvado la vida a 630 personas hace que piense que vale la pena dedicarse a la política”.
“Señor Sánchez, la vida de 630 personas se salvaron gracias a los activistas del Aquarius, no a usted”, ha respondido Colau en su perfil de Twitter. “En cambio, usted ahora mismo es responsable de retener al Open Arms en el puerto de Barcelona, impidiendo que rescate a centenares de personas. Sea coherente: #FreeOpenArms [libere al Open Arms]”.
A lo largo del primer capítulo, el presidente recrea cómo se tomó la decisión de recibir al buque tras el rechazo de Malta e Italia y reitera el mismo argumento enarbolado aquellos días: recibir al Aquarius era una “cuestión humanitaria y urgente”, para después asegurar que la decisión lanzaba también un mensaje político al resto de Europa porque, insiste, “estaba en juego la misma esencia de la Unión Europea”.
El Gobierno pasó de recibir al barco operado por Médicos Sin Fronteras y Sos Mediterranée con un dispositivo sin precedentes elogiado por las ONG, así como a la nave Open Arms en ocasiones similares, a considerar Libia un “puerto seguro” para para desembarcar a las 12 personas rescatadas por la tripulación del pesquero alicantino, una decisión sobre la que tuvo que recular.
La posibilidad de devolver a las personas auxiliadas en Libia, a lo que las ONG se niegan por los numerosos abusos documentados contra la población migrante en el país, ha sido también uno de los argumentos utilizados por el Ministerio de Fomento para justificar el bloqueo del buque Open Arms en el puerto de Barcelona. El Gobierno ha negado en reiteradas ocasiones que se trate de una “decisión arbitraria” y ha defendido que el despacho de salida de los buques “es un acto reglado y entra en un ámbito claramente administrativo”
El Open Arms permanece desde hace más de un mes amarrado en el puerto de Barcelona después de que la Dirección General de la Marina Mercante, dependiente de Fomento, le denegara el permiso de salida tras concluir que, debido al cierre de los puertos europeos, el barco se acaba “viendo forzado” a recorrer largas distancias con los rescatados a bordo por lo que considera que se incumple la normativa marítima. La decisión se repitió días después con el buque vasco Aita mari.
