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Iberia aplicará un recargo a los pasajeros que vayan a utilizar el billete de vuelta sin haber usado el de ida

Un avión de Iberia.

Antonio M. Vélez

Iberia ultima la fórmula para repercutir en sus tarifas la reciente sentencia del Tribunal Supremo que anuló la cláusula conocida como ‘No-Show’ por la que la aerolínea impedía a los pasajeros viajar con el billete de regreso si no habían usado el de ida. Para esos casos, la compañía del grupo británico IAG prevé aplicar un recargo con el objetivo de evitar “prácticas abusivas”.

El director Comercial de Iberia, Marco Sansavini, ha explicado este martes que la compañía ya está “respetando” la jurisprudencia del Alto Tribunal y está dejando de anular esos billetes. Pero ha avanzado, para esos supuestos, prepara un cambio en sus condiciones de venta que se va a publicar “pronto” en su web.

Sansavini ha dicho que no se tratará de un “recargo”, aunque el mecanismo que Iberia tiene en mente se le parece mucho. Cuando esté en vigor esa cláusula, para el caso de pasajeros que no hayan utilizado el billete de ida y quieran emplear el de vuelta, se les cobrará la diferencia respecto al precio que habrían pagado en el momento de la compra por ese vuelo de haberlo comprado por separado.

El directivo ha recordado que, por lo general, y comparativamente, es más barato adquirir un pasaje de ida y vuelta o con varios tramos (en el caso de vuelos con conexión) que un solo trayecto.

“No vamos a aplicar un recargo, vamos a aplicar el diferencial de tarifa que haya”, ha indicado Sansavini. “Aquí de lo que se trata es de proteger al cliente y proteger a la aerolínea, para que no haya prácticas abusivas por ninguno de los dos lados”, ha indicado por su parte el presidente de Iberia, Luis Gallego.

El pasado 13 de noviembre, el Supremo confirmó el criterio de la Audiencia Provincial de Madrid en respuesta a una denuncia de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y consideró abusiva esa cláusula por entender que “supone un desequilibrio de derechos y obligaciones contrario a la buena fe, puesto que a un consumidor que ha cumplido con su obligación, que es únicamente el pago del precio, se le priva en todo caso del disfrute de la prestación contratada, que por razones que pueden ser de naturaleza muy diversa ha decidido o se ha visto impelido a disfrutar solo en parte”.

Para el Supremo, la decisión de abaratar los precios para el caso de la venta conjunta de varios tramos de vuelos es una opción legítima de la aerolínea, pero “no supone que, una vez que la compañía ha comercializado un billete que incluye varios tramos a un precio inferior al que habría supuesto comercializarlos separadamente, la utilización por el cliente de alguno de esos tramos (por ejemplo, en un billete de ida y vuelta, la no utilización de la ida y sí solamente de la vuelta) cause un perjuicio a la compañía aérea, que ha cobrado el precio íntegro del billete que sacó a la venta, sin que la ausencia de un pasajero en el avión incremente sus costes, pues en todo caso sucedería lo contrario”.

Iberia, por su parte, había argumentado que “la utilización indebida de los billetes de ida y vuelta cuando solo se quiere ocupar un trayecto, priva a la compañía de los ingresos más elevados que espera obtener legítimamente de la comercialización de cada trayecto por separado”. La cláusula ‘No-show’, ha recordado Sansavini, “es una práctica que es de la industria, no es de Iberia”.

Fuentes de Iberia subrayan que “en la sentencia, el propio Supremo reconoce el derecho de la aerolínea a no verse perjudicada” y que “dentro de ese marco, redactaremos la nueva cláusula, que no está definida, porque como vosotros mismos habéis visto, hay todo tipo de situaciones y casuística. Cuando decidamos, lo haremos público. En cualquier caso, lo que sí es claro es que, al igual que ya ocurre, el cliente no perderá su billete si no utiliza un tramo”.

Aeropuerto innecesario

En un almuerzo con periodistas, al presidente de Iberia le han preguntado por los planes de un grupo de inversores privados de construir un segundo aeropuerto en la Comunidad de Madrid, en la localidad de Casarrubias. Y en opinión de Gallego, esa infraestructura, que podría despertar el interés de las aerolíneas de bajo coste, no hace falta: “No veo necesidad”, ha indicado el ejecutivo, que ha asegurado que “todavía tenemos espacio” en el aeropuerto de Barajas para atender el crecimiento futuro del tráfico aéreo.

Gallego ha dicho que en Iberia están “seguros” de que Reino Unido y la UE lograrán evitar un Brexit duro que imponga límites a la libre circulación de los pasajeros británicos hacia Europa. Es algo que “no contemplamos”. “Estoy convencido de que no nos vamos a aquedar sin volar de un sitio a otro”.

Otro de los asuntos del acuerdo de salida de la UE que afectan al sector es qué va a pasar con la reglamentación europea que obliga a las aerolíneas a que más de la mitad de su capital esté en manos de inversores de la UE. “Muchas aerolíneas”, no solo Iberia, “pueden tener un problema”, ha indicado Gallego.

Tras un 2018 de “profundo crecimiento” en el tráfico, un 7%, para 2019, la compañía abrirá en 2019 otras nueve rutas: Oslo y Bergen, en Noruega, así como Génova, Bari, Verona, Bastia (Córcega), Zadar (Croacia) y Corfú. Además, la aerolínea fortalecerá su presencia en rutas que ya opera en Europa, África y América Latina.

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