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Rato cobró de varias empresas del Ibex mientras era vicepresidente del Gobierno de Aznar

El Gobierno de José María Aznar posan antes de una reunión del Consejo de Ministros. Algunos de sus miembros cobraron supuestamente remuneraciones mientras ostentaban el cargo / EFE

Belén Carreño / Pedro Águeda / Raúl Sánchez

El informe de la Agencia Tributaria sobre los negocios de Rodrigo Rato es un retrato demoledor del otrora vicepresidente del Gobierno y director gerente del FMI. La ONIF (la oficina de investigación de Hacienda) ha desmenuzado en su informe de 642 páginas la forma de lucrarse y de defraudar al fisco del exdirigtente del PP, que hunde sus raíces en su llegada al Gobierno y que se extiende más allá de su imputación en el caso de las tarjetas black. Veinte años de negocios a espaldas de la opinión pública y de Hacienda.

El relato de la Agencia Tributaria comienza así: “A los meses de llegar don Rodrigo Rato a la Vicepresidencia del Gobierno, los tres hermanos Rato Figaredo (don Ramón, ya fallecido, doña Mª Ángeles y don Rodrigo) constituyen la sociedad dedicada a la publicidad COR Comunicación. No comparecen en el acto fundacional los tres hermanos aunque este auxilio judicial entiende acreditado que, desde su inicio, la mayor parte de su accionariado (y los beneficios que de ello derivan) ha correspondido a los tres hermanos mencionados. Don Rodrigo Rato adquiere formalmente su completo control accionarial desde finales del 2013”.

Esta sociedad, COR Comunicación, tiene como objetivo principal hacer publicidad con las “empresas gordas” como los Rato califican a sus clientes. Estas empresas estaban en pleno proceso de privatización o aún tenían parte de control estatal. Es el caso de Endesa, Aldeasa, Tabacalera, Paradores de Turismo, Retevisión y Logista entre otras.

Pese a los intentos de los hermanos Rato por ocultar la propiedad de esta sociedad con testaferros, la ONIF asegura que son los propietarios últimos de COR, tal y como se refleja en documentos internos de junio de 1997. De la misma fecha es el plan de negocio de la compañía que centra su actividad en vender publicidad a Telefónica (que se privatizó ese mismo año), Tabacalera (privatizada completamente en 2005), Páginas Amarillas (que pertenecía a Telefónica) o Repsol (que se privatizó totalmente en 1997).

El informe también cita relaciones de ventas a clientes de la compañía en 2002. Aquel año la empresa de los Rato facturó dos millones de euros a Endesa, más de 450.000 euros a Paradores (completamente pública y en la que trabaja ahora la exesposa de Rato, Ángeles Alarcó), Logista (privatizada por completo en 2005) 195.000 euros, y Retevisión (privatizada en 1997 que pasó a llamarse Amena).

Según fuentes del sector, COR se dedicaba a hacer cuñas publicitarias de radio y era ampliamente conocido que pertenecía, al menos, a Ramón Rato, el hermano fallecido, aunque no se reconociera así en los papeles.

Sin embargo, Hacienda constata que la sociedad nace “de forma opaca, esto es, ocultándose a su más relevante accionariado real, dado que su negocio era contratar servicios de publicidad con algunas de las principales empresas [...]. Y muy especialmente si, como en el caso de ”Paradores de Turismo“, se trataba de una sociedad cuyo capital era y es de titularidad pública y cuyo accionista único es la Dirección General de Patrimonio del Estado, del Ministerio de Economía, y por tanto representado en última instancia por el propio don Rodrigo Rato”.

Durante su mandato en el FMI

La historia de COR se prolonga y fortalece más allá de la etapa de Rato en el Gobierno. Según el informe, Banco Santander hace pagos a esta sociedad desde 2004 hasta 2015. Cabe recordar que Rodrigo Rato ostentó el cargo de director gerente del FMI desde 2004 a 2007, y que debería haber aparcado sus negocios por incompatibilidad durante esa época.

El informe se centra en los años no prescritos, desde 2008 hasta 2015, en los que Santander ingresa a Rato, bien como persona física o bien mediante la sociedad COR 1,7 millones de euros.

“COR Comunicación ha tenido como cliente al Banco de Santander desde el ejercicio 2004 de forma ininterrumpida hasta el ejercicio 2014. Las cantidades que ha percibido por los servicios prestados han oscilado ligeramente cada ejercicio pero se mantuvieron estables desde el 2008 al 2012 en 108.000 euros”, describe el informe. A lo largo de esta relación comercial, Rato fue en dos momentos, además, asesor personal de la entidad financiera. En una primera etapa al dejar el FMI, entre 2007 y 2010 por la que recibió “unos honorarios de 157.687, 199.371 y 42.941 euros”.


Evolución de los pagos realizados por el Banco Santander a Rodrigo Rato y sus sociedades

Fuente: Agencia Tributaria/ONIF

Según recalca la ONIF, en este trienio los ingresos de COR permanecieron invariables. Sin embargo, en 2012, con la salida de Rato de Bankia para su rescate y el salto al consejo asesor internacional de Banco Santander la situación cambia.

Según el informe, ingresa como persona física en “2013, 2014 y 2015 las cantidades de 75.00 euros, 150.000 y 75.000 euros”. Pero, además, “a diferencia de lo sucedido en el 2008, la facturación de Comunicación sí se vio alterada. COR firmó un nuevo contrato con el Banco de Santander en el que, además de continuar con el contrato antiguo, se añadían nuevos servicios por importe de 177.000 euros, 132.000

y 132.000 euros“.

Además, en 2015 COR vende a Banco Santander un inmueble por más de 175.000 euros.

Este incremento de la facturación por publicidad no se traduce en un aumento del negocio por parte de la empresa de Rato. “Pese a haber aumentado un 300% la facturación a Banco Santander, el pago a proveedores por los servicios se mantuvo constante”, asegura la Agencia Tributaria. En los registros, los inspectores no encontraron pruebas de banners publicitarios ni de ningún trabajo realizado para el banco y aseguran que en el contrato por el que se establece un pago fijo de 200.000 euros, “no se establece qué servicios se deben prestar”.

Ante todas estas evidencias el fisco concluye que “estamos ante unos servicios inexistentes (no así el contrato inicial), que supondrían el negocio simulado, para ocultar el verdadero negocio, el negocio disimulado, que no es otro que la

participación del señor Rato en el Consejo Asesor del Banco de Santander“.

A estos negocios hay que sumar también los que hizo su empresa Publicis con Bankia durante los dos años que estuvo al frente.


Evolución de los pagos realizados por el grupo Caixabank a Rodrigo Rato y sus sociedades

Fuente: Agencia Tributaria/ONIF

Santander no fue la única empresa del Ibex que hizo pagos a Rato por sus labores de asesoría que la Agencia Tributaria cree que tendrían que haber tributado por el IRPF, lo que no ocurrió. Telefónica y La Caixa también abonaron cuantiosas cantidades a sociedades de Rato que deberían haber tributado por la vía de los rendimientos del trabajo. De La Caixa cobró como persona física pero también como persona jurídica, de nuevo mediante COR comunicación. En total, la acusación es que escamoteó a Hacienda algo más de 440.000 euros.

En el caso de Telefónica, la Agencia Tributaria cree que faltan 730.000 euros por tributar correspondientes a 2013, 2014 y 2015. A diferencia de La Caixa y Santander, Rato utilizaba la sociedad Kradonara para sus relaciones con la operadora.

Dentro de esta ristra de pagos que se suceden por parte de estas grandes empresas en dos décadas llama especialmente la atención los desembolsos que se hicieron durante 2015. En octubre de 2014, saltó a los medios el caso de las tarjetas black por la que se sucedieron rápidamente las dimisiones. Fue en ese momento cuando Ana Patricia Botín, que acababa de coger las riendas del banco, prescindió de Rato oficialmente al cargarse el consejo asesor en el que estaba nombrado.


Pagos realizados por Caixabank, Santander y Telefónica a Rodrigo Rato y sus sociedades

Fuente: Agencia Tributaria/ONIF

La Caixa también aseguró que se desentendía de sus servicios (que prestaba con la filial Servihabitat) en septiembre de 2014. Telefónica aguantó públicamente la vinculación con Rato hasta abril de 2015, cuando las cámaras grabaron la detención del exministro en la puerta de su casa.

Sin embargo, Rato y sus empresas facturaron al menos 600.000 euros de estas tres grandes del Ibex en 2015.

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