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La “Europa fortaleza”, vista en la lente del fotoperiodismo: “porteros de discoteca” impiden la entrada de migrantes

Una mujer observa una de las fotografías que componen Éxodos, la exposición de Sergi Cámara en Vitoria

Rubén Pereda

Vitoria —

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Es una playa del norte de Europa, pero la estampa que se podría creer típica, con gente tumbada en hamacas tomando el sol, se ha visto sustituida por un ir y venir de policías y militares, por gritos y carreras, por broncas y amenazas y llantos de desesperación. A una mujer, con su hijo en brazos, se le dibuja un gesto de pena en el rostro mientras ve cómo la silueta de una barca, que era toda su esperanza para cruzar el canal de la Mancha y llegar desde Francia hasta Inglaterra, se va difuminando en el horizonte. La embarcación, en la que tenía derecho a viajar después de haber abonado un abusivo pago de más de 2.500 euros, se aleja y, con ella, la esperanza de prolongar un viaje que había emprendido cientos y cientos de kilómetros más al sur.

Es una de las estampas —y no solo las hay fijas, porque las fotografías van acompañadas de vídeos— con las que Sergi Cámara ha documentado la realidad con la que se dan de bruces los migrantes. “Se da una paradoja: estamos poniendo fronteras a la llegada de los migrantes, pero tampoco se les está dejando salir de Europa para ir a Inglaterra”, lamenta. Asegura que los anglosajones están bañando con millones de euros a Francia para que ejerza de “portero de discoteca” y reduzca el flujo migratorio con dirección norte. “Esta es la Europa fortaleza. Estamos militarizando las fronteras, poniendo policías y militares. Cada vez está habiendo más violencia contra estas personas migrantes”, asegura. Según datos brindados por él mismo, el año pasado murieron 84 personas en la ruta del canal de la Mancha, catorce de ellas menores.

la ruta que hacen muchos jóvenes de Marruecos, dibujada en uno de los panele de la exposición

Las playas de Dunquerque, donde se desarrollan estas escenas, son apenas uno de los muchos puntos rojos que inundan el mapa de coberturas periodísticas que Cámara ha ido confeccionando a lo largo de los años. Esta semana ha participado en la undécima edición de las jornadas de 'Periodismo a pie de calle' que se celebran en el palacio de congresos Europa de Vitoria. Su historia se retrotrae hasta 2004. Estaba tomando un café cuando un breve de periódico llamó su atención sobre la valla de Melilla. Al cabo de una semana, con los pocos ahorros que tenía y doce carretes, se presentó allí. “Un breve en un periódico se convirtió en un trabajo de diez años”, rememora. De forma paralela a su biografía, la valla de Melilla ha ido creciendo con él, y se ha encargado de dar a conocer historias personales y documentar agresiones y otras violaciones de derechos. “La fotografía tiene un gran poder de concienciación. Yo no pretendo cambiar el mundo con una foto, pero me interesa que algunas mentes hagan clic”, asevera.

“Cada año se construyen más muros”

Ante un auditorio muy nutrido de oyentes, Cámara ha trazado un viaje por una Europa que tacha de fortificada. “Cada año se celebra en la puerta de Brandenburgo la caída del muro de Berlín con fuegos artificiales, pero cada año se construyen más muros en Europa”, comenta, con ironía. “Estamos contratando a porteros de discoteca de la cresta europea para que no les dejen [a los migrantes] entrar a la fiesta europea. Como no se hace en territorio europeo, se tapan los ojos y nadie dice nada”, lamenta. Son personas, y Cámara lo tiene bien documentado a través de decenas de testimonios, que dejan atrás no solo una vida y una biografía, sino también a familiares y amigos. Cruzan desiertos, andan miles de kilómetros, llegan a montañas nevadas del centro de Europa para las que no están adecuadamente pertrechados y se topan al cabo de toda la odisea con una policía que los bloquea y los expulsa con gases lacrimógenos. Y hay un importante componente psicológico también, pues muchos de esos Ulises que recorren kilómetros y kilómetros llevan poca carga material a las espaldas, pero una responsabilidad muy grande para con los familiares que han dejado atrás. “Están con la presión de llegar y trabajar y algunos se quedan sin poder ir ni hacia adelante ni hacia atrás. Algunos se desesperan y se acaban suicididando”, retrata.

Unos jóvenes migrante, escondidos para cruzar la frontera en Irún

Ceuta, Melilla, el Mediterráneo, Lesbos, Turquía, los Alpes entre Italia y Francia, Horgos entre Serbia y Hungría, Dunquerque, el Kurdistán iraquí... Son puntos marcados en rojo en el mapa de trabajos de Cámara, un documentalista al que en Vitoria se ha presentado como alguien para el que valen más un par de botas acompañadas de trabajo duro y dedicación que una buena cámara. Inspirado siempre por el trabajo de compañeros como Cristina García Rodero y Gervasio Sánchez, en 2020 publicó el libro 'Negro' sobre su trabajo en la valla de Melilla. Sus fotografías y vídeos le han merecido la concesión de los premios José Couso y el de Periodismo Solidario Memorial Joan Gomis.

Cámara opta por no esconderse tras sus fotografías, sino que eleva la voz ante el auge de los discursos de odio. “Se criminaliza a personas por buscar una vida mejor con el objetivo de generar miedo y ganar votos y unas elecciones”, lamenta. “El término 'mena' se utiliza ya como un término discriminatorio: ya no es un menor no acompañado, porque la ultraderecha ha conseguido meternos el miedo”, expresa. Ante esto, la alternativa, dice, es dar a conocer y hacer esfuerzo por informarse. Su trabajo, eso sí, no es sencillo en el plano psicológico y en ocasiones se requiere de apoyo psiquiátrico. Para quien ve sus fotografías, es posible que los rostros que figuran en ellas sean simplemente eso, rostros, pero para él tienen una significación mucho mayor: son personas, con su vida y sus experiencias, con las que ha conversado y que se le quedan fijadas en la mente mucho tiempo después. “Se queda mal cuerpo, pero son cosas que se tienen que saber. Entiendo que cada persona tiene su vida y sus problemas, pero lo cierto es que hay personas que prefieren no ver y mirar hacia otro lado”, lamenta.

Hasta el 14 de septiembre, puede verse en el exterior del palacio de congresos una exposición de Cámara, titulada 'Éxodos', con fotografías de diferentes lugares en los que ha llevado a cabo coberturas. “Cada día, miles de personas dejan atrás su hogar. No por elección, sino por necesidad. Huyen de la guerra, del hambre, de la violencia. Caminan con lo poco que pueden cargar, llevando en los brazos a sus hijos e hijas y en el alma la esperanza de un lugar seguro. Se les criminaliza, se les utiliza para generar miedo y odio por el solo hecho de buscar un futuro mejor para ellas y sus familias, como haríamos todos nosotros. Es un viaje de resistencia, de dignidad, pero en el que también mueren miles de personas”, se explica en uno de los paneles. Hay instantáneas de Irún, Serbia, Hungría, Colombia, Panamá y Estados Unidos, entre otros lugares.

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