Euskadi plantea una renta de hasta 785 euros para los pensionistas con menos recursos
La reforma de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) vasca, la prestación social más importante que hay en España, empieza a tomar cuerpo. PNV y PSE, socios en el Gobierno vasco, han presentado en el Parlamento de Vitoria una proposición para la reforma de la Ley para la Garantía de Ingresos y la Inclusión en la que se crea una renta específica para los pensionistas con menos recursos y redefine las unidades convivenciales. Además, la iniciativa de los partidos del Gobierno propone que la RGI deje referenciarse al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y se vincule a un Indicador de Gastos Mínimos Comunes en Euskadi.
El texto se basa en el documento de medidas que la consejera de Empleo, Beatriz Artolazabal presentó en el Parlamento en mayo de 2017. A lo largo de sus 107 artículos, redefine las unidades convivenciales, concepto que amplía al de familias, e incluye “nuevas realidades”, como las personas que comparten vivienda sin relación familiar entre ellas.
Además, pretende que la RGI establecezca un nuevo criterio de forma que deje de referenciarse al Salario Mínimo Interprofesional (SIM) y lo haga respecto a un Indicador de Gastos Mínimos Comunes en Euskadi.
La unidad de convivencia estará constituida por “las personas que residan conjuntamente en el mismo domicilio”, con independencia de “las formas de relación jurídica, afectiva o familiar existentes entre ellas, y de la situación que haya ocasionado la convivencia”. Todas deberán constar como inscritas en el padron municipal.
Con carácter general, la propuesta establece una única prestación por unidad de convivencia. Sin embargo, “aun cuando se resida junto a otras personas en un mismo domicilio, podrán coexistir unidades de convivencia diferenciadas entre sí cuando se reconozca la existencia de alguna unidad de convivencia excepcional”. Podrán tener consideración de unidades de convivencia excepcionales las víctimas de maltrato en el ámbito familiar, objeto de desahucio, separación o divorcio, entre otros casos
La cuantía base por unidad de convivencia se establece en 455 euros y aumentará, con distintos complementos, en función del número de personas en la unidad convivencial. La renta máxima garantizada para una unidad de convivencia primaria de un solo miembro ascenderá a 659,75 euros, 15 euros más que en la actualidad.
Los complementos serán mayores si en la unidad convivencial hay menores en riesgo de exclusión, en el caso de familias monoparentales, discapacidad o cuando haya víctimas de maltrato en el ámbito familiar.
Renta para pensionistas
Junto a la Renta de Garantía de Ingresos, se crea la Renta Garantizada para Pensionistas, dirigida a las personas integradas en un núcleo pensionista que no dispongan de ingresos suficientes para hacer frente a los gastos asociados a sus necesidades básicas. La renta máxima para este colectivo se establece en 784 euros, frente a los 732 que perciben con el actual sistema, lo que suponen 52 euros más.
El texto incluye la previsión del derecho para personas refugiadas, con circunstancias excepcionales a la hora de cumplir determinados requisitos que asumidos en la proposición de ley, ya que se les excepciona del requisito de empadronamiento.
El nuevo texto también incluye previsiones para “mejorar la eficacia de las prestaciones”, a través de una simplificación de los procedimientos de tramitación y gestión. En este sentido, se busca que los perceptores no se vean perjudicados en caso de que se generaran cantidades indebidamente percibidas.
El objetivo del Gobierno con esta reforma es hacer sostenible un modelo de prestaciones que ha colocado a Euskadi en la vanguardia de las políticas sociales. La RGI ha evitado que más de 132.000 personas sufran cada año situaciones de pobreza.