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José Luis Bilbao se presenta olvidadizo a los tribunales ante la demanda de 30 millones del empresario Jabyer Fernández'

El empresario Jabyer Fernández, con José Luis Bilbao

Iker Rioja Andueza

Hace un lustro, cuando el influyente José Luis Bilbao (PNV) empezaba a despedirse de la primera línea política, aseguró que nunca escribiría sus memorias y que guardaría bajo siete llaves los secretos sobre “fajos de billetes” en negro que había conocido en su dilatada trayectoria institucional. Ahora, quizás, no podría redactar ese libro. “Uno se va haciendo mayor y esos ocurrió hace más de doce años”, ha asegurado este martes ante la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco cuestionado por uno de los episodios más polémicos de su mandato como diputado general de Bizkaia (2003-2015), su relación con el empresario Jabyer Fernández.

Fernández, tras salir a la cárcel adonde fue enviado por la quiebra de la constructora Iurbenor -que llegó a patrocinar el Bilbao Basket por mediación del político nacionalista-, demanda a la Diputación unos 30 millones de euros por haber incumplido los convenios firmados para impulsar un proyecto de construcción de viviendas modulares a través de Habidite. Este martes se ha celebrado en Bilbao una vista con las comparecencias de los testigos y José Luis Bilbao, recolocado desde 2015 como presidente del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, ha optado por el “no recuerdo” y el “no sabría decir” para defenderse. Hasta 26 evasivas ha contado 'El Mundo'.

Según Fernández, Habidite iba “viento en popa” y estaba bendecido políticamente hasta el punto de que Bilbao lo apadrinó en período electoral con la promesa de que iba a generar 1.100 empleos. Pero “una actitud negligente” de la Diputación cuando se truncaron las relaciones entre Bilbao y el empresario, siempre según su versión, cerró el grifo de las subvenciones y aguó todos los planes. “Que se sepa la verdad y se haga Justicia”, ha clamado el expreso. 

Bilbao, por su parte, se ha limitado a reseñar que “el movimiento de papeles era tremendo” en la Diputación preguntado por una carta que le remitió Fernández, que no es capaz de recordar si se reunión con él y que no tiene constancia de cómo se dejaron sin efecto los convenios sobre Habidite. “No era Superman”, ha llegado a manifestar el exdiputado general. Fernández le afea que la Diputación “autorrecuriera” esas subvenciones a Europa y Bilbao sí ha dejado claro que aquello fue una consulta para determinar si ese dinero público podría ser tachado como ayudas de Estado ilegales. 

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