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Nicolás de Miguel: un lehendakari para Torremolinos

Nicolás de Miguel, candidato a lehendakari de Ciudadanos.

Iker Rioja Andueza

Torremolinos puede tener a partir de mayo un lehendakari. El hasta octubre líder de Ciudadanos en Euskadi y en 2016 rival de Iñigo Urkullu, Maddalen Iriarte o Alfonso Alonso en las autonómicas, Nicolás de Miguel, parece llamado ahora a ser cabeza de cartel del partido naranja en la la localidad malacitana, ubicada a 891 kilómetros de Ajuria Enea, según han recogido ya varios medios locales. La formación de Albert Rivera completará la confección de candidaturas en toda España entre febrero y marzo.

De confirmarse esta proclamación como candidato, De Miguel completaría su enésima pirueta política. Este donostiarra nacido en 1963 militó de joven en Izquierda Unida. Con el nacimiento de UPyD, se afilió al partido de Rosa Díez, del que llegó a ser coordinador en Euskadi. Más tarde ocupó ese mismo cargo en Ciudadanos, lo que le llevó a ser candidato a lehendakari en 2016.

En la campaña de hace tres años, De Miguel concedió una entrevista a este periódico y habló sobre su singladura política:

-¿Qué le lleva a alguien en la vida de IU a Ciudadanos pasando por UPyD?

-Entre otras cosas, la edad. Todo hay que contextualizarlo. Yo, Nicolás, nunca he vivido de la política orgánica. Siempre en la política he puesto de mi tiempo y de mi hacienda. Siempre he sido un ciudadano con vocación de servicio público. Siempre me he sentido comprometido con la sociedad. Vengo de una familia de librepensadores. He tenido esa suerte. Una familia muy abierta, muy tolerante y que me ha educado como ciudadano.

Esas autonómicas fueron un rotundo fracaso para Ciudadanos, entonces subido en la ola de su éxito en las generales de junio de ese año. De Miguel aspiraba a ser como Inés Arrimadas en Euskadi pero ni siquiera logró ocupar el espacio que había dejado libre UPyD, con un escaño en el Parlamento Vasco desde 2009. Antes, en las municipales de 2015, la cosa no fue mucho mejor: un concejal en Getxo y otro en Laguardia. A ello se sumaba un electo en las Juntas Generales de Álava que acabó fuera del partido.

De Miguel continuó al frente de la formación naranja en Euskadi hasta otoño, cuando fue relevado por Luis Gordillo. Fuentes de Ciudadanos aluden a que De Miguel estaba en una “situación de transitoriedad” desde el congreso nacional de 2017, donde el partido se había dotado de nuevas estructuras autonómicas. En paralelo, había ocupado un puesto de asesor en el grupo parlamentario de La Rioja, algo que fue considerado “ilegal” por algunos críticos.

En Torremolinos, donde lleva instalado varios meses, De Miguel se ha encontrado con una organización municipal dividida. Ciudadanos, en cambio, tiene opciones reales de ganar las elecciones. En las autonómicas de diciembre fue la segunda fuerza con más del 20% de los votos, el mejor resultado de siempre y sólo superado por el PP. Este periódico ha tratado sin éxito de contactar con el político, que acompañó a la delegación de Ciudadanos en Málaga a la manifestación a favor de la unidad de España y contra el Gobierno socialista de este domingo en Madrid.

Mientras, en Euskadi sus sucesores intentan armar una estructura que sea competitiva en las próximas citas con las urnas. Ciudadanos cuenta con una base social de unas 300 personas en los tres territorios y rematará su oferta electoral dentro del proceso general que se abrirá en toda España entre febrero y marzo, con la incógnita de qué puede ocurrir con las generales. El reglamento interno obliga a celebrar primarias cuando hay más de 400 afiliados en una agrupación, algo que obviamente no ocurre en ninguna de Euskadi.

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