Las instituciones asumen que la iglesia de Zaramaga no podrá ser escenario del 50 aniversario de la masacre del 3 de marzo

El Instituto de la Memoria (Gogora) da ya por hecho que será imposible utilizar la iglesia de San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga de Vitoria para recordar el quincuagésimo aniversario de la masacre del 3 de marzo de 1976, que tuvo lugar allí mismo. El director del organismo, Alberto Alonso, ha indicado que podrían pasar “meses” hasta que se acometa el traslado efectivo de la colección de belenes que en los últimos años ha estado allí expuesta primero y simplemente almacenada después, bloqueando los avances del memorial proyectado en ese templo ya sin culto desde hace un lustro.

Alonso ha indicado que como la operación tendrá un coste superior a 15.000 euros hay que abrir un proceso de licitación ordinario y luego adjudicar los trabajos. En los últimos meses, el Obispado -que había cedido en su momento el templo a los titulares de los belenes- y el resto de instituciones en el patronato del Memorial han vivido momentos de tensión por estos pesebres. “No sabemos si en marzo los belenes estarán o no fuera en marzo”, ha admitido en euskera el responsable de Gogora, que este lunes ha mantenido dos reuniones en la sede de Lakua. La primera ha sido el patronato de la fundación detrás del Memorial -que sienta a Gogora con Ayuntamiento de Vitoria, Diputación de Álava, Iglesia católica y las entidades Martxoak 3 y Memoria Gara- y la segunda una cita exclusivamente con las asociaciones de víctimas.

Gogora celebrará un acto institucional el 3 de marzo de 1976, paralelo a otras conmemoraciones ya anunciadas por el Ayuntamiento y por las víctimas. Alonso ha ironizado que, finalmente, las fuerzas “sobrenaturales” han ganado la partida. “Todos desearíamos que el lugar fuera la iglesia, pero la mejor conmemoración es el acompañamiento de la sociedad y una fundación que marcha”, ha manifestado.

Las víctimas, representadas por Nerea Martínez, han explicado que no le dan tanta importancia al uso o no del templo en esa simbólica jornada sino a que, en ese momento, el Memorial esté más definido en cuanto a contenidos y proyecto museográfico. “Es mucho más importante no abrir una iglesia vacía sino avanzar en esos contenidos, que la voz de la sociedad divil y las víctimas tenga un peso importante. Eso sería el mejor homenaje, ver que estamos avanzando en construir algo digno”, ha expuesto Martínez a los medios de comunicación tras las reuniones.

El patronato, en todo caso, ya ha acordado iniciar otros trabajos de adecentamiento de un templo que, literalmente, se cae a pedazos. Con un presupuesto de unos 78.500 euros se harán trabajos de jardinería en el exterior, de arqueología para mapear los restos de los impactos de bala de 1976 y, ya después, las propias obras para eliminar goteras y arreglar la cubierta. Alonso ha indicado que las tareas arrancarán en cuando las empresas adjudicatarias, ya elegidas, tengan “disponibilidad”. Ha indicado que si puede ser “en los próximos días”, mejor.

En paralelo, se ha configurado una “comisión” para agilizar los trabajos de configuración previa del Memorial, que fue presentado hace ya casi cinco años, en el cuadragésimo quinto aniversario. Será un formato más ágil para tomar decisiones sin que sea preciso reunir a las autoridades. Martxoak 3 se ha felicitado también de que va a poder pasar a utilizar para sus visitas un espacio mucho mayor que el minúsculo rincón de que dispone en la actualidad por cesión de la Iglesia católica y que, además, ya no tiene ni siquiera visión del conjunto del templo, una obra de Luis Peña Ganchegui.