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Suicidio: hablar para no tener que llorar

Andoni Anseán Ramos, Cristina Blanco Fernández de Valderrama y Jon García Ormaza, los expertos del seminario "Rompiendo el tabú del suicidio"

Rubén Pereda

“Hay que poner nombre a los problemas, porque, de lo contrario, no existen”. Es una de las máximas de Andoni Anseán Ramos, presidente de la Sociedad Española de Suicidología, que considera imprescindible hablar del suicidio, un tema que hasta ahora ha estado invisibilizado. En Euskadi, se suicida una persona cada dos días, 180 al año; es, de hecho, la principal causa de muerte no natural. Con el objetivo de ilustrar sobre este asunto, la asociación Asafes ha organizado en Vitoria-Gasteiz el seminario 'Rompiendo el tabú del suicidio'.

Silenciado durante años hasta el punto que se recomendaba que los medios de comunicación no informaron de ello, los expertos coinciden ahora en que es necesario hablar sobre suicidio para poder abordarlo con mayor efectividad. Anseán ha estado acompañado de Jon García Ormaza, psiquiatra y experto en el tema, y Cristina Blanco Fernández de Valderrama, cofundadora de la Asociación Vasca de Suicidología, para aportar luz, ante más de un centenar de profesionales diferentes ramas, sobre esta oculta problemática.

“El suicidio existe”

Anseán opina que no hablar del suicidio evita que se ahonde en el problema y se den pasos en busca de soluciones. García considera necesario “tratar el tema con sensibilidad, de manera coherente y sensata”. Una medida efectiva, dice, sería dar visibilidad a personajes conocidos que hayan tanteado con el suicidio y ahora, habiendo superado sus problemas, transmitan esperanza. “La gente tiene derecho a morir dignamente, pero creo que todos aquellos que se suicidan lo hacen para dejar de sufrir”, apostilla. La complejidad del suicidio implica que, para poder avanzar en la prevención, se detecten los factores de riesgo, pero también aquellos que ejercen una función protectora.

En esta misma dirección, el Gobierno vasco ha puesto en marcha una Estrategia de Prevención del Suicidio, con nueve áreas y 57 medidas específicas para tratar de atajar el problema “La prevención tiene que abordarse de manera integral, global, desde todos los ángulos, y este plan se ajusta a ello”, asegura Anseán, que destaca los aciertos en materia de “posvención”, que incluye medidas para los supervivientes y también para aquellas personas que han perdido a personas cercanas. “Ha quedado muy completo y puede ser un referente para los siguientes diez años”, alaba el experto. Entre otras medidas, el plan contempla, entre otros aspectos, la creación de un espacio específico dentro del Observatorio de Salud, la elaboración de un mapa de suicidios y el refuerzo del control sobre los elementos potencialmente letales.

Prevención y pedagogía

Coinciden los expertos en que el del suicidio es un problema de salud pública, que atañe al conjunto de la sociedad. “Toda la población ha de ser agente en la prevención del suicidio —sostiene Anseán— desde el carnicero con el que se relaciona la persona hasta la psiquiatra que la atiende”. Con esa idea en mente, ha desarrollado, en colaboración con la Fundación Salud Mental, una aplicación móvil, ‘Prevensuic’. Destinada a personas con conductas suicidas, familiares, allegados y profesionales sanitarios por igual, tiene como objetivo hacer la prevención y la ayuda más accesibles, disponibles en el bolsillo.

La pedagogía, además, puede comenzar desde la infancia. Así lo cree García, que considera imprescindible “un currículum académico con aprendizaje emocional”. La autoestima es esencial y algo, asegura, en lo que se educa. En su opinión, es necesario que se identifiquen, desde la juventud, diferentes “sentidos de la vida”, motivos para vivir, de modo que, cuando falte alguno, no se pierda la esperanza de vivir. Y eso, recalca, empieza en la escuela.

Tras años de silencio e invisibilidad, la estrategia de prevención y este seminario organizado por Asafes arrojan algo de luz para iluminar un tema del que ha de hablarse. “El suicidio puede ser prevenido o llorado. Nosotros intentamos lo primero, para que nadie tenga que hacer lo segundo”, zanja Anseán.

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