Adjudicado el proyecto para electrificar la línea de tren convencional Talayuela-Toledo

La empresa pública Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha adjudicado a la empresa Saitec la consultoría y asistencia técnica para la tramitación ambiental, y redacción del proyecto técnico para electrificar la línea ferroviaria convencional entre Talayuela (Cáceres) e Illescas (Toledo), un total de 157 kilómetros pertenecientes a la línea Madrid-Cáceres.

La adjudicación se ha publicado este lunes 19 y los técnicos de Adif han elegido a la empresa Saitec de entre un total de siete ofertas, por un total de 1,371 millones de euros y un plazo de ejecución de 36 meses.

Esto significa que entre la redacción de este documento-proyecto, la posterior tramitación y esperada aprobación ambiental por parte del Ministerio competente, y finalmente la adjudicación de la obra por parte de Adif y su realización, los trabajos podría considerarse que estarán terminados en el entorno del año 2030.

La electrificación de este tramo de vía convencional viene a tratar de remediar el retraso que se está produciendo en el tramo de la nueva línea de alta velocidad (LAV) entre Talayuela/Oropesa y Toledo debido a las alegaciones y peticiones hechas por la Junta de Castilla-La Mancha y los ayuntamientos de Toledo y Talavera de la Reina, aceptadas por el Ministerio de Transportes, y que implican entre otras cosas la construcción de una nueva estación en Toledo inicialmente no prevista.

Extremadura es la víctima de este retraso que hará imposible que la LAV Madrid-Extremadura-Frontera portuguesa esté completamente terminada en el último plazo oficial, 2030 se decía, que se dio a finales de 2020.

Ante ese bloqueo del trazado en Castilla-La Mancha, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunció el verano pasado la electrificación de esta otra línea convencional que es la que actualmente funciona entre Plasencia y Madrid, pero posteriormente la noticia adelantada por elDiario.es Extremadura de que solo la redacción del proyecto iba a durar tres años, 36 meses, causó el rechazo hasta del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

La electrificación exigirá entre otras obras la construcción de sendas subestaciones eléctricas en Torrijos y Calera en la provincia de Toledo.