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El sector turístico celebra el furor viajero en verano pero mira con inquietud al otoño: “La incertidumbre es enorme”

Varias personas disfrutan de la playa de s'Arenal, en Mallorca.

Esther Ballesteros

Mallorca —
6 de agosto de 2022 22:19 h

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Optimistas ante la intensa reactivación de la ocupación hotelera durante este verano, pero cautos a la hora de mirar hacia el otoño. Así se muestran los hoteleros españoles respecto a una temporada estival que ha permitido dar un soplo de aire fresco al sector y desterrar los temores infundidos por la pandemia de la COVID. Una tregua sobre la que, sin embargo, se cierne ahora la incertidumbre acerca de cómo afectarán la actual espiral inflacionista y el conflicto bélico en Ucrania a una industria que, en palabras de la Comisión Europea, se ha erigido desde verano de 2021 en el principal motor económico del país.

“Los clientes siguen confiando en el destino turístico español”, señalaba a principios de esta semana el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal, quien expresaba su satisfacción ante la “potente” recuperación del turismo británico y alemán y de otros mercados emisores –aun con los retrasos y cancelaciones registrados en los aeropuertos españoles como consecuencia de las huelgas de tripulantes de Easyjet y Ryanair–, si bien se mostraba prudente respecto a otoño, “con la espada de Damocles” –en alusión a la escalada de precios y la merma del gasto turístico de los hogares– planeando sobre la actividad económica y, en especial, sobre el sector hotelero.

Si la pasada Semana Santa, con el cartel de 'completo' colgado en numerosos establecimientos hoteleros, superaba las expectativas en cuanto a ocupación y anticipaba lo que se preveía como un verano con cifras récord, la temporada estival se desarrolla con cifras similares a las de 2019. Una reactivación motivada gracias al “imprevisto furor viajero” detectado en toda Europa desde el pasado mes de marzo, como apuntaba recientemente, por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), José Luis Zoreda.

Y es que, en junio, de acuerdo a los datos difundidos esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España recibió 7,5 millones de turistas internacionales, lo que supuso más que triplicar (+236,6%) la cifra registrada el mismo mes de 2021, cuando arribaron 2,2 millones de turistas extranjeros. Respecto al gasto efectuado por estos viajeros en nuestro país, la cifra alcanzó los 8.993 millones de euros, un 271,3% más respecto a junio del año pasado, cuando se situó en 2.422 millones. En relación con los seis primeros meses de 2022, el número de turistas que visitaron España aumentó un 457% respecto a la cifra registrada el pasado ejercicio, superando los 30,2 millones.

Eso significa que tenemos un sector turístico fuerte y pujante. Si siguen así los datos, muy probablemente estaremos superando, recuperando, los niveles previos a la pandemia de visitas del sector turístico internacional”, proclamaba el pasado martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras despachar en Palma con el rey Felipe VI. A su juicio, los datos turísticos publicados por el INE “demuestran la solidez del comportamiento económico de nuestro país”.

Balears y Canarias, líderes en la recuperación de turistas internacionales

En este contexto de reactivación, Balears y Canarias asoman como líderes de la recuperación en lo que a viajeros internacionales se refiere, favorecida por el regreso del turismo británico, que representa este verano uno de cada cuatro pasajeros. “Nuestras islas se aproximan así a las cifras prepandemia en un inicio de temporada alta para la que tenemos perspectivas realmente alentadoras, incluso en el actual contexto de alza de los precios”, valoraba a mediados de julio la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.

En concreto, Balears encabeza la nómina de comunidades autónomas que en junio recibieron más llegadas de turistas extranjeros, con un 24,5% del total. Le siguen Madrid (19,7%), Catalunya (19,5%), Andalucía (12 %), Canarias (11,15%) y la Comunitat Valenciana (10,3%). Respecto a los mercados emisores, la llegada de británicos ha repercutido en todas las regiones –con dos millones de pasajeros llegados a los aeropuertos españoles–, pero se hace patente especialmente en Balears. Alemania es el segundo país en número de turistas, con 1,3 millones de viajeros que se dirigieron fundamentalmente al archipiélago balear. Italia emitió 716.042 pasajeros, que volaron principalmente a Catalunya y Madrid, mientras que 647.834 personas se desplazaron desde Francia.

En cuanto a los datos de facturación turística, Balears y Canarias son los dos destinos españoles que más la han visto mejorada respecto a 2019, con un incremento del 3,6% y del 3,7%, respectivamente, seguidos del litoral mediterráneo, debido a la alta demanda tanto europea como del resto de España en los meses estivales, de acuerdo a las cifras manejadas por Exceltur.

Contención de la reactivación en otoño

La asociación, que agrupa a las 30 mayores compañías turísticas españolas, apunta sin embargo que, a pesar de que el PIB turístico se sitúa en niveles ligeramente superiores a los de 2019 (+1,1%), estas cifras no se han traducido en una mejora de los márgenes de rentabilidad debido a los altos costes derivados de la inflación. De hecho, Exceltur alude a una “notable senda de reactivación” en los dos trimestres centrales de 2022, pero vaticina un “cierto freno” del crecimiento en otoño como consecuencia de la incertidumbre asociada a la posible ralentización en la economía global en el cuarto trimestre. Se trata, subrayan, de un escenario con “potenciales riesgos a la baja”, vinculados especialmente al desarrollo de la guerra en Ucrania y a sus posibles implicaciones sobre los precios de la energía y la inflación.

Al respecto, la gerente de la Asociación de Viviendas de Alquiler Turístico de Balears (Habtur), Maria Gibert, subraya en declaraciones a elDiario.es que, pese a que el primer semestre del año “ha ido muy bien”, al igual que en julio y previsiblemente en agosto –con más del 90% de ocupación en sus apartamentos–, preocupa el freno en las reservas para septiembre y octubre. “Septiembre, sobre todo, suele ser un mes muy bueno, no con cifras de julio o agosto, pero podemos hablar de un 70 u 80% de ocupación normalmente. Sin embargo, este año se sitúa sobre el 50%”, señala la responsable de la asociación de referencia del alquiler turístico en las islas.

Se trata de una situación motivada, en su opinión, por dos factores: “Por un lado, las noticias que dicen que a partir de otoño va a haber una crisis, con la inflación subiendo, y, por otro, el cambio de comportamiento en el cliente en nuestro sector”. Sobre este último aspecto, recuerda que antes de la pandemia los viajeros ya tenían reservada toda la temporada en marzo o abril, pero la crisis sanitaria ha modificado el comportamiento de las reservas, que suelen realizarse “en el último minuto o más a corto plazo”.

“La gente antes preveía con mucha antelación sus vacaciones”

“La gente antes preveía con mucha antelación sus vacaciones, imagino que porque tanto a nivel laboral como a nivel familiar lo tenían todo muy bien organizado. En el caso de los hoteles había un poco de todo, pero en nuestro caso era un mercado hiperestable”, incide la gerente de Habtur, que agrupa unas 3.500 viviendas de alquiler turístico en Balears.

Los hoteleros de Mallorca, por su parte, destacan que, con el 100% de su planta operativa, durante el mes de julio la ocupación de sus establecimientos se situó en un 93%, una cifra que se eleva al 95% en zonas como Palma, Platja de Palma y la zona norte de la isla. “Tras afrontar ambiciosas reformas y la recuperación de edificios singulares, estos hoteles ofrecen un producto muy vanguardista que ha aportado valor a la zona”, destacan desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) respecto a unos resultados que se replican en otras zonas emblemáticas de la isla por el atractivo de su entorno. Allí la oferta dominante la conforman establecimientos independientes con un marcado carácter local arraigado a la cultura mallorquina.

Los hoteleros señalan que el pico de ocupación alcanzado el pasado mes de julio ha sido el más alto tras la pandemia, una tendencia que esperan mantener “si las huelgas existentes y anunciadas por los trabajadores de las compañías aéreas se desconvocan y no se incrementan”. De lo contrario, advierten, habría cambios sustanciales.

Desde la FEHM, que aglutina 840 establecimientos y 200.000 plazas, subrayan, además, que Mallorca ha alcanzado niveles de ocupación superiores a los de un año antes de la crisis sanitaria, al situarse cinco puntos por encima del registrado en julio de 2019, y señalan que la isla continúa así consolidando la tendencia ascendente que arrancó en Semana Santa, en consonancia con la creciente recuperación de viajeros a nivel mundial y la remisión de las distintas olas de contagios experimentadas durante la pandemia.

Sin embargo, lamentan que, pese a que la demanda se ha visto incrementada, esta sigue sin traducirse en una mejora de los márgenes de rentabilidad de las empresas, que siguen acusando las pérdidas de las pandemia, al tiempo que los costes operativos derivados del alza inflacionista no han sido repercutidos porcentualmente en los precios hoteleros.

“La incertidumbre es enorme”

Precisamente, el último informe de Coyuntura Turística Hotelera publicado por el INE revela que Balears es la comunidad donde menos han subido los precios hoteleros, con un 2%, lo que supone 11 puntos menos del crecimiento del precio medio nacional (+13,2%). En Canarias, la subida también ha sido moderada, con un aumento del 3,5%.

Desde la cadena hotelera RIU, la directora de Contratación y Ventas Atlántico y Balears, Maru Araña, se muestra satisfecha con cómo se está desarrollando la temporada de verano. “Después de dos años de mucho sufrimiento, de mucha incertidumbre y constantes altibajos, parece que por fin estamos viviendo una temporada de verano estable y de buenas cifras”, subraya a elDiario.es.

Tal y como precisa, los mercados emisores que mejor están funcionando para la cadena hotelera son Alemania en Balears (a excepción de Formentera, donde Italia y España son líderes), mientras que en la Península se consolida el liderazgo del mercado español, seguido de Reino Unido y de Alemania, y en Canarias, Alemania, Reino Unido, Holanda y Bélgica. Para la cadena mallorquina presidida por Luis y Carmen Riu, otro dato positivo es que se ha reducido para el verano la venta de última hora. “La demanda es alta, los mercados lo saben y para poder escoger el destino y hotel de preferencia lo han hecho con mucha más antelación que en los años 2020 y 2021”, comenta Araña, quien señala que la previsión pasa por cerrar el verano con una media de ocupación de alrededor del 90% en todos los hoteles y destinos.

Asimismo, señala que las tarifas medias están subiendo en todos los mercados, nacionales e internacionales, dependiendo de los hoteles, si bien se pueden cifrar entre un 5 y un 10%, mientras que los costes están aumentando a un ritmo mucho mayor. “Gracias a la buena demanda, una pequeña parte de este sobrecoste se puede transferir al precio, pero el resto va directamente al margen de beneficio”, abunda la responsable de Contratación de Riu. Respecto a otoño, comenta que “volvemos, por lo que parece, a la reserva de último momento”. “La incertidumbre es enorme y esto está afectando directamente a las ventas”, sentencia.

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