El nuevo 'miedo a volar' por la pandemia empieza a resucitar a los viejos trenes cama
A pesar de todas sus promesas de romance y aventura, los trenes cama europeos parecían que habían llegado al final de su trayecto. Su coste de explotación es muy elevado y los viajeros han ido decantándose por las líneas aéreas de bajo coste. Cuando hace seis años el operador ferroviario alemán Deutsche Bahn decidió suprimir el servicio que conectaba París con Berlín, se cerraron todas las rutas del continente, incluida la casi totalidad de la red francesa.
Ahora, en un contexto en el que Europa sigue lidiando con la pandemia del coronavirus, todo parece indicar que volverá a ser un buen momento para las literas y las literas gemelas, ya que a las preocupaciones de los gobiernos y de los viajeros por el impacto ambiental de los vuelos de corta distancia se suma el deseo de los viajeros de evitar las salas de embarque de los aeropuertos y las colas de seguridad.
En las últimas semanas, se ha producido una oleada de anuncios y viajes inaugurales. El jueves pasado el gobierno sueco anunció que proporcionaría fondos para dos nuevas rutas que conectarán las ciudades de Estocolmo y Malmö con Hamburgo y Bruselas.
Las rutas nocturnas de trenes están emergiendo por Europa
Unos días antes, el ministro de transportes francés, Jean-Baptiste Djebbari, señaló que se restablecerá un servicio nocturno entre París y Niza, después de que Emmanuel Macron prometiera en el Día de la Bastilla volver a poner en marcha los trenes nocturnos en el país.
El operador austriaco Österreichische Bundesbahnen (ÖBB) ha liderado esta tendencia. En 2016 tuvo la previsión de comprar 42 coches-cama a la Deutsche Bahn. Ha reanudado la mitad de las rutas nocturnas que conectan Hamburgo, Berlín, Munich y Düsseldorf con Austria, Suiza e Italia.
A pesar del reciente aumento del número de contagios de coronavirus en Bélgica, con un aumento del 71% semana a semana, en septiembre se reanudará un servicio Bruselas-Viena, que desde febrero vende trayectos de ida desde tan sólo 29,90 euros.
Además de las medidas impulsadas por los gobiernos, también se constata un renovado entusiasmo por parte de los viajeros, en un contexto en el que los ciudadanos reflexionan sobre la forma de viajar en un contexto de pandemia.
De hecho, un tren nocturno de verano y que une cinco países miembros de la UE - la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y Croacia - apenas había comenzado a operar el 30 de junio cuando la elevada demanda de los turistas que se dirigían a la costa hizo que pasara a ser un servicio diario.
En junio, la compañía ferroviaria sueca Snälltåget anunció que planeaba cuadruplicar el número de trenes nocturnos en su ruta Estocolmo-Malmö-Copenhague-Hamburgo-Berlín. Un nuevo expreso nocturno Alpine-Sylt que comenzó a operar entre Sylt en el norte de Alemania y Salzburgo en Austria también debía funcionar sólo durante dos meses pero continuará hasta noviembre debido a la demanda.
“Los usuarios de mi web comparten conmigo dos comentarios: están hartos de las situaciones que se producen en los aeropuertos y quieren reducir su huella de carbono”, señala Mark Smith, que dirige la premiada página web de trenes “Man in Seat 61”, que ofrece información sobre servicios paneuropeos. “Sin duda, a corto plazo, recibo comentarios de personas que no quieren volar [debido a la pandemia]. Creo que a largo plazo el cambio climático será el motivo de más peso, porque todo hace pensar que esta pandemia se acabará en algún momento.”
Sin embargo, el retorno de los trenes cama no será fácil, ya que es difícil asegurar su rentabilidad. Un tren de alta velocidad convencional puede acomodar a 70 personas en un vagón y hacer varios trayectos al día, con varias paradas. Un tren cama puede tener de 20 a 30 camas por vagón, pero la mayoría de sus pasajeros hacen el trayecto completo. El material rodante se utiliza solamente para un viaje en un período de 24 horas.
Desde el año 2000, las compañías de trenes han tenido que pagar por el acceso a las vías al cruzar las fronteras. Los nuevos servicios gestionados por empresas privadas suelen ser sólo para los meses de verano, mientras que los operadores estatales están aceptando enormes donaciones del gobierno para restablecer sus rutas nocturnas.
Como resultado, algunos de los viajes nocturnos en tren más románticos, que todavía estaban en marcha cuando se produjo la pandemia, pueden todavía interrumpirse, como el servicio de tren nocturno Thello París-Venecia y el Trenhotel Lusitania, que circula entre Lisboa y Madrid.
Karima Delli, diputada francesa que preside la comisión de transportes del Parlamento Europeo, ha aplaudido el hecho de que los gobiernos hayan destinado dinero a este proyecto. “La reactivación de los trenes nocturnos es a la vez una necesidad y una solución ecológica para el planeta”, ha indicado.
Alexander Gomme, de la campaña Back on Track Belgium, afirrma que es necesario un replanteamiento más amplio de los costes para permitir que los operadores privados puedan crecer, mejorar los estándares y beneficiarse de la nueva mentalidad.
“'Más Estado' es una posibilidad pero otra es que la Unión Europea haga más fácil y más barato para los operadores reservar acceso a las vías”, señala. “Los trenes nocturnos hacen muchos kilómetros y las tarifas de acceso a las vías se contabilizan en kilómetros”.
Nick Brooks, el secretario general de la Alianza de Nuevos Operadores Ferroviarios, que representa a los proveedores independientes, argumenta que los gobiernos también deberían prohibir a las aerolíneas que reciben rescates estatales que operen cualquier vuelo de corta distancia o nocturno que pueda hacerse en tren. “Esta pandemia debe llevarnos a valorar a los ferrocarriles”, afirma.
Traducido por Emma Reverter
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