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Seis cafés decimonónicos en Madrid donde montar una tertulia y palpar su historia literaria

Planta alta del Café Comercial, justo antes de su reapertura en 2017

Diego Casado

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Madrid vivió en el siglo XIX la aparición de unos locales de hostelería muy particulares. Más allá de las tabernas y de las botillerías, en las que la bebida se consumía muchas veces sin silla, empezaron a aflorar lugares donde tomar té y café de forma reposada, sentada, dando pie a conversaciones largas.

Alrededor de estas cafeterías se empezaron a reunir artistas y literatos, que buscaban de forma natural un espacio en el que hablar y discutir sus opiniones, además de enfrentarlas a las de los contrarios. Unos espacios de gran riqueza cultural, donde las noticias circulaban a gran velocidad, que alcanzaron mucha fama en la capital. Allí se gestaban ideas políticas, movimientos artísticos y hasta conspiraciones.

La mayoría cerraron a lo largo del siglo XX, pero a día de hoy quedan varios representantes de aquella época en Madrid, que se pueden visitar para tomar un café, comer e incluso montar una tertulia. Son los siguientes:

CAFÉ COMERCIAL (Bilbao)

Abierto el 21 de marzo de 1887, el Comercial presume de ser la cafetería más antigua de Madrid. Por sus dos plantas se cuenta que pasaron, en diferentes épocas, figuras literarias como Antonio Machado, Gloria Fuertes, José Hierro, Jardiel Poncela o relacionadas con el cine como Edgard Neville y Rafael Azcona, entre otros.

El aspecto actual del Café Comercial es algo distinto al de su apertura, aunque la distribución apenas ha cambiado y cuenta con numerosos elementos protegidos (cuentan que hasta algunas cucharillas). En 2015 se anunció su cierre, pero dos años después, en 2017, un grupo empresarial consiguió reabrirlo con un cuidado lavado de cara y desde entonces mantiene un amplio horario, ofrece una amplia carta de comidas y organiza actividades culturales como presentaciones de libros, actuaciones musicales o charlas.

DÓNDE: Glorieta de Bilbao 4

CAFÉ GIJÓN (Recoletos)

Aunque estaba alejado de la zona tradicional de cafeterías de tertulia, el Gijón cobró rápidamente fama desde su apertura en 1888, cuando un inmigrante de la ciudad asturiana montó este negocio que permanece abierto en el Paseo de Recoletos desde entonces.

Algunos de sus clientes habituales fueron Valle Inclán, Ramón y Cajal, Eugenio d'Ors... allí Gerardo Diego montó la tertulia de los poetas en los años veinte y, años más tarde, el actor Fernando Fernán Gómez creó un premio de novela al que puso el nombre del café. En sus mesas se sentaron también Truman Capote, Orson Welles o Ava Gardner e incluso Francisco Umbral le dedicó un libro (La noche en que llegué al Café Gijón). El local ha sido reformado tres veces y cuenta además con una bonita terraza en el bulevar del paseo.

DÓNDE: Paseo de Recoletos 21

CAFÉ BARBIERI (Lavapiés)

Abierto unos años después que los anteriores (en 1902), el Barbieri tomó su nombre de un teatro cercano abierto en el siglo XIX, que desapareció posteriormente engullido por las llamas de un incendio. Su carácter era más popular que los típicos cafés de tertulia, tal vez por encontrarse en el barrio de Lavapiés, un arrabal. Allí se celebraban muchas reuniones políticas relacionadas con el movimiento obrero.

El Café Barbieri pasó por diferentes manos hasta que hace un par de semanas cerró temporalmente debido a la bancarrota de sus últimos gestores, que fueron desahuciados. Pero a buen seguro que volverá a abrir sus puertas y a cobrar su esplendor de antaño.

DÓNDE: C/ Ave María 45

CAFÉ VARELA (Santo Domingo)

Cuentan que Pío Baroja, los Hermanos Machado, León Felipe o Emilio Carrere eran habituales del Varela, un café de tertulias abierto en 1896 al final de la calle Preciados, en el acceso a la plaza de Santo Domingo. Fue abierto por una pareja de hermanos gallegos que habían hecho dinero con granjas avícolas y pronto se convirtió en un punto de referencia de escritores, especialmente poetas.

En la actualidad el local es la cafetería del Hotel Preciados, ubicado justo encima, y ha perdido muchos de sus elementos históricos, aunque conserva algunos y parte de su decoración recuerda su extenso pasado. También puso en marcha en 2013 unos premios literarios con el nombre del local para mantener su vinculación con el mundo de las letras.

DÓNDE: C/ Preciados 37

CAFÉ DEL JARDÍN (San Mateo)

Técnicamente, el Café del Jardín es una cafetería decimonónica porque está situada en un palacio del siglo XIX. Aunque en los tiempos en los que se construyó este palacio de los Condes de la Puebla del Maestre el lugar nunca estuvo abierto al público para degustar té y otras bebidas.

La cafetería forma parte del Museo del Romanticismo, un espacio en el que se recuerdan las costumbres decimonónicas y la forma de vida de la nobleza en aquella época ilustrada. El espacio se divide en dos: el interior, con una salita llena de mesas en las que se sirven desayunos y meriendas; y el jardín exterior, lleno de vegetación y con una fuente que adorna el entorno, un lugar mágico enclavado entre los barrios de Malasaña y Chueca. No es necesario entrar en el museo para acceder a la zona de cafetería.

Eso sí, el Café del Jardín está cerrado temporalmente, cosas de la Covid-19.

DÓNDE: C/ San Mateo 13

CAFÉS AL ESTILO DECIMONÓNICO (Malasaña)

Con la llegada de los años 70 y los aires de libertad que acompañaron al fin de la dictadura franquista empezaron a prosperar en el barrio de Malasaña un tipo de local que imitaba la decoración de los cafés decimonónicos, con mesas de mármol, sillas de madera... y también su espíritu de tertulias y actuaciones culturales.

Algunos de estos fueron cerrando con el tiempo, todavía queda un buen puñado de locales que, sin llegar a la talla de los centenarios, han ido acumulando también mucha historia en sus paredes. En los alrededores de la plaza del Dos de Mayo están el Café Manuela, el Café Ajenjo, el Café de Ruiz, el Pepe Botella o el Varsovia (antiguo Parnasillo), entre otros. Todos ellos con una cuidada decoración y en algunos casos puntos de reunión todavía de tertulias y de diferentes iniciativas culturales.

DÓNDE: Café Manuela (C/ San Vicente Ferrer 29), Café Ajenjo (Galería de Robles 4), Café de Ruiz (C/ Ruiz 11), Varsovia (C/ San Andrés 33)

CAFÉ POMBO (Carretas)

La lista de cafés decimonónicos en Madrid es a día de hoy muy pequeña. Pero décadas atrás su número superaba las dos decenas: algunos de los más característicos fueron el Café de Fornos (C/ Virgen de los peligros), el Colonial (C/ Alcalá), La Fontana de Oro (C/ San Jerónimo) o El Gato Negro (C/ Príncipe). Poco queda de ellos, más allá de algún vestigio conservado en los locales que los sucedieron. Y en algunos casos, solo el recuerdo de su ubicación.

Varias letras doradas señalan al inicio de la calle Carretas, junto a la Puerta del Sol, la ubicación del Antiguo Café y Botillería de Pombo, el local en el que se desarrollaban las animadas tertulias de Ramón Gómez de la Serna, uno de los impulsores de la vanguardia en España. Nada queda hoy del edificio que lo albergó salvo la inscripción en el suelo, colocada durante la última reforma del entorno.

DÓNDE: C/ Carretas 4

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