Una gioconda gigante (que no es lo que parece) aparece en Malasaña por la diversidad de la humanidad

Una obra de arte urbano de gran formato acaba de aparecer en Malasaña. Se trata de una imagen de la popular gioconda, de Leonardo Da Vinci, que en realidad forman cientos de retratos de personas sosteniendo una pequeña foto.

El mural se encuentra en un garaje de la Corredera Alta de San Pablo, muy cerca de la plaza de San Ildefonso, y fue instalado hace unos días por el artista Thomas Iser, un francoluxemburgués que intenta inspirar a la gente que observa sus creaciones pero también a la que forma parte de ella.

Iser elabora retratos de personas sujetando una fotografía de su propio rostro, pintado de negro y dividido en piezas, para una serie que denomina Universal Humanity y que cuenta con su propia página de Instagram.

Lo que intenta representar es un retrato de la propia humanidad, “una visión de unidad en la diversidad”, explica en su página web, a través de imágenes individuales en las que mezcla rostros poco conocidos con otros de famosos como Katy Perry o Willem Dafoe. “Para mí, cada persona es una pieza muy importante”, asegura.

“Les pregunto a los participantes cuáles son sus sueños y aspiraciones, para hacerles reflexionar sobre su propia existencia. Creo que un ser sensible, por naturaleza, cuidará de su entorno y buscará tener un impacto positivo en sus semejantes”, explica Iser.

“Todas las personas a las que fotografío representan las partes rotas que componen mi cuerpo pintado, que simboliza a la humanidad, única y viva. He tomado más de diez mil retratos alrededor del mundo, y cada nueva imagen aporta valor al proyecto” relata sobre sus obras. La última se puede disfrutar estos días en el corazón de Madrid.