Tiendas de discos del barrio: especialización, vinilo y camisetas
Malas noticias. La tienda de discos Cd Drome, situada en la calle Pozas, echa el cierre. Era la mejor opción para los aficionados a la música independiente, que al parecer no han sido suficientes para mantener en pie el negocio. Pero aunque parezca mentira, algunas tiendas de discos resisten. Vamos a conocer estos establecimientos y a los temerarios que los llevan.
Afortunadamente Cd Drome no es la única tienda de discos del barrio. Malasaña es desde hace años un terreno abonado para los musiqueros. Es el único barrio de Madrid donde no sólo resisten algunas de estas tiendas, sino que surgen nuevas. Si bien, han ido desapareciendo muchos establecimientos, especialmente los dedicados a la música electrónica, el revival del vinilo y la venta de camisetas sostienen a algunos valientes.
Un valiente como Diego de Big Mamma, en la calle Divino Pastor, nos cuenta cuál es su receta para la supervivencia: “La especialización es nuestro truco, aunque no está claro que sea la salvación, porque es duro resistir cuando muy poca gente sigue comprando discos”. La apuesta de Big Mamma es clara, más de 2.000 títulos en cd´s y vinilo de música negra, aunque también tienen camisetas y libros. Todo ello en la tienda con uno de los interiores mejor decorados de los que hemos visto en el barrio.
También vemos especialización en Le Trip, en la calle Manuela Malasaña. Música de los 60 y 70, estilos africanos, jamaicanos, surf… y casi todo en vinilo, porque como dice uno de los socios, Toni, “el cd casi no se vende”. Pero como esto no da para vivir, Le Trip también vende las camisetas pop más divertidas y reconocibles de Madrid. En la misma línea musical están los veteranos de Upbeat, un colorista local en la calle Espíritu Santo, y como en Le Trip, venden ropa para resistir el mal momento que vive la venta de música.
¿Vinilo o CD?
¿Vinilo o CD?
Y de los veteranos pasamos a los nuevos. Marcos y Paco de Cuervo Music (Velarde 13) llevan ocho meses en el negocio, pero además de discos venden ropa y libros y disponen de un estudio de grabación y un local de ensayo. No parecen asustados con el panorama y apuestan claramente por el vinilo. “Hay gente de 25 años que empieza a comprar música ahora y ya no compran compact disc, de hecho ni tienen reproductor de cd. Quieren vinilos, que son más grandes y más chulos”, comentan.
No comparte esta visión, Amparo, una veterana con 17 años a cuestas en esta lucha. Desde Diskpol, en la calle Jesús del Valle, es una devota del cd. “Para mí –afirma- abrir la caja de un cd es como una eucaristía, la comunión, una ceremonia. Aunque da igual el formato, lo que importa es que la gente escuche música y ya si la compran es algo de agradecer…”.
Diskpol es una oscura tienda en la que tienen un catálogo de hasta 35.000 referencias y que venden también a través de su web. Bajo el lema “músicas de vanguardia” tienen de todo, desde tecno a industrial pasando por música experimental, rock sinfónico, clásica… “Por tener, tenemos hasta música esquimal”, nos dice Amparo entre risas. Eso sí, se queja de que los cds se graven con un 18% de IVA mientras que los libros sólo con un 4%.
A ella y a todos los demás que siguen al pie del cañón no nos queda más que desearles suerte y continuidad, y a todos los que nos lean les invitamos a conocerles como lo hemos hecho nosotros y a pedirles alguna recomendación. Aciertan seguro.
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