Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Las nuevas etiquetas ambientales de la DGT para 2026: lo que se sabe de la nueva clasificación

Etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.

Ada Sanuy

12 de agosto de 2025 10:30 h

20

La Dirección General de Tráfico (DGT) trabaja en un estudio para revisar el sistema de etiquetas ambientales, en línea con lo previsto en una disposición adicional incluida en el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, actualmente en tramitación parlamentaria. Según recogen entidades como RACE, la previsión es que la nueva clasificación pueda estar lista en 2026, aunque todavía no hay un calendario oficial cerrado ni criterios definitivos aprobados.

Así es el sistema actual, vigente desde 2016

El actual sistema de distintivos entró en vigor en 2016 y se estructura en cuatro categorías: 0 Emisiones, ECO, C y B. La clasificación se basa en criterios como el tipo de propulsión, la antigüedad del vehículo o el cumplimiento de determinadas normativas Euro. Con el paso de los años, estas categorías han recibido críticas de ayuntamientos, organizaciones ecologistas y expertos en calidad del aire, que señalan que la etiqueta no siempre refleja de forma fiel el impacto ambiental del vehículo. En algunos casos, modelos que cumplen estándares más exigentes comparten distintivo con otros que emiten más contaminantes.

Así serán las nuevas etiquetas

Entre las opciones que se están barajando en este estudio, y que aún no son definitivas, figura mantener las cuatro categorías principales, pero modificando sus requisitos. En el caso de la etiqueta 0 Emisiones, tal y como recoge RACE, se reservará para vehículos 100% eléctricos, de hidrógeno o híbridos enchufables con más de 90 kilómetros de autonomía eléctrica. La etiqueta ECO pasará a incluir únicamente híbridos enchufables con menos autonomía, híbridos convencionales y de gas que cumplan la normativa Euro 6d o superior. Por su parte, la etiqueta C quedará restringida a turismos y furgonetas ligeras de gasolina que cumplan Euro 6d y diésel Euro 6d-TEMP o Euro 6d, mientras que la etiqueta B se asignará a los que cumplan, como mínimo, Euro 4 en gasolina y Euro 6 en diésel, siempre que no puedan acceder a categorías superiores.

Otros cambios a tener en cuenta

Otra de las propuestas sobre la mesa es incorporar datos procedentes de las pruebas de homologación WLTP, que ofrecen cifras de consumo y emisiones más representativas que el anterior ciclo NEDC. Esto permitiría diferenciar vehículos que, aun cumpliendo la misma normativa Euro, presentan comportamientos ambientales distintos en condiciones reales de conducción. Según los expertos, esta medida podría afectar a modelos que, en uso real, superan los límites de emisiones declarados por los fabricantes.

La reforma también tendría impacto en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), ya que los ayuntamientos utilizan las etiquetas para determinar qué vehículos pueden acceder, circular o aparcar en determinadas áreas. Con cambios en los criterios, sería previsible que parte del parque automovilístico perdiera privilegios actuales, mientras que los modelos más recientes y menos contaminantes pudieran obtener ventajas adicionales.

Cuándo entrará en vigor

Aunque las fechas concretas no están cerradas, el RACE apunta que, si el estudio se concluye en los plazos previstos por la futura ley y se aprueba la reforma, la nueva clasificación podría entrar en vigor a lo largo de 2026. La consulta de la etiqueta asignada seguiría realizándose a través del Registro de Vehículos de la DGT, y en caso de modificación, los propietarios podrían solicitar el nuevo distintivo en Correos y otros puntos autorizados.

Para los conductores, esta revisión supone la necesidad de estar atentos a la evolución normativa y a los plazos de implantación. Cambiar de etiqueta no solo afecta a la imagen ambiental del vehículo, sino que puede condicionar el acceso a zonas restringidas, el pago de determinadas tasas e impuestos y, en algunos casos, el valor de reventa. El debate sobre cómo equilibrar el fomento de una movilidad menos contaminante con un criterio técnico justo seguirá abierto mientras el estudio esté en marcha.

Etiquetas
stats