Altercados por la 'okupación' de una vivienda en Algezares
Los graves problemas de vivienda que muchas familias están sufriendo en los últimos años están repercutiendo de diferentes formas a la convivencia de la sociedad. La pedanía murciana de Algezares está viviendo una semana controvertida debido a la 'okupación' de una vivienda en la urbanización de La Rosaleda. Al parecer, una familia de La Alberca que ha sufrido un desahucio, al verse en la calle, ha tomado la complicada decisión de 'okupar' una casa vacía.
Las viviendas de la urbanización La Rosaleda están en su mayor parte vacías. Primero eran propiedad de la promotora Salonac, después pasaron a Cajamurcia y ahora están en concurso de acreedores, en la SAREB o “banco malo”.
Tras conocerse la 'okupación', se convocó una reunión a través de redes sociales con origen anónimo. En teoría, dicha reunión era para realizar una serie de preguntas y reclamaciones al pedáneo de Algezares, Juan José Garre, pero se desconvocó porque no se avisó al propio Garre.
Sí se terminó por reunir el pasado martes la junta de vecinos, en las inmediaciones de La Rosaleda. Entre 150 y 200 personas -no hay cifras exactas- debatieron qué hacer con respecto a la 'okupación', y algunos de los vecinos intentaron calmar los ánimos y tranquilizar al resto asegurando que la familia que actualmente habita la casa era pacífica. También desde la junta explicaban que lo único que podían hacer era avisar a los servicios pertinentes para que trataran el asunto de la mejor manera posible, a través de las concejalías pertinentes, Servicios Sociales o la policía.
Pero otro sector de los vecinos se mostró descontento y comenzaron a increpar la pedáneo Juan José Garre y a exigir medidas inmediatas. JLA, vecino de la zona y miembro de la junta de vecinos, ha sido testigo de lo ocurrido estos días y destaca su estupefacción respecto de la actitud “violenta y racista” de un grupo de vecinos.
Tanto los representantes de la Plataforma Antidesahucios como desde Cáritas intentaron tranquilizar a ese grupo, asegurando que la actitud de la familia era totalmente pacífica y sin intención de crear ninguna controversia. Además, manifestaron que el objetivo era adjudicar a la familia otra casa lo antes posible, y que en un plazo máximo de dos semanas el asunto quedaría zanjado.
Pero este conjunto de vecinos persistió en su actitud e intentó, esa misma noche, echar a la familia de la vivienda 'okupada'. JLA declara que fueron a las inmediaciones de la vivienda “a armar escándalo y poner silicona en los bombines de las puertas y, en resumen, a crear una alarma social muy exagerada”.
“Me pareció muy escandaloso cómo algunos vecinos, con sus hijos delante, manifestaban esas ideas violentas y tales soluciones radicales”, opina el testigo, quien asegura que se “han inventado todo tipo de cosas sobre la familia, que si van a vender droga o que si son un grupo de 'yonquis' que pueden amenazar a los niños que juegan por el barrio”.
Otros testigos de la zona aseguran que no se ha producido “ningún inconveniente”, y que como mucho “se ha escuchado una guitarra desde la casa”, pero JLA afirma que “cada cosa que ocurre con algún carácter anormal, se acusa a los 'okupas' sin fundamento alguno”. “El otro día se produjo una quema de rastrojos en la zona y se dijo que era la familia cuando esto era totalmente falso”, añade.
En definitiva, la familia desahuciada sigue en la vivienda a la espera de los trámites pertinentes. Tanto JLA como el resto de la junta de vecinos piden solidaridad con la familia a la espera de que se solucione todo de la manera más pacífica y legal posible.
eldiario.es Región de Murcia ha intentado recabar la opinión tanto de la familia 'okupa' como del pedáneo, Juan José Garre. La familia no ha querido hacer declaraciones por “miedo” a cualquier tipo de repercusión, mientras que el pedáneo tampoco ha ofrecido a este medio su opinión de los hechos.