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Alboan aporta 66 millones de razones para hacer de Navarra tierra de acogida

Los participantes en el programa 'Más allá de las fronteras' posan en el Parlamento de Navarra.

Miguel M. Ariztegi

El Parlamento de Navarra vivió esta semana una sesión especial de la mano de la ONGD Alboan, que llenó los escaños destinados a sus señorías con profesores y estudiantes de la ESO del Colegio San Ignacio, la Escuela Técnica Carlos III, el IES Eunate, el Colegio Hijas de Jesús, el IES Sancho el Mayor de Tafalla, el IES Berriozar y la Escuela de Educadores y Educadoras.

Los jóvenes fueron bienvenidos por la presidenta de la Cámara, Ainhoa Aznárez, quien quiso destacar la importancia de la educación en valores que enseñen “a ver al ser humano más allá de las fronteras” y recalcó que el nuestro “ha sido y es un país de emigración, no de inmigración”. La presidenta cifró en 66 millones las personas que en todo el mundo y durante 2017 se vieron obligadas a desplazarse por motivo de conflictos políticos, guerras y catástrofes naturales.

El hemiciclo escuchó con atención el relato del fotoperiodista Iván Benítez, que presentó una selección de fotos y vídeos de su último periplo por las zonas más 'calientes' del planeta en el peor sentido de la palabra: Líbano, Grecia y Siria, donde los desplazamientos forzosos de población han reducido los derechos humanos a una aspiración. “He querido poner el corazón y la cabeza a la altura de la mirada”, explicó Benítez, que detalló en primera persona su viaje para que esa dura realidad “no se olvide”.

Advirtió a los jóvenes del peligro de tomar decisiones “a golpe de imágenes”, como la tristemente famosa del cadáver del niño Aylan Kurdi en una playa de Turquía aquel 2 de septiembre de 2015: “Corremos el peligro de olvidarnos de ellos cuando ya no aparezcan más”, remarcó.

Ani Urretavizcaya, responsable de Educación de Alboan, desgranó el contenido del programa 'Más allá de las fronteras-Mugetatik haratago', en el que participan los jóvenes y fue origen de la visita: “Buscamos vincular el contexto global con la ciudadanía, especialmente en la educación. No ocultar que millones de personas son obligadas a dejar sus hogares, y que solo una ciudadanía navarra crítica, activa, comprometida e intercultural será capaz de sumar esfuerzos para cambiar las cosas”, recalcó. “Debemos ser tierra de acogida y convivencia”, apostilló.

Los estudiantes de los diferentes centros explicaron su proceso de investigación, aprendizaje y sensibilización sobre los refugiados. Antxon García, de 15 años y estudiante de 4º de la ESO del Instituto Eunate de la Txantrea, explicó sus experiencias en el programa 'Vacaciones en paz', gracias al que se ha conocido la realidad de los saharauis en El Sáhara. En un momento de emoción contenida, mostró fotos de sus vacaciones cruzadas con Jamed, otro chaval de su misma edad que no puede evitar llorar cada vez que se acaba su estancia veraniega en Pamplona. “Son 5 años ya, y hago un llamamiento para que más familias se presten voluntarias, puesto que muchos chavales no pueden viajar por falta de acogida”.

Los jóvenes de la Escuela Técnica Carlos III explicaron su proyecto, titulado 'Mi silla tu refugio', que ha consistido en la personalización de unas sillas con sus miedos, inquietudes y reflexiones acerca de la situación de los refugiados, simbolizando así que están dispuestos a acoger a los refugiados y que entienden la trágica situación que viven. Pidieron a los representantes políticos que entiendan que la sociedad “está dispuesta a acoger personas refugiadas, pero los que tienen que dar pasos” son ellos.

El alumnado del Colegio Hijas de Jesús ha explicado cómo han vivido esta experiencia y cómo la han compartido en el centro, y han pedido que “adopten medidas para favorecer que Navarra sea un lugar de acogida”.

La representación de IES Berriozar ha explicado el “proyecto intercultural” que han realizado en el centro, basado en unas encuestas para conocer el origen del alumnado. Gracias ese proyecto, tal y como han explicado, se han sentido identificados con las personas refugiadas, y por ello han pedido “un trato digno y respeto para todas las personas, porque ninguna persona es ilegal”.

Los chavales del Colegio San Ignacio, por su parte, explicaron la labor que han realizado basando en el proyecto educativo de Alboan, empezando por la recolecta de dinero hasta la realización de chapas para la visibilidad. Han pedido a los representantes políticos “que nos representen. Que la sociedad sea abierta, libre, intercultural, acogedora, y que las personas que vengan las vean como símbolo de enriquecimiento”. El siguiente paso de los de Jesuitas será una experiencia en Loiola, donde tratarán de ponerse en la piel de los refugiados que no tienen adonde ir y a los que ningún país quiere “mientras la comunidad internacional mira para otro lado”.

Las alumnas de la Escuela de Educadores y Educadoras presentaron el proyecto “Desesperados”, un trabajo realizado para reflejar la desesperación que viven las personas refugiadas en su huida o camino. Han pedido “acción, un compromiso real para que se cumplan los derechos humanos” y que la acogida “sea completa y real”.

El alumnado del IES Sancho el Mayor de Tafalla ha explicado que su trabajo se ha basado en familiarizarse con el tema de la migración y de los refugiados, aprender los conceptos y entender la situación. Por su parte, han pedido que “en todos los centros educativos de la Comunidad Foral haya maestros y maestras dispuestos a enseñar nuestro idioma a las personas migrantes, para que su integración sea más fácil”.

Representantes de todos los grupos políticos acompañaron a los jóvenes y escucharon con atención tanto sus experiencias como la lectura del manifiesto en el que les pidieron su compromiso para tratar de cambiar las cosas.

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