Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquíConsulta nuestras normas y recomendaciones para participar.

Periodismo en entredicho

0

He leído el interesante libro del Fiscal Carlos Castresana titulado “Bajo las togas”.

Comienza la contraportada con la demoledora frase: “Bajo las togas de los juristas…se escondía la daga de los asesinos”. De este modo lapidario concluía la sentencia pronunciada en 1947 en el juicio incoado en Nuremberg contra los principales jueces y magistrados del Tercer Reich.

El libro es un compendio de errores judiciales, motivados la mayoría por una preexistente intencionalidad del juzgador.

La lectura del libro me ha producido gran inquietud porque demuestra que cualquier ciudadano puede ser reo y condenado por el capricho de ciertos jueces.

Pero mi inquietud se ha visto acrecentada después de la lectura de la sentencia “contra” el Fiscal General del Estado. No voy a hablar de la inseguridad jurídica que representa dicha sentencia, porque hay juristas de prestigio que ya están expresando su perplejidad ante la misma, con sólidos argumentos jurídicos.

El camino de inseguridad jurídica que ha abierto el Supremo me hace sugerir a don Álvaro García Ortiz que recurra directamente al Tribunal Europeo o al Tribunal de Derechos Humanos, no sujetos a la veleidad de nuestra justicia.

Mi inquietud y preocupación alcanza también al futuro del ejercicio periodístico, consecuencia de la imprudencia del Tribunal Supremo.

En un excelente trabajo de Arantxa Moretón, sobre la protección de las fuentes de información, en el conocido caso Tellería, se concluye que “una de las manifestaciones de este derecho (aunque no la única) es la de no revelar la información a terceros…. singularmente a la autoridad judicial”.

“Singularmente a la autoridad judicial”, tiene su justificación y la Asociación de la Prensa de Madrid, encargada de velar por el respeto a los periodistas y su reputación, debe saberlo.

Todos pudimos ver cómo la declaración de los periodistas fue contundente, mientras que la explicación del Supremo para no considerar dicha declaración es totalmente artificiosa.

El Tribunal Supremo ha determinado que los periodistas son veraces, pero no creíbles, en un asunto en el que no se juzgaba la credibilidad de las fuentes.

Porque, insisto, no se juzgaba la credibilidad de las fuentes porque era irrelevante, sino la credibilidad del periodista.

Cuando un periodista dice claramente que el Fiscal no se lo ha filtrado, el periodista se convierte en la propia fuente y no hay argumento que ponga en duda su credibilidad ni su veracidad.

¿En qué situación quedamos los lectores ante un periodismo que no goza de credibilidad, cuando el periodista ha sido veraz?

No es una pregunta retórica. Es una preocupación, como lector, que traslado a la Asociación de la Prensa de Madrid, suponiendo que las cuotas de los socios sirvan para velar por “la reputación” de sus miembros.

O a lo mejor es mucho suponer.

Sobre este blog

En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquíConsulta nuestras normas y recomendaciones para participar.

stats