El acuerdo entre Gobierno y PSOE sobre desahucios se complica
Los representantes de Gobierno y PSOE se enfrentan hoy a otra jornada de negociación maratoniana en donde la posibilidad de acuerdo pleno parece cada vez más remota. Los aspectos que más separan a las dos partes en negociación son los relativos al número de familias que entrarían en el grupo de beneficiarios de paralización de desahucio. Gobierno y PSOE tampoco se han puesto de acuerdo sobre qué ocurre cuando pasen esos dos años de moratoria y de qué modo deberán abonarse los intereses devengados a las entidades bancarias cuando finalice ese periodo de carencia. La distancia es de tal magnitud que, a día de hoy, según fuentes socialistas no se descarta un voto de abstención cuando el decreto llegue al Congreso para su convalidación.
Durante la reunión de este lunes, las negociaciones fueron constantemente interrumpidas para realizar consultas telefónicas con el ministerio de Economía y la Vicepresidencia del Gobierno. Los negociadores tienen un margen limitado para aceptar o rechazar iniciativas y la presión de las entidades bancarias está siendo intensa. El PSOE exige que una parte importante de las viviendas vacías se destinen al alquiler social de los desahuciados. Los socialistas argumentan que esto debería ser obligatorio para las entidades que han sido rescatadas con fondos públicos.
El PSOE quiere reformar el sistema de valoraciones que hoy en día aplica la banca sobre los inmuebles. Según fuentes socialistas es injusto que las entidades realicen una doble tasación de los inmuebles; una para conceder el préstamo y otra, más baja, en caso de ejecución hipotecaria. El método actual obliga al hipotecado a mantener una deuda con el banco a pesar de haber entregado su vivienda por no poder afrontar el pago de las cuotas.
Ambas partes en negociación retomarán los contactos esta tarde, a las 16:30. La negociación se produce contra reloj ya que el Ejecutivo prevé llevar la primera parte de lo negociado al Consejo de Ministros de este jueves. Para una segunda ronda de acuerdos, queda la reforma legal con la que se pretende poner fin al drama vinculado a los lanzamientos hipotecarios. En este punto es donde se encuentran las mayores discrepancias. El Gobierno, presionado por los bancos, se resiste a reformar la ley hipotecaria. El PSOE lo considera imprescindible.
