Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El PSOE busca un 'número dos' para reforzar la oposición de Gabilondo

El líder del PSOE en Madrid, José Manuel Franco, y Ángel Gabilondo, en una imagen de archivo.

Irene Castro

25

La advertencia está sobre la mesa desde antes de que estallara la pandemia de la COVID-19, pero se ha hecho más patente durante la crisis sanitaria: la falta de perfiles potentes en el PSOE de la Asamblea de Madrid. El perfil moderado de Ángel Gabilondo ha obligado a Ferraz y a la dirección socialista regional a buscar fórmulas para responder a Isabel Díaz Ayuso, que se ha convertido desde la Puerta del Sol en el principal azote a Pedro Sánchez. La decisión ahora es buscar un 'número dos' a Gabilondo “para que muerda”, según fuentes socialistas. 

La idea que barajan en la dirección socialista es completar la portavocía adjunta que dejó vacante José Manuel Rodríguez Uribes cuando se fue al Ministerio de Cultura con un perfil que sea “compatible” con Gabilondo, pero que eleve el tono en un momento en el que el PSOE sostiene que hay que endurecer la crítica ante la los constantes ataques de Ayuso a Sánchez y lo que los socialistas consideran una deficitaria gestión, especialmente por el desastre en las residencias de mayores. 

“Para este momento su oposición no acaba de convencer”, admiten fuentes socialistas sobre Gabilondo, de quien reconocen sus “virtudes” -ha situado al PSOE a las puertas del Gobierno regional en dos ocasiones, especialmente en 2015, cuando la marca estaba muy debilitada a nivel nacional-, pero también sus “defectos”. “Necesitamos endurecer la oposición”, señalan esas fuentes. 

Las alarmas han sonado ahora incluso en Moncloa. El pasado viernes la situación se analizó al máximo nivel en una reunión convocada en Ferraz a la que asistieron Sánchez y Franco, acompañados del responsable de Coordinación Territorial del PSOE, Santos Cerdán; y los hombres de confianza del presidente, Iván Redondo y Félix Bolaños, según adelantó El País. José Luis Ábalos no pudo asistir. 

Aunque la situación en la federación madrileña se abordó una vez que Sánchez abandonó la comida por razones de agenda, la conclusión fue similar a la que un par de semanas antes se había planteado en la ejecutiva regional: “La necesidad de complementar la labor de Gabilondo”. Frente a la moderación del exministro, los socialistas requieren a alguien “capaz de pisar el barro” y “ser bronco cuando haya que serlo”, explican esas fuentes, que también valoran que tenga un cierto desparpajo mediático. 

“No damos con el perfil. Sabemos lo que queremos, pero no tenemos a la persona. El que tiene una cosa carece de otra”, expresan fuentes socialistas, que enfatizan también que a quien designen tiene que ser “compatible” con Gabilondo, con quien la dirección regional pretende abordar el asunto próximamente, aunque la decisión puede demorarse a después del verano. 

En las últimas semanas, Ferraz buscó fórmulas para dar respuesta a la guerra de Ayuso con declaraciones de dirigentes como Rafael Simancas y a través de un grupo integrado por una diputada regional, Pilar Sánchez Acera, que dio una rueda de prensa ante el escándalo del apartamento de lujo en el que se alojaba la presidenta, pero que no tuvo mucha repercusión, según admiten en la dirección regional; el diputado del Congreso, Daniel Viondi; el senador José Cepeda; y el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez. Pero la solución pasa por tener un tono más duro en la Asamblea, según han convenido ahora. En los últimos días los socialistas han intentado incrementar la presión con la petición de cese del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, por la gestión la orden de no llevar a los hospitales a los enfermos de las residencias de ancianos y estudian personarse en la causa judicializada. 

Los primeros avisos en la federación madrileña se produjeron tras la formación del Gobierno de coalición, que supuso la salida de Uribes, pero también del secretario general, José Manuel Franco, a la delegación del Gobierno, desde donde atizar al Ejecutivo regional es complicado por su papel institucional. La marcha de Pilar Llop a la presidencia del Senado y de la diputada Llanos Castellanos, otra de las personas que estaban llamadas a ser un posible relevo de Gabilondo, vislumbraron una posible crisis de liderazgo

“Si se va ahora nos hace un roto”, reconocen en el entorno de Franco sobre la situación que dejaría la marcha de Gabilondo de la Asamblea. No obstante, ven su relevo inevitable en el medio plazo dado que dan por hecho que no repetirá como candidato en 2023 y su futuro pasa por el Defensor del Pueblo si el PP se aviene a apoyarle a cambio de una negociación de la renovación de ese y otros organismos constitucionales, como el Poder Judicial -caducado desde hace dos años-. Pero los de Pablo Casado no parecen por la labor en este momento y sus votos son imprescindibles dado que se requiere tres quintas partes de las Cortes. 

La situación en Madrid es de especial importancia para Sánchez, que el 26 de mayo del pasado año se quedó con una sensación agridulce ante la victoria del PSOE en las municipales y autonómicas -en las que consiguió recuperar bastantes plazas- porque se le resistió de nuevo la comunidad en la que los socialistas llevan sin gobernar desde 1995. 

El presidente citó a Gabilondo en Moncloa la semana pasada para, entre otras cosas, interesarse por la crisis en el Gobierno de PP y Ciudadanos. A pesar del acercamiento de Sánchez a Inés Arrimadas y del boquete en el Ejecutivo regional, los socialistas rechazan presentar una moción de censura en el corto plazo. “Es una locura. Presentar una moción de censura para perderla es ridículo”, expresan en la dirección socialista, donde recuerdan que el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, “no está por la labor”. Aún así, no descartan hacerlo más adelante, cuando la pandemia haya pasado o se produzca algún cambio en la posición de Ciudadanos. 

Etiquetas
stats