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Vox boicotea el Pleno del Congreso y obliga a interrumpir la sesión

José Enrique Monrosi

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Vox lo volvió a hacer. Es práctica habitual durante la legislatura que la formación de extrema derecha intente violentar el reglamento del Congreso de los Diputados como estrategia política para ganar foco en base a polémicas, justo lo que ocurrió de nuevo este miércoles. Durante el desarrollo del Pleno y en un punto del orden del día que correspondía a una iniciativa parlamentaria de EH Bildu sobre las reglas fiscales, tomó la palabra desde la tribuna la diputada de las filas de Abascal, Teresa López.

“Señorías, Vox no legitima a terroristas”, empezó la alocución haciendo referencia a sus compañeros de hemiciclo, los diputados independentistas vascos. La portavoz de Vox arrancó entonces la enésima intervención de la mañana referida a ETA para concluir que solo su partido hacía frente en España a una banda terrorista desaparecida hace doce años. “Llevamos años diciendo que ETA está en las instituciones. Y lo está gracias al PP de Aznar, al PSOE de Zapatero, al PP de Rajoy y a Pedro Sánchez, que ha sido capaz de sacar adelante esta legislatura con Bildu como aliado y socio cediéndole descaradamente todo tipo de prebendas y a cambio de pisotear el recuerdo, la honra, la memoria y la dignidad de todas las víctimas del terrorismo”. 

En ese momento, y haciendo uso de su potestad para llamar al orden o a la cuestión si el interviniente no se atiene al contenido del debate estipulado en el orden del día, la vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo, avisó a la diputada. “Señora López, le llamo a la cuestión por primera vez”. “Estoy en la cuestión, presidenta”, respondió la diputada antes de proseguir con su retahíla.

“Son 44 terroristas condenados los que llevan en sus listas”, retomó sin atender la indicación de la Presidencia y sin pronunciar ni una sola palabra sobre las reglas fiscales, el punto del día que se estaba debatiendo. Así que Elizo acabó por llamarle a la cuestión dos veces más hasta retirarle la palabra. “Le llamo a la cuestión por tercera vez y no tiene más el uso de la palabra. Le ruego que abandone la tribuna”, le dijo. La diputada hizo caso omiso de la indicación y siguió su intervención sin abandonar la tribuna aunque con el micro apagado. “Señora López, le ruego que respete a esta Cámara y a la presidencia de esta Cámara”, insistió, sin éxito, la vicepresidenta tercera al frente de la sesión. “Le ruego que mantenga tanto su educación como ciudadana como parlamentaria”, volvió a intentarlo.

Después de 40 segundos de desafío, Teresa López volvió a su escaño entre los aplausos de su bancada, que forzó las palmas durante otros tres minutos y medio para impedir deliberadamente que la siguiente diputada, Elvira Rodríguez, del PP, pudiera hacer uso de la palabra para proseguir el Pleno. La estrategia de provocación llevó a la vicepresidenta Elizo a emplearse a fondo en el intento de devolver la normalidad a la sesión.

“Les rogaría que permitieran a la diputada que está en el uso de la palabra que siguiéramos con la sesión”, clamó por primera vez. “Les ruego que respeten a esta Cámara y que respeten a la persona que va a hacer uso de la palabra”, suplicó por segunda vez. Desafiantes, los diputados de Vox continuaron de pie ovacionando a su diputada, muchos de ellos de espaldas al hemiciclo y a la presidencia de donde llegaban las órdenes. “Señorías, esta Cámara no es un circo, de verdad, tengan cierto respeto a esta Cámara”, volvió a pedir.

Pero no fueron ni las reglas del Congreso ni la presidencia de la Cámara Baja las que frenaron a los diputados de Vox porque la sesión plenaria de la sede de la soberanía nacional solo pudo reanudarse en el momento en que la formación de ultraderecha, por decisión propia, dejó de aplaudir. “Señorías de Vox, gracias por dejarme por fin intervenir”, le agradeció la diputada del PP que llevaba casi cinco minutos en la tribuna esperando a poder hacer uso de su derecho a la palabra.

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