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CORONAVIRUS
La ola de frío tras el temporal pone a prueba el proceso de vacunación en una semana clave

Personal de los laboratorios que han desarrollado las vacunas, Pfizer y BioNtech abren la caja con las dosis para entregarlas a técnicos de la Agencia Española de Medicamentos

Belén Remacha / Irene Castro

10 de enero de 2021 23:16 h

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España afronta la primera semana sin festivos desde que llegó el primer cargamento de Pfizer el pasado 27 de diciembre con el reto de acelerar el proceso de vacunación y alcanzar una velocidad de crucero que permita inmunizar al 70% de la población a finales del verano. En navidades los Gobiernos autonómicos han obtenido resultados muy desiguales: el país ha avanzado a dos velocidades. Sin más fiestas por delante estas fechas iban a resultar claves para engrasar definitivamente los procedimientos en hospitales y centros de salud hasta alcanzar ese crecimiento exponencial que se necesita para cumplir con los objetivos fijados desde el Ministerio de Sanidad para el próximo semestre. Pero en esos planes se ha cruzado “el peor temporal de los últimos 50 años”, como lo ha bautizado el Gobierno. Y detrás de la nieve viene una ola de frío que amenaza con mantener el hielo en las vías de comunicación y las calles de algunas ciudades del centro peninsular, fundamentalmente en Madrid, donde viven 6,7 millones de personas, la región que acumulaba ya más retrasos antes de que empezasen a caer los primeros copos de nieve de la borrasca Filomena.

“No podemos hablar de una mejora de la situación meteorológica, muy al contrario, debemos mantener muy alta la guardia”, advirtió el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska este domingo durante su comparecencia para hacer balance de la situación tras la ola de nieve. Pero a pesar del reconocimiento a lo largo de todo el fin de semana por parte de las distintas administraciones de la imposibilidad de hacer frente a la magnitud de la nevada que deja “el peor temporal en 50 años”, el Gobierno asegura que las dosis de Pfizer correspondientes a esta semana llegarán en tiempo y forma.  

“Vamos a garantizarlo porque es un servicio esencial y evidentemente tenemos los medios materiales y personales para dar cumplimiento”, afirmó Marlaska en su segunda comparecencia del domingo junto al ministro de Transportes, José Luis Ábalos. El responsable de Interior insistió en que los niveles de alerta y coordinación de la administración estatal habían sido los correctos y que permitirán garantizar la llegada de las vacunas a las correspondientes comunidades autónomas. “Todas las medidas se están adoptando y adecuando a las circunstancias concretas del momento del traslado de las vacunas”, aseveró 24 horas después de que Ábalos había explicado que el Gobierno trabajaba en el establecimiento de corredores para la circulación de los convoyes con las vacunas que surten a las comunidades autónomas para garantizar así el abastecimiento de los hospitales y centros de salud.

Con más de un centenar de carreteras cortadas, más de 600 afectadas por incidencias y la obligatoriedad de usar cadenas en todas las de la Comunidad de Madrid, el Gobierno barajaba ya en la tarde del domingo que el cargamento previsto para aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cambiara de destino, a pesar de que se había reabierto este domingo por la tarde -para los despegues, según informó Ábalos-. “Tenemos una alternativa seria entre Barajas y Vitoria-Gasteiz y con la logística preparada para que no haya ningún retraso en el suministro porque es esencial”, apostilló el ministro del Interior. Las nuevas dosis han aterrizado este lunes en los aeropuertos de Barcelona y Vitoria, según ha afirmado Ábalos en una entrevista en Telecinco. “De ahí se realizará la distribución”, ha apostillado el ministro de Transportes, que ha explicado que se trabaja para “despejar los centros sanitarios y los hubs logísticos para la distribución”.

“Las vacunas, unas 350.000 dosis, llegarán en avión a los aeropuertos designados, con algún posible ajuste dada la situación climatológica”, informó a última hora del domingo el Ministerio de Sanidad en un comunicado en el que recordaba que es la compañía Pfizer quien se encarga de la distribución de sus vacunas en España“. ”Se han implementado los esfuerzos logísticos para salvar las consecuencias del temporal y que las vacunas puedan llegar a todos los puntos designados por las comunidades autónomas a lo largo de mañana lunes. En el Ejecutivo son conscientes de que Filomena y la ola de frío suponen un nuevo reto para el proceso de vacunación. De hecho, Sánchez ha despejado su agenda matutina -en la que tenía previsto asistir a Ferraz para participar en la reunión de la Ejecutiva del PSOE- por el temporal y presidirá de nuevo una reunión del Comité Estatal de Coordinación y Dirección del sistema nacional de Protección Civil, que en esta ocasión se reunirá por videoconferencia.

No solo para el Gobierno central es una prueba de fuego la distribución del nuevo paquete de vacunas en una semana clave. En pleno colapso, con los sanitarios de nuevo doblando turnos y autogestionándose los desplazamientos a los centros de trabajo, la Comunidad de Madrid desplegó el domingo una campaña para dejar claro que seguía vacunando.

La Comunidad de Madrid es la más retrasada de toda España en el proceso de vacunación, que este domingo ha cumplido dos semanas desde el primer pinchazo con suero de Pfizer/BioNTech, a Araceli Hidalgo. Desde ese día (27 de diciembre) se han usado el 37,4% de las 743.000 dosis recibidas: en un lado Asturias, el 75,2% y Galicia, el 65,4%; en el otro Madrid, el 14,3% y Cantabria, el 19,7%. Desde el Ministerio de Sanidad han repetido que esto no es una carrera ni un ranking, pero la vacunación no solo ha comenzado con distintas velocidades sino también con diferentes recursos y planificaciones según las autonomías. Sanidad tiene un documento estatal que unifica la estrategia, y está en constantes conversaciones con los grupos técnicos y políticos, pero deja en manos de los gobiernos regionales cómo organizarse para llevarlo a cabo y no dicta directrices sobre los recursos, “entendemos que son ellos los que tienen que decidirlo, y tienen suficiente capacidad organizativa para hacerlo”.

Al verse de última en los balances de todo el país, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, anunció la pasada semana que su administración vacunaría todos los días de la semana, los festivos y también por la noche. Las próximas jornadas serán claves para ver si la Comunidad consigue establecer el ritmo que ya han alcanzado otras autonomías.

España ha hecho muchos grandes operativos de vacunación, sin ir más lejos el de la gripe este otoño –que alcanzó a unas 10 millones de personas en menos de dos meses, según Sanidad–, por lo que las administraciones defienden que no hacía falta personal extra, entre la plantilla habitual del Sistema Nacional de Salud y los refuerzos que pusieron las distintas comunidades tras la primera ola. Aunque nunca ningún operativo exactamente como este, nunca antes se había buscado alcanzar a medio plazo a más del 50% de la población española, ni se había hecho en un contexto de pandemia. Los sindicatos y asociaciones lo que denuncian es que no ha habido un plan unánime y que en la mayoría de las comunidades ha habido improvisación, han faltado formación y reconocimientos para los sanitarios que están trabajando en esto y que se están ofreciéndose para doblar turnos y, también, que los datos no son claros. El plan de vacunación estatal se aprobó en noviembre, y desde ese mes ya se sabía que las primeras vacunas llegarían casi con seguridad entre finales de diciembre y principios de enero.



CCOO, CSIF y organizaciones de enfermería como ANENVAC (Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas), AEC (Asociación de Enfermería Comunitaria) y FAECAP (Federación de Asociaciones de Enfermería) señalan directamente como muestra de lo que no se debe hacer a Madrid. “Se está procediendo a la externalización de la campaña, a pesar de contar con suficientes recursos humanos públicos dispuestos a participar en la campaña”, dicen estas tres últimas en una carta conjunta, refiriéndose a la subcontratación de Cruz Roja, prevista desde diciembre porque ya entonces la institución buscaba personal. La Comunidad arrancó “sin tener apenas 100 personas para equipos de vacunación”, recuerda Jose Antonio Forcada, presidente de ANENVAC. 

Las enfermeras de la Comunidad ya se han organizado para recordar que están listas para trabajar y que rechazan la privatización. Y desde CSIF señalan que hay 17 centros de Madrid Salud, del Ayuntamiento de Madrid, con 300 profesionales disponibles, de los que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso también declinó la ayuda. En Madrid “no nos consta que haya habido formación específica regulada” a enfermeras, especifica Antonio Cabrera, secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO, algo que “exigíamos, sobre todo dirigido a profesionales que forman parte de las nuevas contrataciones COVID” y que sí tienen conocimiento de que se ha hecho en varios hospitales de Asturias. En Madrid hay enfermeras en lista de espera para trabajar “que empiece externalizándolo no es la apuesta. Y es normal la respuesta de los y las profesionales, muy enfadados”. En algunas comunidades la formación ha consistido en cursos, en otras ha bastado con un vídeo explicativo. La vacuna de Pfizer tiene complicaciones concretas, relacionadas sobre todo con los viales y cuánta cantidad de líquido hay que administrar, y con la conservación.

Pero no es solo Madrid. En la mayoría “ni se ha contratado, ni se ha incentivado, ni se ha organizado. Ahora parece que hay cierto impulso y el ritmo se ha acelerado, pero tras una semana perdida. Llegamos tarde, como siempre. No se ha caracterizado la pandemia con la planificación, pero esa excusa podía valer en marzo: ahora sabíamos que la vacunación iba a llegar”, apunta Cabrera. A CCOO le constan dos ejemplos paradigmáticos. Uno es Asturias, la que más ha vacunado, que no tiene bolsa de enfermeras pero está pagando incentivos (500 euros) a las enfermeras por doblar turnos, y donde no se dejó de vacunar los festivos; y lo está haciendo igual Galicia, como publicó La Vanguardia, la segunda comunidad que más ha vacunado de momento. Catalunya también ha dicho que pretende dar incentivos pero no concreta cuantía de momento. El otro ejemplo es La Rioja, que no está dando incentivos y va a la cola, la cuarta (solo el 28% puestas) que menos ha vacunado tras Madrid, Cantabria y la Comunidad Valenciana.

Entre las comunidades que no han llegado al 50% de las vacunas utilizadas hay dos que alegan un motivo técnico. Andalucía y Castilla y León defendieron cuando se conocieron los primeros datos que su estrategia pasa por guardar al menos el 50% de las dosis para asegurar la segunda puesta a todos los pacientes que ahora se vacunen con la primera (para Pfizer hacen falta dos pinchazos separados por 21 días). Sanidad “entiende” este razonamiento, pero no lo ven necesario porque las entregas de la farmacéutica van a ser periódicas y no va a haber falta de suministro.

Falta de datos claros

Los sindicatos y organizaciones mencionan una falta de transparencia en general acerca de cómo se está haciendo. El secretario de Sanidad de CSIF, Fernando Hontangas, critica que “hemos pedido mucha información, y no nos la han dado. Algo hace sospechar, encuadrado en todo este retraso. Nos parece mentira que por falta de organización no se esté vacunando al ritmo que se debería. Y más que se culpe a las vacaciones de los sanitarios. Históricamente el personal sanitario siempre está, en urgencias te atienden en festivos, el virus tampoco entiende de eso. Lo que hace falta es organización”. Sí han recabado por ejemplo que en Extremadura, la comunidad actualmente con mayor incidencia de contagios, sólo se vacunó del día 27 hasta Reyes durante 4 días, con 13 equipos de vacunación “insuficiente” y con médicos jubilados que se han ofrecido a la Junta.

CCOO también critica la falta de transparencia. Ellos calcularon en octubre que la Sanidad Pública necesitaba inmediatamente 62.000 contratos nuevos, 150.000 en tres años. No se ha cumplido. Por el trabajo extra que requiere la vacunación, que durará a gran escala hasta verano mínimo, “solo dos comunidades se han comprometido ante nosotros a aumentar plantilla, aunque no lo han materializado: Catalunya y Castilla y León. El resto lo que han hecho ha sido prorrogar contratos COVID”, contratos temporales “como mucho permitidos hasta septiembre, como Aragón”. La guía habitual es la Encuesta de Población Activa, que en el tercer trimestre (hasta octubre) marcó récord de ocupación de sanitarios (1,2 millones de empleados) pero todavía no hay datos que incluyan todo 2020.

Voluntariedad y pisar ahora el acelerador

elDiario.es ha recopilado algunos datos que han aportado las consejerías de Sanidad. Catalunya, en la tabla baja de la lista aunque cogiendo velocidad con un 32,2% de vacunas utilizadas, se ha fiado casi exclusivamente a la voluntariedad del personal de enfermería que se ha ofrecido para trabajar fuera de su jornada laboral. La Generalitat alegó que no había profesionales disponibles en las bolsas de trabajo, con lo que la gran mayoría de los 500 que integran los primeros equipos móviles de vacunación –los que se desplazan a las residencias– son enfermeros y enfermeras en horas extra. El lunes había recibido 6.000 voluntarios, formados estaban más de la mitad, y a partir de ese momento la campaña de vacunación cogió velocidad: se pasó en 48 horas de 10.000 vacunados a cerca de 25.000.

En Castilla y León hay 56 equipos de vacunación COVID con unos 133 enfermeros del sistema de Atención Primaria. A las zonas rurales se está llevando a los equipos y el material en taxi. En Cantabria se destituyó a la directora de Salud Pública y el objetivo ahora es ambicioso: tener vacunadas a todas las residencias y personal sanitario el 25 de enero, a pesar de que la fase que los abarca dura todo enero y febrero. No especifican con qué personal, aunque sí que desde el inicio de la pandemia se han incorporado al Sistema 717 profesionales. En Murcia aseguran haber formado a 350 y en Navarra a 170, sin ser necesario incorporar a más, según las consejerías. En Andalucía a 526 profesionales de Enfermería, alegan que con el Plan Alta Frecuentación y Refuerzo COVID se ha reforzado el Sistema con 17.000 contratos, aunque esto también incluye personal sanitario, de administrativos a conductores.

Con información de Pau Rodríguez, Alba Camazón, Javier Ramajo, Rubén Alonso, Rodrigo Saiz y Elisa Reche.

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