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Fabra gasta lo que no tiene para intentar llegar vivo a las elecciones de 2015

Alberto Fabra en un centro educativo junto al alcalde de Gandia, Arturo Torró.

Voro Maroto

La Generalitat está en quiebra. Es, en términos relativos, la administración autonómica más endeudada, su déficit (diferencia entre gastos e ingresos) sigue fuera de control pese a la política de recortes y, sencillamente, con lo que recibe del estado y sus impuestos propios, no puede pagar sanidad y educación, sus dos principales responsabilidades y partidas de gasto.

Al presidente del Consell, Alberto Fabra, poco parece importarle. A 15 meses de las elecciones autonómicas, su prioridad –y la de su partido- para por intentar darle la vuelta a todas las encuestas, que auguran el desplome del PP. Para ello nada mejor que recurrir al dinero público, aunque no se tenga. Ahí van algunos ejemplos

86 millones en enterrar Canal 9

Fabra, pese a sus amenazas, dejará sin trabajo a los 1.600 trabajadores de Ràdio Televisió Valenciana abonando 86 millones de euros, las indemnizaciones más generosas en toda la reconversión –aún sin finalizar- del sector público valenciano. El excelente trabajo del comité de empresa de Canal 9 y la combatividad de parte de la plantilla ha dado sus frutos, así como, sobre todo, la voluntad del President de cerrar un foco de tensión. Tras el chapucero cierre de la televisión, la Generalitat quería cerrar en la medida de lo posible cualquier frente judicial y social –los trabajadores de Canal 9 han abroncado a Fabra en numerosos actos públicos- para rebajar tensión. Ahora toca vender futuro.

Bajadas de impuestos

Pese a la tétrica situación económica de la Generalitat, el secretario general del PP valenciano, Serafín Castellano, ha anunciado una difusa bajada de impuestos porque esa política está “en el ADN” del partido. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, sin concretar más, ha concretado hasta la fecha: 2015, año electoral. “El trabajo muy ingrato que ha realizado la Generalitat” ha sido el conseguir “estabilidad presupuestaria”. “Ahora ya toca bajar impuestos dado que en 2014 ya aumenta la economía y la recaudación”, ha dicho Moragues.

Sueldos de funcionarios

Los funcionarios están muy cabreados con el Consell. Sin sufrir como los 600.000 parados valencianos o ese tercio de los trabajadores que ni siquiera gana el salario mínimo, han padecido recortes en sueldo y condiciones laborales tanto por las medidas de Mariano Rajoy como por las del Consell. Moragues ya ha pactado con los sindicatos la implantación de la carrera profesional entre los funcionarios de la Generalitat, un plus salarial que solo cobran actualmente médicos y docentes. Hay –sumando todas las administraciones- 237.000 trabajadores públicos en la Comunitat Valenciana.

Ampliación del metro y nuevos hospitales

Aunque su inauguración estaba prevista para 2011, tras varios años de parón parece que la ampliación de la Línea 5 de Metro Valencia será una realidad en 2015. La Generalitat ya ha licitado por 8 millones de euros la conexión entre Riba-roja de Túria y el aeropuerto de Manises. La línea 2, que conectará el caso antiguo de Valencia con Natzaret, en el litoral, tendrá que esperar. Cuesta 400 millones y no hay para tanto.

Si hay dinero, parece, para finalizar otra infraestructura a medio hacer, el hospital –más bien pequeño, de sólo 98 camas- de Llíria. Camps anunció su apertura en 2011, pero la obra lleva años dormida pese a que está ejecutada al 85%. Ahora, el Consell invertirá cinco millones de euros para acabarla este año e inaugurarla a puertas de las elecciones.

La construcción del nuevo hospital de Gandia, una inversión de 90 millones de euros, también ha estado más de un año parada. Se reanudó en el último trimestre de 2013 y se finalizará con tiempo para abrir el hospital antes de la cita con las urnas. Queda inaugurado el gasto electoral.

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