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El PP se pliega a Vox y fulmina las ayudas a las entidades que vertebran la defensa y el fomento del catalán en Mallorca

Miles de personas acuden a la llamada de la Obra Cultural Balear (OCB) y de Joves de Mallorca per la Llengua para celebrar la Diada per la Llengua, el pasado mes de mayo

Esther Ballesteros

Mallorca —
24 de noviembre de 2025 17:53 h

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El pleno del Consell de Mallorca, gobernado por PP y Vox, ha dado este lunes el primer paso para eliminar de los presupuestos de 2026 las subvenciones nominativas a la Obra Cultural Balear (OCB) y a Joves per la Llengua, una de las principales exigencias de los de Santiago Abascal en las negociación con los conservadores y un gesto político de gran calado: se trata de la primera vez en la historia que estas entidades, volcadas en la promoción de la lengua catalana, quedan fuera de la financiación directa de la administración insular.

Tanto PP como Vox han aprobado de forma inicial el texto presupuestario en una sesión marcada por la tensión y el rechazo de PSIB-PSOE, Més per Mallorca y El PI a unas cuentas marcadas por el “ataque a la identidad y al corazón del pueblo mallorquín”, además de considerar que están “teñidas de racismo”: habrá una partida específica para la puesta en marcha de un centro de atención temporal a menores migrantes no acompañados, lo que para los socialistas supondrá “amontonar” a los jóvenes como si fuesen “muebles viejos”.

Respecto a la eliminación de las ayudas a la OCB y a Joves per la Llengua, ambas entidades forman parte del entramado civil que ha sostenido la continuidad social del catalán en la isla. La OCB, fundada en 1962, ha recibido apoyo público de forma ininterrumpida desde los años noventa por su labor en el fomento de la lengua propia de las islas -tal como está reconocido el catalán en el Estatut de Autonomia balear-, la normalización lingüística y la organización de actividades culturales. Del mismo modo, Joves per la Llengua, activa desde 1994, ha desarrollado campañas de dinamización entre el público joven, talleres lingüísticos y actos de participación comunitaria.

La supresión de estas ayudas directas, a la que se suma el recorte de partidas vinculadas a la promoción del catalán como la dirigida al Gremi de Llibreters para la organización de la Setmana del Llibre en Català, supone así un giro en la política lingüística del Consell. Con todo, el PP asevera que mantendrá líneas de apoyo a la lengua a través de convocatorias abiertas. Para la oposición, sin embargo, la eliminación de las subvenciones nominativas equivale en la práctica a desmantelar el apoyo institucional a las entidades que vertebran el tejido cultural catalanoparlante.

“Vox impone y el PP ejecuta”

Durante el pleno, el conseller insular de Hacienda, Rafel Bosch (PP), ha defendido que las cuentas -761,7 millones de euros, “las más altas y sociales de la historia del Consell”- son fruto de la “estabilidad” del pacto entre PP y Vox y de “la responsabilidad, la voluntad de diálogo y de consenso” entre ambos partidos, una afirmación que ha chocado frontalmente con la postura de los grupos de izquierdas: tanto Més como PSIB sostienen que los presupuestos nacen “marcados por las imposiciones” de la extrema derecha. “Vox impone y el PP ejecuta”, ha resumido la portavoz de la formación ecosoberanista, Catalina Inés Perelló.

Bosch ha incidido en que los presupuestos mantienen un “fuerte carácter inversor” para transformar áreas como el municipalismo, el medio ambiente y la cultura, al mantener en el centro de las políticas a “los más vulnerables, la movilidad y el turismo”. En su defensa de las cuentas, los populares insisten en que éstas crecen un 60% en políticas sociales y que la lengua catalana mantiene una dotación global de tres millones de euros, pero a través de la concurrencia competitiva. La oposición considera esta fórmula una “cortina de humo” que permitirá al Consell controlar qué proyectos reciben apoyo, debilitando a las entidades históricas de referencia.

“Devuelven el Consell a la época de Munar”

Por su parte, la portavoz insular del PSIB, Catalina Cladera, ha lamentado la supresión de las ayudas nominales a Joves per la Llengua y la OCB, toda vez que ha criticado la partida destinada al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) que se ubicará en Son Tous. En este sentido, ha calificado el proyecto de presupuestos como “regresivo, reaccionario y lleno de retrocesos”, aseverando que el proyecto “devuelve al Consell de Mallorca a la época de [Maria Antònia] Munar, con olor a naftalina”.

En este contexto, el Grupo Socialista ha presentado enmiendas parciales valoradas en más de 140 millones de euros con el objetivo de “transformar Mallorca con una visión más valiente y de futuro”. En materia de vivienda, Cladera ha recriminado que el presupuesto “no da respuesta a la emergencia habitacional”, con tres millones de euros provenientes del Estado y “sin ninguna iniciativa propia”. “¿De verdad que no pueden hacer nada más? Nuestros jóvenes y familias esperan mucho más del Consell que un sorteo para un viaje a la nieve”, ha ironizado.

Mientras tanto, la representante de Més per Mallorca ha censurado que el equipo de gobierno represente un proyecto político “vacío y subordinado” que “no responde a las necesidades de Mallorca”, sino que supone una “renuncia política, ideológica y moral”. Para los ecosoberanistas, estos presupuestos incluye elementos “xenófobos”, como la puesta en marcha del CATE porque, debido a la “exposición mediática” efectuada por Vox, “no se garantiza la privacidad” de los menores.

Asimismo, el portavoz de El PI, Antoni Salas, ha justificado su oposición a las cuentas por su falta de ejecución y, especialmente, por la eliminación de las ayudas a la OCB y a Joves per la Llengua. “Eliminar estas ayudas es un ataque frontal a la lengua y a la cultura mallorquina. Es una decisión indigna, tomada por miedo a Vox o por pura comodidad política”, ha deslizado durante su intervención en el pleno.

Desde Vox, por el contrario, su portavoz, Antoni Gili, ha reivindicado la eliminación de estas subvenciones como una “medida valiente” y ha acusado a las entidades culturales de “adoctrinar en catalán” y fomentar el “separatismo”, un discurso que la formación ha utilizado de forma recurrente para justificar la retirada de apoyos públicos a las organizaciones lingüísticas, tanto en Mallorca como a nivel balear.

Cabe recordar que, pese a la tensión que en materia lingüística se vivió durante los gobiernos insulares del PP de los años 2003-2007 y 2011-2015, ninguno de ellos eliminó las ayudas directas a la OCB y a Joves per la Llengua. El expresidente del Govern José Ramón Bauzá intentó sin éxito desmontar el sistema de inmersión lingüística autonómico para implementar el TIL (Tratamiento Integral de Lenguas), lo que le costó una de las mayores movilizaciones en la historia de Balears. Sin embargo, el Consell de Mallorca mantuvo sus líneas de apoyo.

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