La Escuela de Arquitectura de Toledo vinculada a la Universidad de Castilla-La Mancha acaba de recibir el primer premio de obras en la XVII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, celebrada en Ponferrada (León), por su trabajo de restauración y consolidación de las cuevas de Tomelloso, en Ciudad Real.
Los autores de este trabajo son José Antonio Aguado Benito, Javier Vellés Montoya y Juan Alonso Aperte. El proyecto aborda la estabilización urgente de un sistema de cuevas-arenero de más de 40 metros de longitud y en severo deterioro tras décadas de abandono, vertidos y falta de ventilación.
Ubicado en el barrio de la Esperanza —un entorno vulnerable que había sufrido tres colapsos recientes de cavidades similares—, el trabajo responde a una situación de máxima alarma social y riesgo estructural.
La intervención recupera técnicas tradicionales de Tomelloso y apuesta por soluciones de bajo coste y bajo impacto. Se han reforzado las cavidades mediante pilares hiperboloides de fábrica que acortan la luz y un muro aligerado con arcos parabólicos que estabiliza la bóveda rajada
Tanto pilares como muro integran ladrillo macizo y un relleno de hormigón realizado con cascotes reciclados y mortero de cal, permitiendo un mejor equilibrio hídrico y menor huella de carbono.
“Se restablece la ventilación natural y la estabilidad estructural, proponiendo una gestión más consciente del patrimonio subterráneo de Tomelloso y convirtiendo las cuevas en un recurso territorial, no en una amenaza”, según consideró el jurado.
En una entrevista con elDiario.es Castilla-La Mancha el pasado verano, el arquitecto y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Antonio Aguado explicaba que el proyecto había permitido hasta entonces cartografiar . unas 300 cuevas, pero bajo el suelo del pueblo debe haber entre 2.000 y 4.000. “Todas las que hemos visto tienen un terreno muy parecido”, decía.
Una bienal que se celebra desde 1991
Bajo el título Flujos comunes, la XVII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo propuso explorar cómo los distintos flujos de materiales, energía, personas, datos y medioambiente, configuran hoy nuestro territorio común. La arquitectura se entiende aquí como una práctica situada dentro de estos sistemas interdependientes, capaz de leer, canalizar y transformar las dinámicas que atraviesan el espacio habitado, desde lo global hasta lo doméstico.
Un total de 55 proyectos han sido premiados en las tres categorías de participación: obras, divulgación y publicaciones, así como proyectos Fin de Carrera, todos ellos articulados desde una mirada crítica y reflexiva sobre el papel de la arquitectura ante los desafíos contemporáneos de la hiperconectividad
El evento se desarrolló en la Térmica Cultural, espacio impulsado y gestionado por la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN). Esta bienal es convocada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, a través de la Secretaría General de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y la Fundación Arquia.
Desde su primera edición en 1991 tiene el propósito de reconocer y difundir aquellas obras, investigaciones y acciones que contribuyen a mejorar la calidad de la arquitectura en los nuevos términos de contemporaneidad, entendidos como una lectura crítica y comprometida con su tiempo. En esta edición, la bienal amplió su mirada para incluir no solo los proyectos construidos, sino también los procesos, redes y relaciones que los hacen posibles, entendiendo la arquitectura como parte activa de los flujos comunes que sostienen nuestras ciudades y territorios.
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