Trump amenaza a Venezuela: “Vamos a acabar con esos hijos de perra”
“Vamos a acabar con esos hijos de perra”. Así se ha referido el presidente de EEUU, Donald Trump, a la siguiente fase de la escalada militar en torno a Venezuela por la supuesta lucha contra el “narcoterrorismo”.
“Las cifras han bajado porque estamos llevando a cabo estos ataques”, ha dicho Trump, “y vamos a empezar a llevarlos a cabo también en tierra. En tierra es mucho más fácil, lo sabemos todo, sabemos dónde viven. Y vamos a empezar con eso muy pronto también, y entonces las familias podrán vivir sin el miedo de que su hijo o su hija tomen una pastilla para divertirse un poco y acaben muriendo en 60 segundos”.
“Lo que Biden le ha hecho a este país al permitir que todas estas personas, a las que yo llamo animales, entren en nuestro país y lo destruyan, y dejen que todas esas drogas entren, que la gente cruce la frontera como si nada”, ha proseguido Trump en una intervención ante la prensa durante la reunión de su gabinete este martes: “Vamos a acabar con esos hijos de perra”.
Las palabras de Trump llegan en plena polémica por las órdenes de rematar a los supervivientes de los ataques a las supuestas narcolanchas, que han puesto a su secretario de Guerra, Pete Hegseth, en la diana. “Todavía no tengo mucha información”, ha dicho Trump, “porque confío en Pete, pero para mí fue un ataque, no uno, dos o tres. No sabía nada, no participé en ello. Pero puedo decir esto: quiero que se eliminen esos barcos y, si es necesario, atacaremos también en tierra, igual que atacamos en el mar. Han hecho un trabajo increíble, y Pete ha hecho un trabajo increíble”.
“He oído que Colombia produce cocaína”, ha añadido Trump: “Tienen fábricas y luego nos venden cocaína. Cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela”.
Lo cierto es que la polémica ha estallado después de que The Washington Post informara el viernes de que el secretario de Guerra dio la orden de no dejar supervivientes en el primer ataque a una supuesta narcolancha, el pasado 2 de septiembre. Y hasta tal punto fue así, que el Ejército de EEUU hizo un segundo ataque para rematar a dos supervivientes, algo que sería considerado un crimen de guerra, en tanto que tendría que haber proporcionado auxilio en vez de más dinamita.
La ley del mar dicta que cuando un barco es hundido en alta mar, existe el deber de rescatar a los supervivientes. Es decir, no sólo bombardearon una lancha civil indefensa, sino que, una vez bombardeada, el ataque siguió hasta que no quedaran supervivientes.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha intentado este lunes explicar lo sucedido aquel día, hace tres meses, cuando empezó una campaña de asesinatos extrajudiciales que se ha cobrado ya 83 vidas en 21 ataques. Según Leavitt, quien ha reconocido que se produjo ese segundo ataque, “los grupos narcoterroristas designados por el presidente están sujetos a ataques letales de acuerdo con las leyes de la guerra. Con respecto a los ataques en cuestión, el 2 de septiembre, el secretario Hegseth autorizó al almirante Bradley [comandante del Comando Central, CENTCOM] a llevar a cabo estos ataques. El almirante Bradley actuó dentro de su autoridad y de la ley que rige el combate para garantizar que se destruyera la embarcación y se eliminara la amenaza para EEUU”.
Es decir, en su defensa de Hegseth, la Casa Blanca pone en el disparadero al alto mando militar.
“¿Cómo se trata a Al Qaeda y al ISIS?”, se ha preguntado el secretario de Guerra, Pete Hegseth, en la reunión del gabinete: “¿Se les arresta? ¿Se les da una palmadita en la cabeza y se les dice: 'No volváis a hacerlo'? ¿O se acaba con el problema directamente adoptando un enfoque letal? Y esa es la forma en que el presidente Trump ha autorizado al Departamento de Guerra a tratar a estos cárteles. Sabemos quién está en qué, qué están haciendo, qué llevan. Ahora bien, en los primeros ataques, como haría cualquier líder, uno quiere asumir esa responsabilidad. Así que dije que yo sería quien tomara la decisión después de obtener toda la información y asegurarme de que era el ataque adecuado. Eso fue el 2 de septiembre. Vi ese primer ataque en directo. Como pueden imaginar, en el Departamento de Guerra, tenemos muchas cosas que hacer, así que no me quedé allí durante una hora o dos, o lo que sea, mientras se llevaba a cabo. Así que pasé a mi siguiente reunión. Un par de horas más tarde, supe que el comandante había tomado la decisión que tenía plena autoridad para tomar, la decisión correcta de hundir el barco y eliminar la amenaza y estamos orgullosos de hacerlo”.
“Yo personalmente no vi supervivientes”, ha dicho Hegseth: “El barco estaba en llamas. A esto se le llama la niebla de la guerra. Esto es lo que la prensa no entiende. Ustedes se sientan en sus oficinas con aire acondicionado en el Capitolio, y critican y publican historias falsas en el Washington Post, con fuentes anónimas, sin base alguna, sin ninguna verdad sobre héroes estadounidenses. El presidente Trump ha empoderado a los comandantes para que hagan lo que sea necesario, cosas oscuras y difíciles, en nombre del pueblo estadounidense. Los apoyamos y detendremos el envenenamiento del pueblo estadounidense”.
En este sentido, un informe de la Guardia Costera constata que sólo el 21% de las lanchas interceptadas en 2024 en esa zona llevaban droga, mientras que el 79% no llevaban nada ilegal.
El Congreso pide cuentas
Hace unas semanas, el Senado de EEUU votó una resolución –War Powers Resolution, WPR– que buscaba frenar un ataque a Venezuela por la vía de exigir una autorización del Congreso para ir a la guerra. Aquella votación tumbó la resolución 49-51, pero con la reapertura de la Cámara de Representantes tras el cierre del Gobierno, la Cámara de Representantes ha vuelto a pedir explicaciones sobre el despliegue militar frente a Venezuela.
Se ha registrado hace unos días una nueva resolución para ser votada a mediados de diciembre. En este caso, no se menciona explícitamente un ataque a Venezuela, sino a los cárteles.
Pero este martes se ha registrado otra muy concreta, que dice lo siguiente: “El Congreso ordena al presidente que retire a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de las hostilidades dentro de Venezuela o contra este país, a menos que se autorice explícitamente mediante una declaración de guerra o una autorización legal específica para el uso de la fuerza militar”.
La resolución ha sido impulsada por el representante demócrata por Massachusetts James McGovern, y apoyada por el republicano por Kentucky Thomas Massie.
En relación con las presuntas narcolanchas, varios senadores demócratas están pidiendo que se publique el supuesto informe del Departamento de Justicia que supuestamente concede amparo legal a los ataques en el Caribe y el Pacífico.
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