Una acción ciudadana denuncia la creciente presencia de cartelería en edificios protegidos en Córdoba
En el casco histórico de Córdoba uno puede encontrar distintas iglesias fernandinas con lonas y carteles colgados, una portada del siglo XVII con un anuncio de un centro concertado o anuncios de exposiciones en antiguos palacios y museos como el de Bellas Artes. Ante esta contaminación visual creciente y evidente, un colectivo ciudadano ha desarrollado una acción anónima con la que ha puesto el dedo en la cartelería que cuelga de inmuebles protegidos colocando una pegatina con el clásico Prohibido fijar carteles, responsable empresa anunciante.
Denuncian lo que consideran un “escaso cuidado y cumplimiento de la ley” en un particular recorrido que han jalonado de pegatinas indicativas en espacios como las iglesias de San Agustín, Santa Marina, San Andrés, el Palacio de Viana o la Plaza de las Cañas.
Apelan a la normativa vigente: el artículo 19 de la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía describe como contaminación visual o perceptiva en los inmuebles inscritos en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz las intervenciones que “degraden los valores del bien” o “impida o distorsione su contemplación” e insta a los municipios a controlar, entre otros, “la colocación de mobiliario urbano” o “la colocación de rótulos, señales y publicidad exterior”.
Y así, quienes han puesto el foco en este hecho pretenden reclamar un mayor control de las administraciones sobre la publicidad, cartelería y otros elementos que se han dispuesto en distintos bienes de interés cultural de la ciudad, algo que hasta ahora no había sido denunciado ni, visto lo visto, controlado por las administraciones.
La normativa señala que la Junta de Andalucía es responsable basándose en la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía que describe la contaminación visual pero, a su vez, insta a que sean los municipios –el Ayuntamiento de Córdoba en este caso- quien controle, entre otros, “la colocación de rótulos, señales y publicidad exterior”, que en la capital cordobesa queda regulada por la ordenanza municipal sobre la publicidad exterior en el casco histórico y cuyas autorizaciones debe otorgar la Gerencia Municipal de Urbanismo.
“Lo estamos estudiando”
Preguntadas ambas administraciones por eldiario.es/andalucia acerca de este asunto, si se habían otorgado autorizaciones para disponer los carteles o bien se había impuesto algún sanción, o si se va a acometer ahora algún tipo de actuación, la Delegación de Cultura de la Junta en Córdoba asegura que “está estudiando” el tema y que si toma alguna decisión la dará a conocer próximamente. Por su parte, la Gerencia Municipal de Urbanismo no ha ofrecido ninguna respuesta.
Los autores de esta acción urbana llaman la atención acerca de la normativa legal que señala “la prohibición de colocación de publicidad comercial y de cualquier clase de cables, antenas (...) en jardines históricos y en las fachadas y cubiertas de monumentos”, salvo autorización y, añaden, “será preceptiva la misma autorización para colocar cualquier clase de rótulo, señal o símbolo”.
De todo ello se han hecho eco a través de un blog, donde denuncian estos hechos y reclaman la protección necesaria para los inmuebles históricos, además de dar visibilidad con fotografías a su denuncia y a los edificios sobre los que aparece la cartelería publicitaria. Algunos de los casos que más llaman la atención se muestran en este blog, como son las lonas publicitarias que se superponen en distintas iglesias del casco histórico -Santa Marina, La Trinidad, La Compañía- además de otros espacios protegidos como el Museo de Bellas Artes.