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Universidades españolas reclaman la puesta en libertad de Patrick Zaki, un estudiante egipcio detenido al pisar El Cairo

El joven lleva casi un mes retenido en Egipto

Álvaro López

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La vida de Patrick Zaki cambió el pasado 7 de febrero. Estudiante del máster Gemma de Estudios de las Mujeres y de Género de la Universidad de Granada (UGR), fue detenido y encarcelado ese mismo día por miembros de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) de Egipto nada más pisar el país que le vio nacer. A sus 27 años, Zaki se encontraba estudiando desde septiembre en Bolonia (Italia), como parte del programa de movilidad con el que cuentan sus estudios de máster. Había viajado a su casa aprovechando las vacaciones para disfrutar de su familia en su tiempo libre, pero no ha podido hacerlo. Permanece en una celda que comparte con una treintena de personas.

Su detención ha provocado una cascada de reacciones de apoyo llegadas desde el mundo académico solicitando su liberación. Desde la UGR, donde la coordinadora del máster Gemma, Adelina Sánchez, no duda en expresar el atropello a los derechos de Patrick que está suponiendo su retención en tierras egipcias, pasando por la CRUE española y la Universidad de Bolonia donde había estado cursando sus estudios hasta el pasado enero. El rector italiano, Francesco Ubertini, ha solicitado también que Zaki sea puesto en libertad de forma inmediata. Como el resto de estudiantes y organizaciones por los derechos humanos han argumentado en diferentes intervenciones, todos desean que Patrick pueda regresar para retomar sus estudios.

Acusado de difundir noticias falsas, alentar a la movilización y planear el derrocamiento del estado egipcio a través de las redes sociales, el país norteafricano arrestó a Zaki nada más llegar al aeropuerto de El Cairo por una orden de arresto emitida en septiembre; él había abandonado el país en agosto para cursar sus estudios. Desde entonces, las autoridades lo han mantenido quince días en prisión preventiva. Aunque el pasado sábado 22 de febrero tuvo una nueva vista para defender su inocencia y solicitar libertad, la fiscalía egipcia se la ha denegado manteniéndolo entre rejas al menos dos semanas más, afirman fuentes cercanas al caso.

Estas mismas fuentes, apoyadas por Amnistía Internacional, sostienen que Patrick fue detenido por primera vez nada más aterrizar desde Bolonia. Que tras pasar 17 horas siendo interrogado sin un motivo aparente, la policía egipcia le trasladó hasta su domicilio en Mansoura, a 120 kilómetros de El Cairo para que recogiese enseres personales antes de ser encerrado en prisión. Las acusaciones que recaen sobre Patrick se refieren principalmente a ser un activista, pero la Universidad y los compañeros de Patrick afirman que se trata de una persecución contra su libertad por pertenecer a una ONG.

Crítico con el gobierno

A Patrick Zaki lo describen sus allegados como un joven comprometido por la libertad en su país, Egipto, tal y como se puede comprobar en los diferentes artículos que ha publicado en Internet. Zaki se ha mostrado crítico con la presidencia de Abdelfatah Al-Sisi, que llegó al poder en 2014 tras protagonizar un golpe de Estado en 2013 contra Mohamed Mursi. Enarbolando un discurso en defensa del pueblo egipcio, no son pocos los que lo ven como otro líder autoritario. Posición en la que se encuentran algunas ONG y activistas.

Entre los contrarios al presidente egipcio se encuentra Patrick Zika, que pertenece a Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, la misma organización no gubernamental a la que estaba adherido Giulio Regeni, un estudiante italiano cuya historia recuerda a la del propio Zaki. Regeni fue detenido y apareció asesinado en Egipto en 2016, cuando tenía 27 años, después de haber viajado al país de las pirámides mientras se encontraba haciendo un doctorado en la Universidad de Cambridge. Zaki ha sido uno de los activistas que más se ha significado por querer esclarecer la verdad tras el asesinato de Regeni. Cuatro años después, apenas se sabe de lo ocurrido.

El joven estudiante de la Universidad de Granada compareció el sábado ante la justicia egipcia para probar su inocencia y pedir su inmediata puesta en libertad. Argumentó ante las autoridades de aquel país que es inocente: “si hubiese cometido una ilegalidad no habría regresado”, aseguró en sede judicial. Unas palabras a las que añadió que no comprende por qué le han detenido: “Podría haber solicitado asilo en Italia y no he querido”. El joven, que posee un currículum brillante que le ha llevado a ser uno de los 25 alumnos que ha podido acceder a una beca Erasmus Mundus de la Comisión Europea, trasladó a una agencia italiana antes de entrar en el juicio que no está siendo torturado.

Sin embargo, el tiempo que lleva entre rejas pesa y por eso cuenta con el respaldo de decenas de universidades que recuerdan que las libertades de expresión y de asociación, por las que ha sido detenido, están amparadas “por la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, documentos de los que Egipto es firmante”, como recoge el comunicado que ha emitido la CRUE. La situación de Patrick “supone un motivo de profunda preocupación para la comunidad universitaria internacional”. Finalmente, este medio ha tratado de contactar con la embajada de Egipto en España sin éxito.

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