El reto de restaurar 'Las Sacerdotisas', la última pintura rupestre vandalizada en Jaén

Esta vez los vándalos se tomaron su tiempo, y su esfuerzo: unos 40 minutos a pie hubieron de cubrir hasta llegar a una zona muy escarpada, casi inaccesible, de Despeñaperros. Una vez allí, buscaron el objeto de su abyecta gamberrada, unas pinturas rupestres de miles de años de antigüedad, sacaron el bote de espray de color rosa y rociaron las figuras. Unos senderistas que descubrieron el atentado alertaron a las autoridades. “Ha sido una acción muy a conciencia”, asegura una fuente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. “No solo por la difícil accesibilidad del lugar, sino por lo escondidas que están las figuras. Uno puede pasar delante de ellas y no verlas”.

Así fueron vandalizadas este fin de semana las pinturas conocidas como Las Sacerdotisas, ubicadas en un abrigo del cerro de Los Órganos, la mayor altura de la ladera Oeste del desfiladero de Despeñaperros. Su existencia fue constatada en 1913 por el ábate Henry Breuil, investigador del Instituto de Paleontología Humana de París. Pero su origen se remonta al periodo entre el 4.000 y el 2.000 antes de Cristo. Estas Sacerdotisas están nada menos que a una altitud de 890 metros, y en sus proximidades se han localizado trece estaciones rupestres. Todas ellas forman parte del conjunto de 69 yacimientos de arte rupestre prehistórico de los estilos levantino y esquemático situados en sierras de Jaén, Granada y Almería, que en 1998 fueron declarados por la Unesco Patrimonio Mundial.

Las pinturas vandalizadas se ubican en un aislamiento vertical de la roca a 1,50 metros del suelo, orientado al Noreste y protegidos por una visera, y se accede a ellas subiendo por un gran callejón que se abre a un lado del farallón rocoso, a través de un estrecho pasillo de un escaso metro de anchura. Son tres figuras humanas junto a un ciervo coronado por una cornamenta de gran tamaño, dibujado en rojo oscuro. Su color es rojo oscuro, representa una danza ritual propiciatoria de la caza del ciervo, y se trata de uno de los grupos más atractivos del llamado arte esquemático ya que ayuda a descifrar detalles de la vida de aquellos antepasados de la humanidad.

Una restauración complicada

Desde el domingo, un grupo de técnicos y restauradores se ha desplazado a la zona para evaluar el daño producido “y articular lo antes posible la solución para que la pintura que ha tapado las pinturas rupestres no se consolide y sea, dentro de la dificultad que esta operación conlleva, más fácil repararlo”.  

Son palabras del delegado de la Junta en Jaén, Jesús Estrella, quien ha comunicado a los medios que “desde la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía lamentamos y condenamos el atentado que ha sufrido el patrimonio de todos los jiennenses”, en concreto “unas pinturas sobre las que ya la Consejería intervino el año pasado, para restituir y reparar unas pintadas que se habían producido sobre las mismas, hace ya tiempo”.

En efecto, no es la primera vez que una zona de alto valor arqueológico sufre la acción de los vándalos. En 2007, varias pinturas de la misma zona fueron pintarraqueadas, y en 2014, las pinturas de la Cueva de los Escolares, del abrigo de Arroyo del Rey, también en el término municipal de Santa Elena, sufrieron graves destrozos al ser picadas con martillos para intentar llevárselas.  Entonces el alcalde de la localidad, Ramón Coloma González, llamó la atención sobre el hecho de que nadie hubiera tocado esas obras en 5.000 años, y ahora arremetiera contra ellas “un desalmado”.

No es la primera vez que una zona de alto valor arqueológico sufre la acción de los vándalos

En lo que respecta a Los Órganos, la Junta contrató en 2020 unos trabajos que pretendían evaluar la situación de la zona, así como emprender tareas de consolidación para evitar desprendimientos. La idea era dotar a las estaciones rupestres de la infraestructura indispensable en ámbitos vulnerables por accesibles, facilitando la visita controlada y haciendo factible un seguimiento cotidiano de su estado de conservación. También se pretendía presentar soluciones para los soportes que en algunos casos presentaban grafitis, hongos y líquenes, entre otros factores. El presupuesto de esta operación ascendió a 30.000 euros.

“Sin embargo, en el día de hoy nos encontramos que estas pinturas, que son un bien de interés cultural y que podrían ser patrimonio de la Humanidad, han vuelto a ser atacadas”, añade Estrella. “Por tanto, la mayor repulsa contra estos hechos que se han puesto en conocimiento de la autoridad policial para que se investiguen, se localicen a los autores y caiga sobre ellos todo el peso de la ley”.

Multas cuantiosas

“Atentar contra el patrimonio es atentar contra la cultura y la historia de todos los jiennenses. Lo que estamos haciendo es articular los procedimientos para que de una forma inmediata se restaure el daño que se ha provocado. Estamos hablando de una zona de difícil acceso, en pleno parque natural de Despeñaperros, donde es muy difícil articular medidas de prevención que eviten estos actos vandálicos. Apelamos a la complicidad ciudadana para que, entre todos, ayudemos a preservar el patrimonio común, que es nuestra seña de identidad y nuestra singularidad histórica”, concluye el delegado.   

El alcalde de Santa Elena ha llamado a la colaboración ciudadana para identificar y capturar a los culpables. Cabe recordar que la legislación andaluza considera “muy grave” toda actuación que provoque la pérdida, desaparición o daños sobre un bien de interés cultural, y pueden acarrear multas desde los 250.000 hasta el millón de euros.

En la provincia de Jaén existen alrededor de 200 estaciones rupestres incluidas en las bases de datos del Patrimonio Cultural de Andalucía de las que 41 de ellas son consideradas Patrimonio Mundial. Buena parte de las pinturas provinciales se encuentran en ámbitos serranos integradas en el paisaje circundante, dentro de los cuatro parques naturales de Jaén, estando los núcleos de arte rupestre distribuidos por Despeñaperros, Sierra de Segura (Parque de Cazorla-Segura-Las Villas), Sierra Mágina y Los Guindos-El Centenillo (Parque de Andújar).