El profesorado interino se planta ante Moreno por su inestabilidad laboral: “Esto no es vocacional, es resistencia”
El profesorado interino andaluz ha comenzado este miércoles una huelga indefinida con una manifestación frente al Palacio de San Telmo, en Sevilla. Convocados por la Asamblea Andalucía de Interinos y Aspirantes de Educación, y respaldados por el sindicato Docentes por la Pública, los docentes denuncian la precariedad que arrastra el colectivo desde hace décadas y exigen a la Consejería de Desarrollo Educativo un plan de estabilidad que ponga fin al abuso de la temporalidad.
La huelga, que no tiene fecha de fin, surge en un momento que los interinos consideran crítico. La Junta ha concentrado en una sola convocatoria las ofertas públicas de empleo (OPE) de 2022, 2023 y 2024, y ha añadido por primera vez la OPE de 2025, publicándola en enero. Una acumulación inédita que, según los manifestantes, se ha hecho sin garantías de continuidad para quienes ya están trabajando. La Consejería ha informado de que solamente 75 docentes de Andalucía han secundado la huelga (22 de Cádiz; 16 de Almería; doce de Málaga; diez de Granada; siete de Huelva; siete de Sevilla; uno de Jaén; y ninguno en Córdoba), lo que supone un 0,01% del total de 106.951 docentes de centro públicos andaluces.
La noche anterior a la manifestación, un grupo reducido de interinos ha pasado la noche al raso frente en una acampada simbólica no anunciada. Colocaron esterillas, sacos de dormir y carteles para mantener viva la protesta mientras el grueso del colectivo llegaba a Sevilla al día siguiente. Quienes participaron en esta acción querían enviar un mensaje claro: “Estamos aquí, para intentar cambiar las cosas. Los docentes interinos merecen un cambio”. La acción buscaba visibilizar el malestar y alentar la participación en la huelga. Varios testimonios confirmaron que llegaban autobuses desde distintas provincias y una coordinación a nivel autonómico desde estructuras asamblearias.
Años de experiencia sin reconocimiento
Entre quienes se han sumado a la manifestación hay docentes con trayectorias muy similares: años de experiencia, varias oposiciones aprobadas y ningún acceso a la plaza fija. Marta, profesora de Historia del Arte, trabaja desde 2009. “He aprobado dos veces, y sigo sin plaza. Este año solo tuve una sustitución. Cada vez vamos a peor”. Tras recorrer centros en cuatro provincias, afirma que la situación ha llegado a un punto de no retorno: “El sistema se está quedando con los que entran nuevos. A los demás nos están desplazando”.
Patricia, interina desde 2012, ha pasado por 18 centros. Tiene un hijo con discapacidad, lo que le impide trasladarse. Aun así, trabaja a 130 kilómetros de su domicilio. “Me levanto cada día a las seis, conduzco, doy clase y vuelvo. Porque no hay otra. Y todo sin ayudas. Ni transporte, ni vivienda, ni conciliación. Esto no es vocacional, es resistencia”.
Ambas destacan que las oposiciones, tal y como están planteadas, no son garantía de nada. “La gente cree que si no tienes plaza es porque no has estudiado. Pero la mayoría hemos aprobado más de una vez. El problema es que las bolsas están saturadas y que nunca han ofertado plazas suficientes para estabilizar al personal”, explica Marta.
Europa al tanto
La protesta no es solo una cuestión autonómica. La temporalidad estructural del personal interino español ha sido denunciada durante años por la Comisión Europea y por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que exige reducir esta tasa por debajo del 8%. En el sector educativo andaluz, según estimaciones sindicales, la interinidad sigue por encima del 30%.
La Ley 20/2021, aprobada en el Congreso, tenía como objetivo estabilizar al personal en abuso de temporalidad. Sin embargo, los interinos sostienen que su aplicación ha sido “fallida”. “En vez de reconocer nuestro tiempo, han sacado las plazas como oposición libre. Y así se pretende que desaparezcamos silenciosamente”, afirma Marta.
Esta concentración de OPEs en un solo proceso ha generado alarma. Patricia dice que “nos enteramos en enero de que también incluían la de 2025. Nunca había pasado. Esto tiene una intención política clara: quitarnos de en medio”.
Un problema que no solo afecta a los interinos
Aunque el conflicto se centra en el colectivo interino, sus consecuencias van más allá. “Cuando no se contrata personal, suben las ratios, no se cubren bajas, y eso repercute en la calidad educativa”, advierte Miguel. “Los que estamos fijos también lo sufrimos”.
La falta de continuidad en los centros afecta directamente al alumnado: docentes que cambian cada trimestre, proyectos educativos que no se consolidan, y una rotación que impide el seguimiento individual. “Somos muchas veces psicólogos, orientadores, figuras de referencia. Pero si te cambian cada dos meses, ese vínculo no se puede mantener”, apunta Marta.
Además, al no ofrecer una salida estable a quienes ya están dentro del sistema, también se bloquea el acceso a las nuevas generaciones de docentes: “No hay una doble vía real. Si nos echan a nosotros, tampoco van a meter a los de fuera en plazas reales. Esto es una forma de precarizarlo todo”, concluye Patricia.
Una huelga sin fecha de fin
La huelga indefinida arranca sin calendario cerrado. El colectivo plantea continuar con acciones descentralizadas, presencia en redes, asambleas territoriales y nuevas movilizaciones en las próximas semanas. El objetivo es lograr una negociación con la Junta que reconozca su situación y abra vías reales de regularización.
La pregunta es cuánto respaldo podrá mantener el movimiento en el tiempo. Con el curso avanzando y las oposiciones a la vista en junio, buena parte del profesorado interino está centrado en su estudio, lo que dificulta la participación sostenida. Pero quienes hoy se han movilizado insisten en que la situación lo justifica: “Si no hacemos esto ahora, el año que viene no estaremos”, advierte Marta.
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