El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.
Caramba lo que da de sí un post en Facebook. El 12 de octubre el actor y activista social Guillermo Toledo se despachó a gusto contra el Día de la Hispanidad y la Virgen del Pilar. La opinión del mordaz Toledo ha levantado muchas ampollas. Muchos le han deseado la muerte, dicen que no quieren verle en Zaragoza, e incluso el insigne Partido Popular de Zaragoza, con Eloy Suárez a la cabeza, ha recogido el clamor popular presentado una moción en el Ayuntamiento para declararle persona non grata en nuestra ciudad.
Entiendo perfectamente a toda la gente que ha montado en cólera por esto. Al fin y al cabo el hecho de que una persona se cague en una talla de madera con carácter religioso les afecta profundamente, dado que todos son católicos de corazón, profesan la fe cristiana y obran en consecuencia con ello cada día de su vida. Por eso les enerva que alguien dañe sus símbolos.
Por eso, supongo, todos los indignados con la 'defecación' de Toledo se amarán los unos a los otros como Dios nos ha amado, incluidos negros, gitanos, árabes u homosexuales.
Por eso, supongo, les indignará que los bancos subyuguen a los Estados y a las personas, y lucharán contra ello como lo hizo Jesucristo para echar a los mercaderes del templo.
Por eso, supongo, promoverán y realizarán la desobediencia civil ante leyes injustas , como hizo Jesucristo, quien fue un indignado con la religión oficial.
Por eso, supongo, no acumularán una riqueza excesiva, ni harán ostentación de ella.
Por eso, supongo, no habrán robado nada nunca ni habrán apoyado a aquellos que roban a los ciudadanos.
Y, por supuesto, también supongo que compartirán la indignación de Jesús de Nazaret con los poderes económicos, religiosos, políticos y patriarcales...
Porque de lo contrario, si a quienes se indignan con las 'defecaciones' de Toledo no les cae bien su vecino o los ciudadanos que pueblan la zaragozana calle de Conde Aranda y sus alrededores “porque son negros, drogadictos, delincuentes...”; si les da igual que los bancos hayan estafado a la gente y no han movido un dedo para impedirlo o incluso han pensado aquello de “se les está bien, por avariciosos”; si les parecen bien todos los recortes en derechos sociales y laborales que se han acometido en los últimos años, y que atentan contra la dignidad de las personas; si se gastan miles de euros en tecnología o cosas inútiles mientras miles de familias viven en la calle y millones de niños no pueden realizar las tres comidas al día en nuestro país; si apoyan a políticos corruptos;... Tendremos que considerales unos fariseos y unos falsos.
Eso sí, que Viva la Virgen del Pilar.