“La sociedad no acepta plenamente a los síndrome de Down y trata de abortarlos antes de que nazcan”
“Las capacidades de las personas con síndrome de Down pueden ser más limitadas pero eso no quita para que puedan ser plenamente útiles y aceptadas”. Jesús Flórez, catedrático de Farmacología de la UC y asesor científico de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, asegura que la sociedad “los acepta” pero lamenta que una parte de ella todavía “los condene y los rechace”.
El profesor dará una charla este martes 21 de marzo con motivo de la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down poniendo el foco en “los protagonistas”. La conferencia tendrá lugar en el Casyc de Santander a partir de las 19.00 horas, dentro del ciclo 'Hablemos de salud', en colaboración con el Ayuntamiento.
Además, en ella participarán cuatro jóvenes que padecen esta alteración genética y que contarán sus experiencias, así como una madre que también ofrecerá su punto de vista. El objetivo es “dar a conocer el síndrome de Down, su realidad y su valor”.
Flórez subraya que estas personas están “plenamente integradas en la etapa escolar” y señala que en el mundo laboral lo están haciendo “poco a poco”. Esto último “es más complicado”, apunta. Son los empresarios los que “se van dando cuenta de que vale la pena y que pueden trabajar”.
Este año la asociación cumple 35 años y Flórez los califica como “tremendamente positivos, favorables y en los que se está haciendo un gran trabajo”. En la actualidad, cuenta con 100 familias con personas de todas las edades.
“Ocupadas están todas”, recalca el catedrático. “25 están trabajando en empresas ordinarias, hay otras que están en edad escolar y el resto en el centro ocupacional, que pertenece a la fundación”, explica.
Con el paso del tiempo, “las mismas personas con síndrome de Down han demostrado su valía y su capacidad”, destaca Flórez. Precisamente, “el afrontar retos como estar con los demás, dejarse ver y no fallar ha sido positivo y repercute”, apostilla.
“Conocer” para integrar
“Desgraciadamente, la sociedad no los acepta plenamente y por eso trata de abortarlos antes de que nazcan”, lamenta el asesor de este colectivo, que manifiesta que está “totalmente en contra” de ello. “Es un desastre”, recalca.
Flórez asegura que para integrarlos plenamente en la sociedad es necesario “conocerlos y reconocer sus propios valores, que los tienen, y muchos”. Hace hincapié en que “los buenos programas se han ido desarrollando en los últimos 30 años”, por lo que es un proceso que “lleva tiempo”. “La sociedad se tiene que dar cuenta de que los necesita”, concluye.