El colegio Cisneros y el desarrollo sostenible: alimentos de comercio justo, mobiliario ecológico y luces LED
El centro educativo CEIP Cisneros ha apostado por la sostenibilidad. Este colegio público de Santander lleva 30 años persiguiendo un objetivo: cuidar la salud del cuerpo, de la mente y del medio ambiente. Los alimentos ecológicos y de comercio justo, el mobiliario ecológico, el software libre y las luces LED son algunas de las particularidades de este centro que contribuyen al desarrollo sostenible. En este sentido, el director del colegio Cisneros afirma que ''no es una competición, sino que tenemos que copiarnos y retroalimentarnos'', ya que ''nuestro consumo puede cambiar el mundo''.
José Antonio Sánchez ejerce como director del colegio desde 1987. En alusión a la implicación del centro con el desarrollo sostenible, este maestro explica en conversación con eldiario.es Cantabria que ''se trata de una apuesta que no tiene comienzo ni fin''. ''Intentamos ser coherentes. Si yo veía que era bueno en mi casa, ¿por qué no iba a serlo en el colegio?'', sostiene.
En cuanto a la inversión económica que requiere este tipo de acciones, Sánchez asegura que ''el tema económico no es una disculpa'', puesto que ''la diferencia económica es mínima entre un alimento ecológico y otro que no lo es''. Además, afirma que es una forma de ahorro, ya que ''consumir alimentos ecológicos es más barato, porque lo que gastamos en esa comida, lo ahorramos en medicinas y en el deterioro del medio ambiente''.
Y es que el director del CEIP Cisneros insiste en que ''no se trata de hacer cosas por hacer, sino de tener una finalidad. La educación debe ir hacia los derechos humanos, los objetivos de desarrollo sostenible, la solidaridad, el respeto y la justicia social''. Por ello, Sánchez explica que en el colegio tratan de ''formar personas integrales, puesto que ahora las empresas piden empleados comprometidos''.
Para llevar a cabo este proyecto, el colegio plantea a sus alumnos actividades que abarquen todos los cursos y que duren varios años, ''y a ser posible, que continúe con las familias''. De hecho, es a ellas a quienes Sánchez atribuye el éxito del proyecto debido a su esfuerzo e implicación. ''Vamos de la mano. Estoy muy orgulloso'', confiesa.
Entre todas las iniciativas de desarrollo sostenible que se llevan a cabo en el centro, Sánchez no ha dudado en destacar los 'Desayunos coherentes' que realizan con alimentos ecológicos y de comercio justo desde hace 22 años. “Nuestro comedor es de la asociación Ampros. Es el mejor de España y un ejemplo'', remarca.
Unos niños orgullosos
El director expone la metodología de este modelo educativo, en el que ''al principio siembras esta filosofía, y posteriormente adquieres los hábitos''. ''Los resultados ya los estamos viendo. Con dos años ya reciclan, ahora comen fruta niños que antes no lo hacían y casi el 100 por 100 de los alumnos de los últimos cursos de Primaria ya tienen su cantimplora de agua'', cuenta con orgullo.
''Los niños saben que estas actividades no van a subir sus notas, pero están orgullosos de aplicar estas acciones en sus casas y presumen de ello'', sostiene Sánchez. ''Se dice que los adultos educan a los niños, pero ellos también nos educan'', reconoce con firmeza.
De hecho, este veterano maestro se posiciona en contra de que este tipo de proyectos se conviertan en una asignatura más, ya que ''alguien que no cree en ello sacaría buenas notas, pero no contribuiría''. De este modo, ''los valores adquiridos están presentes en cada asignatura'', argumenta.
Finalmente, Sánchez subraya que ''ser ecologista antes costaba y se veía como algo despectivo''. Para él, ''nos ceñimos a las rutinas y a los dictámenes de las empresas''. Por ello, hacer realidad lo que hace años era una utopía ''ha sido cuestión de insistir y convencer'' porque, aunque ''pensé que era lógico, cuesta porque rompe las rutinas de la gente''. ''No vale con hacer el día de... o la semana de…, sino que hay que incorporarlo en la vida del centro porque si no, no funciona'', concluye.
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