Más de 1.200 viviendas sociales en solares abandonados: el plan de Cantabristas para “recuperar la vida” en el centro de Santander
Santander podría transformar decenas de solares vacíos en nuevos hogares para cientos de familias. Es la propuesta de Cantabristas, que plantea la construcción de 1.217 viviendas sociales en pleno centro urbano como solución “al abandono y a la especulación” que, según denuncia esta formación política, padece la ciudad desde hace décadas. Su plan, ya registrado en el Ayuntamiento, proyecta instrumentos legales y el coste económico para llevarlo a cabo, con el objetivo de devolver vida y vecindario a barrios históricos como El Pilón, Entrehuertas, Tetuán o la calle Alta.
“Es imprescindible volver a llenar de vida nuestra ciudad, volviendo a hacer habitable el centro de la capital y revitalizando un núcleo urbano que languidece año a año ante la inoperancia de un Ayuntamiento que solo gobierna pensando en las élites turísticas”, ha declarado el portavoz cantabrista en la capital cántabra, Manuel Núñez.
El proyecto parte de un exhaustivo catálogo de 130 solares urbanos vacíos, elaborado por Cantabristas con medios propios y registrado oficialmente el pasado 3 de julio, con el objetivo de dar respuesta a uno de los problemas estructurales de la ciudad. Y es que el propio proyecto hace un diagnóstico claro de la situación: “Abandono, ruina y pérdida de habitantes”.
Santander ha perdido aproximadamente 40.000 habitantes en el centro durante las últimas tres décadas. La población ha descendido de 191.079 personas en 1991 a 172.726 en 2023. Mientras tanto, barrios periféricos como Cueto, San Román o Peñacastillo han crecido, “quedando en muchos casos mal conectados con el centro y los servicios públicos básicos”.
Así pues, tal y como denuncia Cantabristas, el resultado directo de este abandono del núcleo urbano de la ciudad de Santander es el vaciamiento constante de las viviendas del centro, con su consecuente deterioro, que, en muchos casos, “ha llegado a su máximo exponente convirtiendo zonas donde antes vivía gente en solares abandonados que solo son focos de suciedad, abandono y nidos de ratas”.
Frente a ello, esta formación política apuesta por la vivienda social como eje de un nuevo modelo de “ciudad compacta, redensificando el núcleo urbano”. “Así podremos conseguir que la población pueda volver a plantearse vivir en el centro de la ciudad y, con ello, estimular la actividad comercial minorista para reavivar la actividad del comercio local, y reducir el tráfico motorizado para hacer más amable y saludable la vida urbana”, destaca Cantabristas en su proyecto.
Las 1.217 viviendas sociales se distribuirían en parcelas urbanas ya dotadas de servicios básicos y con edificabilidad legal y con función social, según el Plan General de 1997 y la Ley 5/2022 de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Cantabria.
Dos vías
Y para la ejecución del plan, Cantabristas ha planteado dos vías administrativas: “Una primera, preferente, que cuente con la colaboración de los propietarios, y una segunda, si no se puede llegar a ningún tipo de acuerdo, que fuerce la edificación mediante la ejecución subsidiaria de la construcción o mediante la expropiación en base a criterios sociales y de beneficio para la mayoría”.
En el primer caso, este partido plantea una “Administración facilitadora y colaboradora, que medie con los propietarios, adquiriendo los porcentajes de edificación de aquellos que no quieran o puedan edificar, y facilitando su venta a otros interesados”. En el segundo, si no hay acuerdo, plantea que el Ayuntamiento inicie el proceso de “venta forzosa” tras cuatro años de inacción -periodo máximo que establece la Ley del Suelo autonómica para que los propietarios edifiquen y no vulneren la función social del uso del suelo urbano-.
“En esta situación, proponemos que el propio Ayuntamiento de Santander participe en la subasta a fin de adquirir suelo edificable de gran rentabilidad económica, con el fin de generar vivienda de protección oficial en régimen de alquiler”, apunta Cantabristas en el documento.
El proyecto no solo identifica las parcelas, sino que incluye una metodología precisa de cálculo: reparcelamiento, altura media del entorno, coeficientes de aprovechamiento y tipologías de vivienda (de 65, 80 y 100 metros cuadrados). También se han proyectado los costes de construcción por fases anuales. “Las cuentas salen. Si no lo hacen, es porque no quieren”, aseguran desde Cantabristas.
Medidas complementarias
Además de la construcción de viviendas, el documento plantea medidas que refuerzan la sostenibilidad del proyecto. En primer lugar, una orrdenanza de estilos arquitectónicos “centrada en las características principales de la estética santanderina popular”. Como ejemplo de ello, Cantabristas plantea que los tradicionales miradores o balcones que antes se construían con madera se construyan con materiales más modernos como el PVC o el acero, añadiendo sus ventajas a la esencia tradicional.
Asimismo, propone urbanizar zonas urbanizables no desarrolladas en el centro, como la comprendida entre Tantín, Santa Lucía, San Simón, la calle Aguayos y el Río de la Pila. Además, Cantabristas defiende el uso social y comunitario de los locales bajos de los nuevos edificios, cuando sea posible, como un espacio “para aparcar y guardar bicicletas, con el fin de contribuir a la promoción de la movilidad sostenible en el núcleo urbano”.
Finalmente, esta formación aboga por urbanizar los solares vacíos de la periferia, “aunque no sea tan urgente” como los del centro, ampliando, por ejemplo, zonas como el Sector 4, “cuyo plan de ejecución data de hace más de 15 años y que todavía no ha concluido su fase de construcción, dado que se rige no solo por criterios de necesidad social, sino también por los intereses privados especulativos de las constructoras e inmobiliarias”.
“El suelo urbano está para utilizarlo”
El proyecto, tal y como detalla Cantabristas, se fundamenta partiendo de la base “de los derechos y deberes de los propietarios de suelo urbano -cuyo fin marca la ley que es edificar para proporcionar vivienda al conjunto social y mantenerla en buen estado de conservación- y entendiendo la planificación urbanística como una herramienta al servicio de la mayoría social, que evite la especulación urbanística y la gentrificación”.
“El suelo urbano está para utilizarlo. Es un suelo dotado de servicios que estamos pagando todo el vecindario de Santander y que Gema Igual está dejando que caiga en la ruina sin preocuparse de los problemas que esto genera -entre otros, los de la salubridad y la higiene-”, ha explicado Núñez en un comunicado.
“El Ayuntamiento del PP solo parece estar preocupado por los bolsillos de sus amistades, que pueden enriquecerse mucho con la especulación que ya está afectando al núcleo urbano santanderino”. Es por ello que el portavoz cantabrista lo tiene claro: “Es hora de actuar y de plantear posibilidades reales, que solo requieren de voluntad política e interés por mejorar el bienestar general de la ciudadanía”.
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