Rober San Millán, del grupo Poetas de Botella: “El rock tiene que seguir alzando la voz ante las injusticias”
Rober San Millán (El Astillero, 1988) asegura que, dos décadas después, sigue sintiendo los mismos nervios del primer día cada vez que se sube a un escenario. El vocalista de Poetas de Botella, la banda cántabra de rock que cumple nada menos que 20 años de trayectoria, repasa la historia del grupo con la emoción de quien ha vivido una aventura colectiva inolvidable: “Un sueño adolescente que se convirtió en realidad”, resalta. En vísperas del gran concierto del vigésimo aniversario, que se celebrará este viernes en la Campa de La Cantábrica de Astillero, el lugar donde empezó todo, el músico reflexiona sobre el pasado, el presente y el futuro de una banda icónica en la escena del rock cántabro: “Los años pasan y la vida la ves de otra manera, pero lo que no cambian nada son las ganas de seguir tocando”.
Veinte años no se cumplen todos los días. ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando mira atrás y ve todo lo que han vivido desde los inicios de aquel 2005 en Astillero?
Se agolpan un montón de recuerdos; muchas ciudades, un sinfín de escenarios, canciones, personas, bandas con las que hemos compartido esta película, muchas de ellas que ya no están en activo. Sí, sin duda, si me quedo con algo de esta historia es con eso. Ciudades, escenarios, canciones y personas.
Si pudiera resumir en una frase lo que ha significado Poetas de Botella en su vida, ¿cuál sería?
Un sueño adolescente que se convirtió en realidad y deja una huella imborrable en todos y cada uno de nosotros.
¿Cómo recuerda los primeros ensayos, las primeras canciones y aquel momento en que dijo: “Esto va en serio”?
Éramos unos críos, para lo bueno y para lo malo, pero recuerdo una ilusión desbordante y unas ganas de comernos el mundo increíble. La verdad es que desde el principio intentamos hacer algo, dentro de nuestras posibilidades, serio. Eso nos llevó, cuando no era habitual en nuestra zona, a grabar 'Versos sin Palabras', nuestra primera demo, en Navarra con Iker Piedrafita (Dikers) como productor. Fue la primera gran apuesta, por supuesto con la ayuda de nuestros padres, que siempre nos apoyaron, y supuso el inicio de todo.
¿Se imaginaban llegar a cumplir dos décadas de trayectoria? ¿Se han superado las expectativas iniciales?
Totalmente superadas, pero se ha llegado de una manera muy orgánica. La clave es no perder nunca el contacto entre nosotros, tener un objetivo anual y ensayar de manera periódica para que siga viva la llama. Es cierto que venimos de unos años de baja actividad, la pandemia cortó en seco la gira de presentación de 'Intactos' y luego costó arrancar de nuevo. Además, los años no perdonan, las obligaciones crecen, los trabajos de cada uno marcan mucho los ritmos, y la banda, que tanto nos dio y a la que tanto dimos, pasa a un segundo plano en las prioridades. Pero aquí estamos, ultimando los detalles de nuestro gran cumpleaños.
En estos 20 años, ¿qué momentos marcaría como los grandes hitos o puntos de inflexión en la historia del grupo?
El primer punto de inflexión llegó cuando un contrato discográfico nos brindó la oportunidad de sacar 'Punto de Partida', nuestro primer disco. Esa firma nos abrió las puertas a nivel nacional, salimos de casa para presentarnos en sociedad, nada más y nada menos que en la Sala Caracol de Madrid. Luego recuerdo citas como aquel concierto junto a Marea en el Palacio de los Deportes de Santander, o cuando acompañamos a Los Suaves y a Boni en la Campa de La Magdalena. También festivales como el Rebujas Rock, viajar a lugares como Albacete o Logroño con La Fuga; ver nuestros videoclips en Sol Música o MTV, sin olvidarme de reconocimientos como el premio a mejor banda de rock de Cantabria en 2015, una dotación económica que nos sirvió para costearnos el ambicioso disco en directo que grabamos en Escenario Santander con motivo de nuestro décimo aniversario. Muchos momentos e hitos inolvidables.
Si compara al Rober de 2005 con el de hoy, ¿en qué ha cambiado más el músico y en qué sigue siendo el mismo?
Al final los años pasan y la vida la ves de otra manera, las obligaciones externas a la música son cada vez más numerosas y eso te obliga a intentar compaginarlo todo de la mejor manera posible. En lo que creo que no he cambiado nada es en las ganas de seguir tocando, sigo teniendo los mismos nervios que tenía hace 20 años a la hora de subir al escenario y eso creo que es vital para seguir haciéndolo. Porque si ese gusanillo desaparece, sacar tiempo para la música se volvería un suplicio.
¿Cómo diría que ha evolucionado el estilo de Poetas en estos veinte años?
El sonido general de cada disco es muy característico en función de qué guitarristas formaban parte de la banda en ese momento. Por ese lado creo que ha ido cambiando, y con la edad, obviamente, madurando. Pero, por otro lado, la voz, el bajo y la batería se han mantenido intactos durante ese tiempo y eso ha permitido, desde mi punto de vista, mantener una cohesión y una identidad que se siente tras tantas canciones y trabajos editados.
¿Qué papel ha jugado el público en que el grupo haya llegado hasta aquí?
Como para cualquier banda, el público y en general notar que hay gente a la que le interesa lo que haces es vital. Nosotros tuvimos suerte y creo que conectamos rápido con un buen número de fieles, lo que nos permitió que muchos organizadores de eventos, tanto en Cantabria como fuera, quisieran contar con nuestra música. Como nosotros, nuestros seguidores también han crecido y tienen otras prioridades, pero estamos seguros de que muchos de ellos el viernes harán un paréntesis en sus vidas y vendrán a recordar junto a Poetas un montón de canciones.
¿Qué significa para ustedes celebrar este aniversario en casa, en Astillero, el lugar donde todo empezó?
Lo teníamos clarísimo, aquí empezó todo, de hecho, en la campa donde tendrá lugar el evento, curiosamente nos hicimos las primeras fotos promocionales, que sirvieron para la portada y el libreto de 'Versos sin Palabras', nuestra primera maqueta. Astillero siempre ha estado al lado del grupo, colaborando en todas y cada una de las propuestas que les hemos hecho a lo largo de los años y poder celebrar este cumpleaños aquí era una necesidad. Estamos encantados de haber encontrado una fecha y un contexto, como el Asti Beer Fest, para poder sacar adelante esta efeméride tan importante.
¿Cómo ve el panorama musical actual en Cantabria?
Muy bien, quizás no hay el número de bandas tan grande como había hace unos años, pero creo que lo que hay en activo tiene muy buen nivel. Yoni, nuestro guitarrista, acaba de lanzar un proyecto muy interesante, cambiando las seis cuerdas por la batería, que se llama Myseria. También recomiendo lo que está haciendo la gente de Zarza, un power trío de mucha calidad, Menos Lobos, compañeros de Astillero con muchos años y muy buenas canciones, o bandas como Leona o Martes Martes, formaciones con voz femenina que están logrando hacerse un hueco.
Tanto hace 20 años como ahora, vivir de tus propias canciones es algo muy difícil
¿Es hoy más difícil o más fácil para una banda de rock abrirse camino que hace veinte años?
Ahora, con las redes sociales, creo que las bandas que emergen tienen más posibilidades de darse a conocer, antes dependíamos mucho más de los medios tradicionales, las televisiones, las revistas… Pero bueno, también las redes meten mucho ruido, al final yo creo que si el producto es bueno y tus conexiones con la industria son potentes, la gente te acabará escuchando. Lo que tengo claro es que tanto hace 20 años como ahora, vivir de tus propias canciones es algo muy difícil.
¿Cómo definiría el estado actual del rock español?
Yo creo que goza de muy buena salud, todos los días salen bandas nuevas con propuestas muy interesantes. Como dijo un día Kutxi Romero: “Esta música es una forma de ver y entender la vida y eso nadie lo va a poder parar”.
El rock siempre ha sido un género con una esencia reivindicativa. ¿Cree que hoy sigue siendo necesario que las bandas de rock mantengan ese papel de voz crítica y de posicionarse en temas sociales?
Yo creo que sí y se ha visto con temas como el genocidio ocurrido en Gaza, las bandas de rock más importantes salieron al paso, por ejemplo, negándose a tocar en los festivales financiados por el fondo internacional Kohlberg Kravis Roberts (KKR), socio mayoritario de una promotora de viviendas en territorios ocupados por Israel en Palestina. El rock y, en general, la cultura de este país tiene que seguir alzando la voz ante las injusticias.
Después de este aniversario, ¿qué viene para Poetas de Botella? ¿Cuáles son los planes de futuro?
A mí me encantaría volver a componer y por qué no grabar nuevo material. Somos conscientes de que el tiempo que le podemos dedicar ya no es el mismo que antes, pero aún siento que queda música por compartir con el mundo. No obstante, de momento, nos centramos en que el concierto 20 aniversario esté a la altura.
¿Qué mensaje le gustaría mandar al público antes de esa noche del 24 de octubre en La Cantábrica?
Nos gustaría compartir esa noche con todos los que alguna vez disfrutaron de nuestras canciones, este concierto lo hacemos por todos ellos. Si alguna vez disfrutaste con uno de nuestros directos o te pusiste en bucle alguno de nuestros discos, la noche que vamos a vivir en Astillero es para ti.
0