Los técnicos sanitarios en huelga exigen reconocimiento a su profesión: “nos tratan como una pelota de tenis entre administraciones”

Los cerca de mil Técnicos Superiores Sanitarios (TSS) que trabajan en Cantabria llevan dos jornadas de huelga para exigir que se les reconozca como profesión titulada y regulada y para conseguir la creación de un grado universitario, entre otras cuestiones. Los paros del personal de laboratorios y radiología están obligando a suspender citas para pruebas analíticas, biopsias y radiografías en los hospitales cántabros.

Los TSS son una parte importante de la maquinaria sanitaria, ya que se encargan del tratamiento de imágenes de los pacientes (resonancias magnéticas, TAC y rayos X, por ejemplo), así como de la realización de todo tipo de análisis clínicos, microbiológicos, hematológicos, inmunológicos y genéticos, entre otros. Durante la pandemia, su labor tuvo gran visibilidad, porque se encargaron de realizar miles de test PCR de coronavirus.

Según la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL) la huelga se desarrolla “con un nivel de seguimiento abrumador” por parte de los compañeros tanto en los paros como en las concentraciones. En la que el viernes tuvo lugar en el Hospital Sierrallana los huelguistas coincidieron con la presidenta de Cantabria y el consejero de Salud que llegaron al hospital para inaugurar la nueva unidad de salud mental.

Buruaga y Pascual intercambiaron unas palabras con los participantes en la protesta, que portaban pancartas con lemas como 'Técnicos Superiores en lucha' o 'Sin laboratorios no hay resultados- y les han trasladado que lo que piden es competencia exclusiva del Ministerio, ante lo que éstas han replicado que lo que puede hacer el Gobierno regional es “presionar” y “apoyar”.

Los representantes del Ejecutivo les explicaron que el Consejo Interterritorial es el foro que Cantabria tiene para trasladar estas cuestiones al Ministerio, aunque “últimamente sirve de poco”, lamentó la presidenta. Declaraciones en las que manifiestan su apoyo a las reivindicaciones “y atribuyen la responsabilidad exclusivamente al Gobierno de España”, explican desde AETEL. “Dicha afirmación no se ajusta a la realidad” -desmienten- porque tanto la administración central como las autonómicas “son corresponsables del reiterado incumplimiento de las necesidades de nuestras profesiones”, entre ellas la homologación de nuestra formación con el resto de países europeos y el reconocimiento de nuestro encuadramiento en el Grupo B.

“Nuestro colectivo es tratado como una ”pelota de tenis“ entre administraciones, echándose la culpa mutuamente unas a otras” -denuncia el portavoz de la asociación, Ángel Estébanez, quien reconoce que lo cierto es que la solución requiere la implicación y el acuerdo conjunto de los ministerios de Sanidad, Educación y Función Pública, “así como de las consejerías autonómicas con competencias en materia sanitaria, a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud”, precisa.

“Denunciamos, además, la falta de voluntad política real para resolver nuestras legítimas reclamaciones”, subraya. Falta de compromiso que -en su opinión- “se disfraza de un supuesto apoyo público que, sin embargo, no se traduce en las posiciones que los representantes políticos adoptan en los órganos competentes donde realmente pueden impulsar una solución”.

El lunes 3 de noviembre todos los Técnicos Superiores Sanitarios están convocados a una manifestación en Madrid pasando ante los ministerios de Función Pública, Educación y Sanidad. El martes 4 de noviembre será la última jornada de esta convocatoria de huelga con una concentración a las 11.00 horas en el Hospital de Laredo.