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¿Está preparada la Atención Primaria de Castilla-La Mancha para la nueva normalidad?

Centro de salud en Illescas (Toledo)

Carmen Bachiller

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Los servicios de Atención Primaria de la Sanidad castellanomanchega asumen desde esta semana un mayor protagonismo en la gestión de la pandemia por COVID-19.

Tras más de dos meses de azote de un virus que ha dejado más de 2.700 fallecidos en la región y que ha puesto a prueba al sistema sanitario público, sobre todo en los hospitales, le llega el turno a los centros de salud y consultorios locales.

La pasada semana se conocían las nuevas normas para la actividad en los centros de salud y consultorios locales que según la Dirección General de Atención Primaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) van a “pivotar” tanto en un “estricto” cumplimiento de las medidas de seguridad, el “impulso” de la prestación asistencial a través de herramientas telemáticas y el “uso responsable” de los recursos por parte de la población.

Será obligatorio el uso de mascarilla y no se permitirá acudir a las citas médicas con acompañante salvo casos justificados. Además, los pacientes COVID-19 seguirán circuitos distintos y se combinará la asistencia presencial con las “teleconsultas”.

Cada centro de salud dispone de bastante “autonomía” en cuanto a organización, explica Raúl Calvo, coordinador de un centro de salud en la provincia de Toledo y secretario del Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de Castilla-La Mancha. “Ya hace más de dos semanas que tenemos un plan para reiniciar la actividad normal, aunque la gente todavía tiene miedo de venir”.

El colectivo sanitario es uno de los más afectados por la pandemia. Hemos conocido sobre todo los casos sobre quienes trabajan en los hospitales, pero tampoco se libran quienes atienden en Primaria y sus instrucciones son claras: “Nosotros trabajamos pensando que somos contagiosos porque así actuaremos de forma más segura de cara a los pacientes y a nosotros mismos. Y así debemos seguir, aunque un test nos diga que tenemos anticuerpos”.

En la actualidad se está realizando un estudio inmunológico entre los profesionales sanitarios a través de test de seroprevalencia. “No se ha terminado” y eso puede dar una idea del grado de penetración del virus entre el colectivo.

“Si algo ha demostrado el colectivo en los últimos años es una capacidad brutal de adaptación”, afirma Calvo, quien defiende la “gran preparación especializada” de sus profesionales, pero no olvida el “déficit histórico” de recursos humanos “a los que no se ha dado el protagonismo que merecían” y todavía falta personal. “Si a las unidades administrativas ya les entran un montón de llamadas y ahora hay que sumar otras cuestiones, imagine el colapso que se puede producir”, advierte.

“Cada gerente deberá plantearse cómo lo afronta. ¿Con los mismos recursos? Lo veo complicado. Hay que invertir en Atención Primaria. Es así”.

Asumir “teleconsultas” con “tecnología del siglo XX”

Si hay ‘un talón de Aquiles’ para conseguir llevar a buen puerto las “teleconsultas” con las que se pretende reducir las visitas presenciales al médico de cabecera es un sistema telemático “que todavía está en el siglo XX”, asegura este médico.

Pone como ejemplo al sistema británico “que estaba aconsejando las videollamadas y nosotros no tenemos ese avance digital que desde luego sería mucho más eficaz que una simple llamada. Hay que buscar los recursos tecnológicos y ponerlos al servicio de los centros de salud”, reclama.

Y es que la brecha digital en la región “provoca que haya zonas en la región en las que se hace muy difícil mantener ese tipo de asistencia”. Raúl Calvo lleva 14 años ejerciendo como médico de Atención Primaria y muchos de sus pacientes le demandan consulta telemática. Es una opción que hay que “explorar” pero, matiza, “sin que nos deslumbre porque la Atención Primaria debe ser sobre todo presencial que permita establecer relación con el paciente”.

Reconoce por otro lado que “no estamos mal” en cuanto a presupuesto en Castilla-La Mancha. “Se ha incrementado en los últimos años con el objetivo de llegar al 25%” del total de lo que la Junta destina al capítulo sanitario. Un objetivo del que, por cierto, durante la pandemia ya se ha dicho que se revisará “al alza”.

La “avalancha” ahora es para la Atención Primaria

Tras nueve semanas de estado de alarma en la que el confinamiento ha sido la tónica general, incluido el cierre de algunos de los centros de salud de la región, la vuelta a la relativa normalidad traerá consigo recuperar casi todo el trabajo atrasado.

“Muchos pacientes llevan dos meses con problema serios y sin consulta y eso nos preocupa mucho”, reconoce. A eso habrá que sumar consultas ordinarias, citas para análisis. “Nos obligará a echar el resto, a hacer lo de antes y más”.

Ahora, nos dice, “toca gestionar toda esa avalancha” de la agenda médica y enfermera aplazada. “Tendremos que priorizar con criterios clínicos a los pacientes más frágiles o que han empeorado” y todo ello, reconoce, “después de dos meses agotados, no solo físicamente sino sobre todo psicológicamente. Ha sido muy, muy duro”.

En este sentido desvela que hay “preocupación” en el SESCAM por cómo abordar las sustituciones para dar descanso a los profesionales tras más de dos meses. “Lo necesitamos”.

‘Rastreadores’ de contagios, un sistema todavía sin probar

Dos provincias de Castilla-La Mancha han entrado en la fase 1 de la desescalada sin que, de momento, se haya hecho público el sistema de rastreo de casos contagiosos y sus contactos. Una vigilancia cuya responsabilidad recaerá en buena medida sobre los servicios de Atención Primaria, es decir, los centros de salud y consultorios locales.

El Gobierno regional anunciaba este lunes que toda la documentación sobre cómo funcionarán estos equipos se enviará en las próximas horas al Ministerio de Sanidad para afrontar “con las máximas garantías” las distintas fases de la desescalada que, sin embargo, ya ha comenzado.

Tampoco hay detalles sobre los profesionales que se ocuparán del rastreo epidemiológico. Se sabe que serán “cientos” y poco más. Su actividad deberá compaginarse con la vuelta a la normalidad en los centros de salud y ambulatorios

La provincia de Toledo en la que trabaja este médico es la única que cuenta con Gerencia de Atención Primaria con equipo directivo y presupuesto propio frente a lo que ocurre en el resto de provincias en las que se configuran como gerencias de área integrada vinculadas a los hospitales.

Para el rastreo epidemiológico se ha contratado a 50 enfermeras y enfermeros para 20 centros de salud de Toledo. “Los médicos detectaremos posibles casos y desde Enfermería realizarán la toma de muestras y la encuesta epidemiológica”. Los resultados todavía son impredecibles con parte de la región -y la mitad del país- ya en fase 1. Se lo contaremos.

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