Espacio de divulgación científica y tecnológica patrocinado por la Universidad de Alcalá (UAH), con el objetivo de acercar el conocimiento y la investigación a la ciudadanía y generar cultura de ciencia
“Estamos adquiriendo conciencia de que la I+D+i es fundamental para enfrentarse a los grandes retos sociales”
“La actual crisis sanitaria y sus efectos evidencian que la ciencia y la innovación resultan fundamentales para hacer frente a estas situaciones”. Esta es una de las conclusiones de la Fundación COTEC que acaba de presentar su informe anual con datos de la I+D+i correspondientes a 2018 y un adelanto de los de 2019.
¿Cómo estamos en España en cuanto al gasto en investigación e innovación? Eva Senra, vicerrectora de Economía, Emprendimiento y Empleabilidad de la Universidad de Alcalá es miembro del grupo ‘Los 100 de Cotec’, red de expertos de distintas áreas del conocimiento que los grandes retos sociales, económicos y tecnológicos que afronta la innovación.
En su caso, durante la presentación del informe ofreció datos de estimación adelantada del gasto en I+D en nuestro país, dentro de un proyecto impulsado y desarrollado por el Departamento de Economía de la Fundación COTEC, el Centro de Predicción Económica (CEPREDE) y la Universidad de Alcalá de manera conjunta.
“Estamos ante un año atípico para poder hacer cualquier tipo de balance”, señala, pero sí se atisba que 2018 dejó un nuevo crecimiento en la inversión en I+D. Sería el quinto consecutivo, aunque menor que los de años anteriores y tampoco se espera que se ganase terreno en 2019.
La estimación se realiza teniendo en cuenta los principales indicadores de la economía que conocemos a través de la contabilidad nacional del INE, pero también otros relacionados como las afiliaciones al sector o el clima de confianza y el gasto que anuncian las empresas.
En una entrevista, Senra nos explica, entre otras cosas, los retos a los que se enfrentan la investigación y la innovación
¿Qué lectura hace del informe a nivel global?
La lectura es que el esfuerzo inversor en España en I+D+i es todavía escaso. Hemos tenido un crecimiento importante en 2018 que ha mostrado un nuevo impulso por parte del sector privado superando los niveles precrisis de 2008. El sector público no lo ha hecho.
Nos sitúa en una tasa de esfuerzo inversor del 1,24% que está muy lejos del 2% que se mantiene en el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2020. Y lejos tanto del 1,4% que alcanzamos en 2010, como de la media europea (llega al 2,11 del PIB). Eso implica que nos queda mucho camino por recorrer.
¿Qué cambios puede introducir el binonio crisis sanitaria y económica a la que nos encaminamos?
Todavía tenemos muy poca información de 2020. Sabemos que está cayendo menos que el resto de la economía, pero también que el gasto en el sector privado es procíclico (aumenta en los periodos de expansión y disminuye en los de recesión) y que el sector público no suele compensar la caída del privado.
Ahora sabemos que el sector del I+D+i aporta a la sociedad. Se está poniendo muy de relieve en estos días. Estamos adquiriendo una mayor conciencia de que es fundamental para enfrentarse a los grandes retos sociales.
Le pongo el ejemplo de la Universidad de Alcalá. Desde finales de abril ha entrado una cantidad en donaciones de 350.000 euros. Son unos 100 donantes particulares y empresas. Es verdad que casi todo viene al proyecto del doctor Álvarez de Mon que está estudiando la caracterización terapéutica de los pacientes de COVID-19. Después, hay otros proyectos como el de un brazo robótico para disminuir errores en el tratamiento de muestras del virus, nuevas estrategias antivirales…
La sociedad está reaccionando y está redirigiendo sus esfuerzos hacia este tipo de investigación.
“La consolidación fiscal ha hecho pagar un precio muy caro a la I+D+i”
¿Podemos ser entonces optimistas y pensar que esta crisis sanitaria puede ser una oportunidad para la ciencia y la investigación?
Lo que vaya a ocurrir dependerá de las decisiones que tomemos hoy mismo. No tengo datos y me cuesta expresar una opinión. En términos de PIB vamos a aumentar claramente porque el PIB puede caer bastante más de lo que lo hará la inversión en I+D+i, pero es una sensación irreal. Soy consciente de que hay muchas empresas que van a tener que reorientar los fondos de I+D+i.
En 2018 la financiación de la I+D+i vino en un 50% del sector privado, el 42% del sector público y un 8% desde el extranjero. El informe recoge que la política en I+D+i ha tenido una contribución posiblemente excesiva al proceso de consolidación fiscal.
La ejecución presupuestaria es uno de los indicadores del informe. Nos ofrece un panorama sobre el comportamiento del sector público. Los presupuestos generales del Estado han caído un 39% desde el comienzo de la crisis de 2008. Y en cuanto a ejecución presupuestaria, se ha pasado de un 90% en 2007 al 46,4%% en 2019. De hecho, en 2019 el 90% del presupuesto no ejecutado en I+D+i fue a parar al gasto financiero.
Según el informe, la investigación y la innovación son clave para resolver los grandes problemas sociales y ambientales si se quiere cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Del análisis se deduce que estamos en ese camino en España?
Vamos lento, muy lento. Lo que se deduce del informe es que tenemos mucho que avanzar en este sentido. Estamos muy lejos de cumplirlo.
¿Y qué sería lo óptimo en cuanto al peso de la I+D+i en el PIB de nuestro país?
Al menos situarnos en la media europea del 2,11%. En China, desde el año 2009 la inversión en I+D+i ha crecido en un 120%, en Alemania un 38%, Italia un 17% y en el conjunto de la Unión Europea un 27%. Nosotros un 2,5%, y además con una caída de la inversión pública del 9,8% en ese periodo, veinte puntos de diferencia con la media europea.
¿Eso qué significa?
Que se da más importancia a otros aspectos. Es lo que dice el informe sobre los recortes. La consolidación fiscal ha hecho pagar un precio muy caro a la I+D+i.
La I+D+i en Castilla-La Mancha, a la cola en inversión y en personal
Castilla-La Mancha está a la cola en España en cuanto al peso de la I+D+i en el PIB (0,52%) solo por encima de Canarias y Baleares. Y en cuanto a personal dedicado al sector todavía peor, los últimos (0,38%). ¿Qué marca la diferencia entre las comunidades autónomas?
Si hay pocos datos de I+D+i en España, todavía hay menos cuando hablamos de comunidades autónomas. No hay suficientes para hacer un análisis preciso, pero Castilla-La Mancha es un territorio bastante hetereogéneo y no es lo mismo en provincias más cerca o más lejos de la Comunidad de Madrid.
Lo que me sorprende es que Extremadura tenga unas características similares a Castilla-La Mancha, pero que Castilla y León esté por encima de la media española. Tampoco está relacionado con el PIB per cápita de las comunidades autónomas…No acabo de tener muy claro por qué Castilla-La Mancha está tan atrás. No es que esté por debajo de la media, es que está muy lejos pero no es solo un problema de esta región.
Se requiere de inversión directa y no es de un día para otro. Hay que generar todo un ecosistema en torno a la innovación y eso lleva tiempo.
¿No depende del tejido productivo de la región?
No tengo datos para explicar la baja tendencia inversora de Castilla-La Mancha. Hay que recordar que el gasto en I+D+i es un imput al proceso. Los resultados se relacionan con el gasto, pero es un indicador adelantado y hay que esperar a conocer los resultados y a que todo esté bien hecho.
También depende de las decisiones tomadas antes. Uno no decide invertir en I+D+i de un año para otro, como en bolsa, sino que se toma una decisión y se incluye en los presupuestos de sus empresas. Es algo muy meditado y razonado. Es una apuesta a medio y largo plazo.
Cinco países con menos renta por habitante que España en 2018 (Eslovenia, Estonia, Hungría, Portugal y República Checa) pero con más inversión en I+D+i. ¿Le sorprende?
No porque el sistema productivo español es diferente. España tiene un sistema productivo muy boyante basado en el turismo que ahora mismo tenemos en crisis, pero hay que reconocer que es una de las joyas de la corona. Somos muy competitivos en Turismo y en Servicios.
Hablando de turismo, ¿esta crisis puede propiciar que España piense en tener un sistema productivo más diverso?
Pues yo ya he vivido otra crisis y esa esperanza la tenía. Lo que sí que creo es que cuanto más concienciados estemos en que queremos cambiarlo, antes lo haremos. Es en los momentos de crisis cuando podemos hacerlo, no cuando todo va bien.
Al final hay que volver a reactivar la economía y la producción. Y lo más rápido es hacerlo a través de los sectores que tenemos. Cuando la Construcción se vio dañada en la anterior crisis, pensé que miraríamos a un crecimiento más sostenible basado en un valor añadido de productos con más productividad, pero la experiencia demuestra que ha vuelto a ser este sector y el de Servicios los que nos han sacado adelante. Me gustaría ser más optimista.
¿Qué diría de las capacidades científicas y tecnológicas de España?
Nuestros investigadores y grupos están a la altura de los europeos. Creo que es cuestión de incentivarlos desde el sector privado y desde el público.
¿Son competitivas nuestras empresas? ¿Hay muchas diferencias entre grandes empresas y pymes?
La empresa privada sí que apuesta de forma creciente por la I+D+i y lo es a largo plazo. Se avanza hacia una mayor aportación con ganas. Es cierto que para este año las previsiones, que son solo previsiones, nos dicen que las empresas en 2019 han crecido en este tipo de inversión, pero ha sido menos importante. Hay una desaceleración. Ahora con la pandemia la empresa privada está haciendo un gran esfuerzo.
“La universidad debe adaptarse y dar formación de más calidad y más actualizada”
¿Cuál es el papel de la universidad en este sentido? El informe también habla de las “persistentes carencias formativas” de la población española
La universidad debe adaptarse lo más rápido posible a las nuevas realidades e ir de la mano de la innovación para proporcionar una formación de mayor calidad y más actualizada, aquello que requiere el tejido empresarial.
Los grados tienen que seguir siendo la base para que los estudiantes puedan permanecer después en un proceso de formación continua. Las necesidades de la sociedad cambian rápidamente y ahora nos podemos quedar obsoletos enseguida. Hace falta reciclaje continuo.
La universidad debe estar en formación permanente también.
Pero en España estamos por encima de la media europea en graduados STEM- ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas- (30,4% frente al 24,9%) …
Sí, pero necesitamos que las empresas tengan también capacidad para emplearlo. Que se adapten también a esta nueva realidad.
Es decir, ese binomio empresa-universidad que no termina de cuajar en España…
En unas zonas cuaja más que en otras, como en el País Vasco. Es clave el contacto continuo.
Lo que también persiste es la brecha de género entre los graduados STEM
No ha cambiado. Yo soy matemática y lo sigo con atención. Se va corrigiendo, pero vamos demasiado lento. Son importantes las políticas para corregirlo. Hay un sector de la sociedad que puede aportar. Hay mucho potencial.
Sobre este blog
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