Un movimiento vecinal de la serranía de Guadalajara reúne más de 1.300 firmas por el servicio de autobús entre pedanías
En la zona norte de Guadalajara, los vecinos y vecinas de numerosos pueblos se han unido por un problema común: las deficiencias en la línea de autobús. La línea 034, que presta el servicio Madrid-Sigüenza-Atienza-Miedes, tiene otras paradas de menor tránsito, como Valdecubo, Romanillos de Atienza o Tordelloso. Más de una veintena de pueblos que en muchos casos no llegan al centenar de habitantes, pero que ven limitado el servicio por la inacción de la empresa SAMAR.
La línea de autobuses, con una frecuencia de una ruta a la semana, realiza un trayecto variable, pasando por los distintos pueblos bajo solicitud telefónica. Pero tal y como denuncian vecinos y vecinas de los municipios afectados, esto se vuelve tarea imposible al no coger el teléfono la propia empresa. “Siendo ignorados, los habitantes no pueden acceder al transporte público”.
Según explican, esta situación viene siendo habitual desde 2018, cuando ya comunicaron a la Consejería de Fomento con fecha de 14 de agosto los problemas del servicio. Desde entonces han pasado tres años “sin que se le ponga solución, con una pandemia de por medio, y los afectados no lo pueden aguantar más”.
Este martes han acudido a Guadalajara con 1.359 firmas recogidas de entre todos los vecinos y vecinas de las pedanías y municipios afectados: Romanillos de Atienza, Bañuelos, Miedes, Casillas, Bochones, Atienza, Cincovillas, Sienes, Torredelrrabano, Paredes, Valdecubo, Tobes, Querencia, Riba de Santiuste, La Barbolla, Villacorza, Imon, Cercadillo, Alpedroches, Tordellose, Hijes y Hujados.
Atención telefónica y mejora de frecuencias
Su intención es que se ponga solución a la situación“ ignorada durante años”, garantizándose la atención telefónica por parte de la empresa SAMAR para poder hacer uso del servicio público. También buscan la mejora de las frecuencias, siendo el autobús el único medio de transporte para acudir a citas médicas y otros servicios no presentes en sus localidades.
Hay que considerar que todas estas localidades forman parte de la España Vaciada, puntos de población pequeños, pero “igualmente necesitados de la atención de las instituciones”. “La reducción cada vez más salvaje de servicios convierte a quienes viven en estos lugares en ciudadanos de segunda, sin el mismo acceso a los beneficios del estado del bienestar”.
Por ello han entregado su escrito a la Consejería de Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a su vez han dado traslado a todos los grupos políticos con representación en las Cortes.
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