El Ayuntamiento de Valladolid apoya a la decana de Filosofía y Letras, pero PP y Vox bloquean la condena a las amenazas

El Ayuntamiento de Valladolid ha respaldado a la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, Dunia Etura, tras las amenazas y coacciones sufridas por no prohibir una charla antifascista organizada por estudiantes, aunque el Pleno ha rechazado condenar explícitamente los hechos por la oposición de PP y Vox. Los motivos que han esgrimido los 'populares' han sido que términos como “fascismo” y “antifascismo” —este último en el primer punto de la moción— contribuye a la polarización y no favorece la convivencia.

La moción, presentada conjuntamente por PSOE y Valladolid Toma la Palabra, se ha debatido tras la intervención de la propia decana, que ha relatado cómo en los días previos al acto recibió avisos y amenazas, algunas explícitas, en las que se le exigía cancelar una actividad académica solicitada conforme a los cauces reglamentarios. “No lo hice porque la universidad pública tiene la obligación de garantizar la libertad de expresión, de reunión y de pensamiento”, ha afirmado Etura.

Ante la posibilidad de incidentes, la dirección de la Facultad informó a la Subdelegación del Gobierno, lo que motivó un despliegue policial para garantizar el normal desarrollo del acto. Durante la tarde, las fuerzas de seguridad identificaron a una docena de personas que intentaron acceder al edificio con la intención de impedir la charla, algunas de ellas desplazadas desde Madrid. La policía llegó a incautarse de spray pimienta, aunque no se produjeron incidentes y no se tramitaron sanciones, como ha concretado la decana.

En su intervención ante el Pleno, la decana ha rechazado que los hechos deban interpretarse como un conflicto ideológico y ha indicado que “no va de izquierda o derecha, sino de democracia o totalitarismo”. Asimismo, ha defendido la universidad pública como un espacio plural de conocimiento y debate en el que caben todas las ideas, siempre que se respete la dignidad y la libertad de las personas, y aseguró que no cederá a presiones ni amenazas.

Vox rechaza parte la moción al considerar que parte de una lectura “parcial y sectaria” de los hechos

La teniente de alcalde y concejala de Vox, Irene Carvajal, ha rechazado parte de la iniciativa al considerar que parte de una lectura “parcial y sectaria” de los hechos. La edil ha acusado a la izquierda de interpretar la política en términos morales absolutos, en los que el adversario deja de ser un rival legítimo para convertirse en un enemigo al que hay que excluir, y ha sostenido que esta dinámica es la que, a su juicio, está deteriorando la convivencia democrática.

Carvajal ha señalado que en las universidades españolas se han producido en los últimos años numerosos episodios de boicot y cancelación de actos protagonizados por personas vinculadas al centro-derecha, y ha afeado a PSOE y Valladolid Toma la Palabra su falta de condena en esos casos. Según Vox, el problema no es la defensa de la democracia, sino la intolerancia ideológica y el uso del término fascismo como una etiqueta para deslegitimar y silenciar al discrepante.

El PP apoya a la decana, pero vota en contra la condena explícita de las amenazas

Por su parte, la portavoz del Partido Popular, Blanca Jiménez, ha agradecido la presencia y las explicaciones de la decana y reafirmando el compromiso de su grupo con la universidad y con la libertad de expresión. Asimismo ha defendido que la universidad debe ser un espacio de debate respetuoso y plural, y que el Ayuntamiento debe contribuir a rebajar la crispación política y social.

No obstante, ha justificado el voto en contra del primer punto de la moción —el que condenaba explícitamente las amenazas y el intento de impedir el acto— al considerar que el uso de términos como “fascismo” y “antifascismo” fomenta la confrontación y la división social. A su juicio, ni el PSOE ni Valladolid Toma la Palabra están en posición de “repartir carnés” ideológicos, y ha alertado de un clima de polarización creciente que, según ha apuntado, se refleja también en el propio Pleno municipal.

Jiménez ha defendido la enmienda de adición presentada por el PP, aprobada por unanimidad, como una fórmula más amplia de defensa de la libertad de expresión y de los valores constitucionales, así como de rechazo a cualquier forma de coacción o violencia, reiterando el apoyo de su grupo a la decana y a la comunidad universitaria.

El PSOE asegura que “el fascismo no viene a debatir, viene a imponer”

Desde el PSOE, el concejal Martín Fernández Antolín ha calificado los hechos de “extraordinaria gravedad” y ha explicado que no se trata de un incidente aislado, sino de una expresión del auge de movimientos de extrema derecha que intentan condicionar espacios de libertad como la universidad. Asimismo, ha defendido la autonomía universitaria como un principio constitucional destinado a garantizar un conocimiento “libre, crítico e independiente” y ha advertido de que “el fascismo no viene a debatir, viene a imponer”.

Fernández Antolín ha reclamado una condena “clara y sin ambigüedades” y ha alertado de que relativizar o matizar este tipo de actuaciones supone abrir la puerta a su normalización. A su juicio, la democracia necesita instituciones que no miren hacia otro lado cuando se producen amenazas y coacciones, y ha alertado de que “la historia también registra los silencios” cuando no se actúa con firmeza frente a comportamientos antidemocráticos.

VTLP alerta de la “cada vez más preocupante” auge del fascismo

En la misma línea, la portavoz de Valladolid Toma la Palabra, Rocío Anguita, ha defendido que la moción no pretendía dirimir un debate ideológico, sino fijar una posición institucional frente a unos hechos concretos. Asimismo, ha subrayado que la libertad de expresión solo puede ejercerse dentro del marco democrático y de los derechos humanos, y que la amenaza, el chantaje o la coacción no pueden formar parte del debate público.

Anguita ha expicado que lo ocurrido en Filosofía y Letras se encuentra de una situación que calificó de “cada vez más preocupante” el auge del fascismo en la ciudad, aludiendo a agresiones a colectivos LGTBI y a incidentes recientes en otras facultades de la Universidad de Valladolid. Frente a ello, ha destacado la actuación de la decana, de quien ha remarcado su serenidad y firmeza en la defensa de la universidad como espacio de pensamiento crítico y plural.

En la votación, el primer punto de la moción —la condena explícita de las amenazas y del intento de impedir la charla antifascista— fue rechazado por 14 votos en contra frente a 13 a favor, con el voto negativo de PP y Vox. El Pleno ha aprobado de forma mayoritaria el apoyo institucional a la decana y a la comunidad universitaria, así como el traslado del acuerdo al Rectorado de la Universidad de Valladolid, a otras administraciones públicas y a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).

Además, ha salido adelante por unanimidad una enmienda de adición presentada por el PP, en la que el Ayuntamiento manifiesta su compromiso con la libertad de expresión y los valores democráticos consagrados en la Constitución y rechaza cualquier forma de coacción o violencia física o verbal en el desarrollo de actividades universitarias.