El paisaje del castillo del siglo X de Soria que se ha salvado de una macrogranja porcina
El paisaje que se ve desde el Castillo de Gormaz (Soria) se ha salvado tras el desistimiento de instalar una macrogranja. Una empresa mostró su interés por instalar una explotación de cebo de recría de reproductoras de 4.200 plazas en el municipio de Recuerda. El anuncio se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) en junio de 2021 y ahora, dos años después, la compañía ha decidido abandonar el proyecto para instalar la macrogranja en otro espacio que no afecte al paisaje de la fortaleza califal más grande de Europa datada en el siglo X.
La Junta de Castilla y León ha aceptado el desistimiento de los promotores, que ya están trabajando en instalar una explotación en otra zona. “Está ya en tramitación, con la concesión del agua y la perforación ya hecha”, explica a este diario el presidente de la Federación de asociaciones de productores de ganado porcino de Castilla y León (Feporcyl), Miguel Ángel Ortiz, que asegura que ahora todos los trámites administrativos se centralizarán en la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), en Valladolid.
Los ecologistas han criticado estos dos años el proyecto de explotación porque consideraban que tenía un “impacto paisajístico” en el entorno del Castillo de Gormaz, Bien de Interés Cultural desde 1931. “Esta era una área de singular valor”, apunta Luis Giménez, de Ecologistas en Acción Soria-ASDEN.
La Diputación de Soria recordaba en sus informes que debía primar la protección del medio ambiente y del patrimonio cultural y consideraba necesaria una autorización de uso excepcional, puesto que esta explotación ganadera no estaba prevista en el Plan Regional de Ámbito Territorial (PRAT) del Valle del Duero y estaba proyectada en suelo rústico con protección natural y/o suelo rústico con protección cultural.
La macrogranja afectaba visualmente al cerro
El arquitecto Fernando Cobos, en el Plan Director de Restauración del Castillo de Gormaz alertaba de que esta macrogranja afectaría visualmente al cerro donde se sitúa el castillo y las cornisas de las mesetas o alcores más bajos que rodean este cerro. “En esas zonas donde cualquier construcción o instalación tendría una incidencia directa sobre la vista de la fortaleza”, refleja Cobos en su análisis, que consideraba que esta debía ser una zona de actuaciones “muy restringidas” por su “importante impronta” en las vista de la fortaleza.
ASDEN utilizó este estudio, encargado por la Junta de Castilla y León, para protestar contra la instalación de esta explotación ganadera.
Cobos defendía la protección del cuadro del paisaje más próximo a la fortaleza. Esto no implicaba el rechazo automático de construcciones, que sí podrían ser autorizadas “siempre y cuando se integren en el entorno y no tengan elementos claramente disonantes”.
La asociación ecologista modificó una fotografía de cómo serían las vistas desde el Castillo de Gormaz, aunque Ortiz asegura que los bocetos estaban “un poco sacados de contexto”. En cualquier caso, esta explotación ganadera ya no se realizará en el entorno del castillo califal.
Ante las quejas de algunos vecinos, los promotores —dos agricultores de esa zona— decidieron buscar otra ubicación para que los trámites fueran avanzando al menos en uno de los dos proyectos. Como la segunda localización ha dado menos problemas —en el sentido burocrático—, los empresarios han decidido centrar sus esfuerzos solo en esta. La alcaldesa socialista de Recuerda, Consuelo Barrio, no ha querido hacer declaraciones a este periódico.
La nueva ubicación, que seguirá adelante, está a más de tres kilómetros de cualquier Bien de Interés Cultural. El Castillo de Gormaz y la ermita de San Miguel se sitúan a 4,4 kilómetros, la atalaya de Mosarejos a cuatro kilómetros y la atalaya de Nograles a 5,9 kilómetros, por lo que no se esperan afecciones indirectas sobre estos elementos.
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